Por Bahía Luz De Palma *
En el tramo final del juicio por la desaparición de la joven cordobesa, la fiscalía solicitó 25 años de prisión para Néstor Simone por el delito de homicidio agravado por el contexto de violencia de género. El 3 de abril se conocerá la sentencia.
A más de quince años de la desaparición de Yamila Cuello, el viernes 21 de marzo los jueces del Tribunal Federal Oral 2 escucharon el alegato del fiscal general Carlos Gonella y del auxiliar Gustavo Yofre. En el banquillo se encuentran Néstor Simone, ex novio de la víctima, acusado de homicidio, y Horacio Palacio, hermano de Simone, imputado por homicidio y trata de personas con fines de explotación sexual.
En la séptima jornada de audiencia, el Ministerio Público Fiscal (MPF) solicitó la pena máxima para Simone por homicidio agravado, aunque no pudo plantear la figura del femicidio por no estar vigente al momento de los hechos. No obstante, Gonella citó los derechos establecidos en la Convención Internacional del Niño y planteó la “extensión del daño”, por la ausencia del cuerpo de la víctima.

El fiscal explicó que no se puede aplicar la figura de femicidio, porque al momento de los hechos todavía no había sido incluido en el Código Penal. No obstante, aseguró que “fue un homicidio marcado por el contexto de violencia de género en todas sus formas: física, económica, sexual y psicológica”. Al respecto, recordó que existen tratados internacionales que “le exigen al Poder Judicial incorporar la perspectiva de género”.
También argumentó que Yamila al momento de empezar la relación tenía 17 años: “Por eso la Convención Internacional del Niño nos obliga a pensar en el interés superior de esa niña y sus derechos”.
En coincidencia con la querella, el MPF solicitó absolver a Palacio “por falta de pruebas”. Sin embargo, Gonella dijo estar “convencido” de que “él sabe qué le pasó a Yamila y dónde está el cuerpo”.
Más de quince años sin Yamila
Yamila Elizabeth Cuello conoció a Néstor Simone -un hombre 17 años mayor- cuando apenas había llegado a la mayoría de edad. El 25 de octubre de 2009, la joven de 21 años en ese entonces avisó que salía a comer con unas amigas y nunca regresó.
Hacía siete meses que había finalizado la relación con Simone por una situación extrema: el acusado la encerró en su casa y le prohibió comunicarse con su familia. Soledad Cuello, hermana de la joven, contó durante el juicio que al enterarse se presentó en el domicilio y tuvo que romper la puerta para rescatarla.

Más de un centenar de testigos detallaron las múltiples vejaciones que sufrió Yamila y las marcas físicas que evidenciaban el maltrato. Según la acusación que figura en la elevación a juicio, Simone la obligaba a pagar con servicios sexuales las deudas que contraía cuando apostaba.
Al comienzo de su alegato, Carlos Gonella reconoció la tardanza del Poder Judicial y valoró los esfuerzos de Soledad quien “a lo largo de estos años se dedicó a juntar elementos de prueba, declaró en esta audiencia y se hizo cargo del desafío, para concluir que el imputado Simone mató a Yamila e hizo desaparecer su cuerpo”.
Todavía desaparecida
El fiscal auxiliar Gustavo Yofre manifestó ante los jueces que el homicidio puede ser acreditado por otros elementos de pruebas más allá del cuerpo de la víctima, que aún permanece desaparecido. “De lo contrario llegaríamos al absurdo y estaríamos premiando a un homicida porque su empresa criminal tuvo éxito”, manifestó.
Yofre detalló la jurisprudencia existente, como el caso de Marisol Rearte y su hija Luz Oliva, en el cual el tribunal de Villa Dolores sentenció a Juan José Murúa a prisión perpetua por femicidio y por el homicidio de la niña de dos años, sin encontrar sus restos.
“Tras 16 años de reclamo estamos convencidos de que estamos en deuda. Hoy este Ministerio Público Fiscal pretende que se haga justicia, por Yamila, por su familia y por el colectivo de mujeres que acompañó, luchó y esperó todos estos años”, remarcó.
Las pruebas contra Néstor Simone
El fiscal Yofre expuso los puntos de la investigación que la fiscalía consideró clave: la prueba de las pericias telefónicas, que analizó el oficial del Departamento Antisecuestro Sergio Daniel Oroda; un testimonio de Simone que consta en el expediente; y las medidas “extremas” que realizaron los acusados para ocultar posibles rastros del crímen.
El fiscal recordó que siete meses después de la separación de Simone y Cuello, el acusado logró restablecer el contacto. En octubre de 2009, empezó a mantener una comunicación “fluida y constante”. El registro de llamadas diarias desde principios de octubre “contradice la declaración del acusado” durante la instrucción en 2012, cuando dijo que no frecuentaba a Yamila “desde dos meses antes de su desaparición”.
Además, mostró que el “análisis de la telefonía prueba que el ex novio de la víctima estuvo con ella inmediatamente antes de su desaparición”, según la ubicación registrada a través de las antenas del día 25 de octubre de 2009. El fiscal auxiliar argumentó que desde el momento de su desaparición, “Simone ya sabía que Yamila no estaba con vida, porque no intentó volver a comunicarse”. Con anterioridad a su asesinato, el registro muestra que el acusado la llamaba todos los días y después del 25 de octubre las comunicaciones se interrumpieron.
Por último, Yofre señaló que el acusado “intentó borrar todo tipo de pruebas”: cambió de línea, vendió el auto -donde presuntamente trasladó el cuerpo de la víctima- y la casa. En función de los agravantes, el MPF solicitó el máximo de la pena, estipulado en 25 años de prisión.

La audiencia continuará el martes 1° de abril con los alegatos de la defensa de Néstor Simone. El tribunal, presidido por Fabián Asís y compuesto por las vocales Noel Costa y Carolina Prado, dictará sentencia el jueves 3 de abril.
¿Dónde está Yamila Cuello? La lucha constante de un pedido de justicia / Trabajo final de Melisa Vega para la Licenciatura en Comunicación Social de la FCC-UNC.
Foto principal: Las hermanas y la sobrina de Yamila Cuello, en la fachada del Tribunal que juzga a los responsables de su desaparición / Bahía Luz De Palma
* Estudiante de la Licenciatura en Comunicación Social en prácticas de trabajo final en el proyecto “Cobertura periodística de juicios con impacto social”, de la Secretaría de Producción y Transmedia de la Facultad de Ciencias de la Comunicación.