Qué Portal consultó a un médico deportólogo y a una nutricionista para debatir y desmitificar ciertos prejuicios sobre la “vida sana”.
Por Nicolás Bazán. Egresado de la Tecnicatura en Producción y Realización de Medios. ECI UNC.
“Es un error decir que ‘no tenemos tiempo’ para la actividad física”, sentencia Miguel Ángel Luján, especialista en medicina del deporte y coordinador médico de los polideportivos de la Municipalidad de Córdoba.
Aunque las jornadas laborales llevan cada vez más al sedentarismo, siempre hay soluciones como: caminar al trabajo, usar las escaleras en vez del ascensor, levantarse de la silla cada media hora a caminar y estirar los músculos. Todo eso equivale a una vida activa, según el especialista.
Y agrega: “Por el contrario, hay mucha gente que sale a hacer actividad al parque, por ejemplo, pero resulta que durante el resto del día lleva una vida sedentaria. Es decir que lo importante es un cambio de mentalidad y de actitud de cada uno para salir del sedentarismo, con pequeños cambios que hacen a la vida cotidiana”.
Adelgazamiento no es sinónimo de salud
Melisa Sarach, licenciada en Nutrición, sostiene que “muchos piensan que comer sano significa pasar hambre o comer algo que no les gusta, pero no es así, se puede combinar sabor y nutrición para lograr comidas saludables”.
Con respecto a esto explica: “La clave es animarse a probar nuevos
sabores, texturas y colores, y cocinar más comidas caseras para disfrutar y compartir. De esa forma se valoran y saborean más los alimentos.”
La especialista advierte que hay gente que sigue dietas sugeridas por amigos o familiares, o promocionadas por los medios de comunicación, en busca de soluciones mágicas, fáciles y rápidas. “El riesgo de estas dietas reside en la inadecuada manera en la que se pierde peso con ellas, ya que se generan desequilibrios en el organismo por emplear alimentos en cantidad y calidad errónea”, dice. Y profundiza: “Se adelgaza a expensas de perder líquidos y electrolitos, reservas de glucógeno, proteínas corporales, y en un menor porcentaje grasa. Y es eso lo que provoca que la pérdida de peso con estas dietas sea a corto plazo”.
Pero además de las problemáticas que se generan en la salud, Sarach opina que “estas dietas no resultan efectivas a la hora de mantener el peso alcanzado, porque no enseñan a mejorar los hábitos alimentarios”. Por lo contrario la pérdida de peso debe realizarse de forma gradual y en función de la edad, peso y talla de cada individuo.
Maleducados de la salud
“Mucha gente está empezando a tratar de llevar una vida sana porque observan los porcentajes de sobrepeso, muerte súbita y tantas patologías que hay a nivel mundial”, explica Miguel Luján.
En ese contexto, establece que “la actividad física previene problemas de salud a largo plazo, mejora los valores de los exámenes de laboratorio, la capacidad respiratoria, el rendimiento laboral, sexual y de todo tipo. E inclusive el estado de ánimo”. Sin embargo, tiene que estar bien guiada por profesionales capacitados y acorde a cada persona, según su edad, estado físico general, etc.
Sin embargo, el deportólogo cree que no se está llegando al común
de la gente con información pertinente. Cita casos como la anorexia, bulimia y vigorexia para dar ejemplos de los flagelos en que culmina la desinformación de la comunidad con respecto a la alimentación saludable y la actividad física.
Además, agrega que la mala información se combina con una cultura en la que se vende una imagen de “cuerpo perfecto”, muchas veces irreal, que deriva en la búsqueda de soluciones rápidas y fáciles.
Luján confía en que la clave es la educación. “Lo importante es enseñar desde niños que la actividad física, combinada con una buena dieta y un buen descanso, es un beneficio permanente para la salud, pero que ésta debe ser bien planificada, o de otra forma puede significar un daño al organismo”, afirma.
La opinión de la gente
Diez cordobeses consultados por Qué Portal mientras realizaban ejercicios recreativos al aire libre opinan que la información provista por el Estado en cuestiones relativas a la alimentación balanceada y actividad física es regular o mala, y creen que podría haber más o mejores vías para informar a la población al respecto.
Entre las soluciones más sugeridas surge promover la educación desde los primeros niveles educativos y desarrollar un portal web a cargo del Estado bien planificado y con amplia información.