30 de julio de 1966. Final de la copa del mundo en el Reino Unido. El delantero inglés Geoff Hurst remata al arco alemán... La historia del "gol fantasma" más famoso de la historia inspira uno de los cuentos de Carlos Lavarello

Por María Paulinelli *

Un vacío transformado en maravillas

En Pelota al vacío. Cuentos desde el tablón, Carlos Lavarello convierte en literatura la experiencia y la pasión futbolera. Se presenta este viernes 19 de septiembre a las 17, en la Legislatura Histórica de Córdoba.

¡Hola!

Acá estoy, extasiada. Un poco sorprendida…

Siento la urgencia de contarles mi última experiencia de lectura: un libro de Carlos Lavarello, Pelota al vacío.

Carlos es uno de los nuestros. Es docente de la Facultad de Ciencias de la Comunicación, además de periodista deportivo. Escribió ese libro que recién empieza a caminar entre nosotros. Es nuevo… demasiado.

Un libro de cuentos, de historias que ocurrieron muchas veces… otras,  imaginadas solamente… algunas, como  remedo de las que sucedieron realmente.

Un libro de relatos contados desde un hincha enamorado, desde un jugador soñando con los goles, desde un árbitro que puede ser de tantas formas… desde la presencia de los clubes y sus socios, desde las múltiples personas que viven y comparten ese tablón desde donde se narra…  siempre sobre esa pelota que vuela hacia el vacío…. y entonces, lo transforma, lo llena de vida, de rostros, de ilusiones, de llantos, frustraciones… todo eso que también hace el futbol con nosotros, los humanos. Un libro de relatos que logró transformar el vacío en maravillas… 

Y entonces, como tantas otras veces, la pantalla me lleva adonde Ustedes. Me permite contarles lo que siento… más quizás, que lo que pienso.

  Las maravillas que resultan de llenar ese vacío que ahora son relatos… que leemos y sentimos…. Que imaginamos en la magia que crean las palabras.

 Hermosa metáfora es el título. La pelota al vacío. La nada, lo inexistente, la carencia… transformando ese vacío en la vida que fluye, fluye y fluye detrás de la pelota. De ahí la multiplicidad de sucesos, de voces que relatan, miradas diferentes, en esa construcción de mundos posibles que resulta, en esa conjunción de lo real / imaginado… en esa unicidad que resulta cada cuento.  

La tapa representa todo esto. La imagen que muestra la pelota trepando por los aires con ímpetu, con fuerza. La pelota al vacío, ese es el título.

Abajo una tribuna. Y ya está todo dicho. Cuentos desde el tablón. Es que el subtítulo referencia el lugar desde donde se habla: el tablón. Ese tablón que unifica los distintos tipos de tribuna, de palco, de potrero, de espacio de miradas y presencias.

Carlos Lavarello, autor de La pelota al vacío. Cuentos desde el tablón

Es que, mirando el vacío donde anda la pelota -seguimos la metáfora de Carlos- los distintos protagonistas de los cuentos relatan las historias, enuncian sus verdades. ¡Y esa es la tapa! Imposible más certera. Más perfecta.

La contratapa se llena de palabras. Fragmentos de escritores que dicen sobre el futbol.  La ironía, el humor, la experiencia de los partidos, de la cancha, de los goles, de los clubes… Los escritores aparecen y dicen, dicen, dicen: Fernando Savater, Santiago Roncagliolo, Eduardo Galeano y Diana Laura Caffaratti… Nosotros asentimos plenamente. Acordamos con la común sabiduría de la vida. Porque el vacío – transformado en maravilla- encandila, asombra y enamora.

La primera solapa, detalla datos del autor. En la segunda, habla Carlos sobre las posibilidades distintas de hablar de futbol, posibilidades que, en el texto, se centran en “lo oculto, sobre lo que a veces parecen mitos, pero son realidades que nadie advierte”. De ahí, la multiplicidad de relatos, de recursos, de miradas… para que los lectores podamos acceder a eso que está “oculto” y que muestra la intensidad de la existencia humana.

Y… abrimos el texto. Un Prólogo escrito por Juan Carlos Gamero nos introduce en el mundo posible en que se convirtió el vacío. Un mundo posible que también, se expresa desde un lenguaje particular. Así dice: “Cuando Pelota al vacío cayó cerca de mí la bajé de pecho, la dormí con el empeine derecho y me quedé a vivir con ella un rato largo”. Pero también referencia las realidades que comprende los pueblos cordobeses con sus clubes. También, otros espacios, otras referencias, cercanas y lejanas en el tiempo.  Referencias que aluden asimismo,  al mundo común de la literatura sobre futbol. Define sustancialmente el texto: “Pelota al vacío habla de sueños hechos cuentos. De cuentos forjados a la luz de una pasión irrenunciable y tan inexplicable como el futbol mismo”…. “Este libro es futbol en estado puro, donde la pasión le gana a todo desde el pitazo inicial hasta la última jugada del partido. Desde que se sale del colegio hasta que te llaman para cenar y bañarte. Es domingo de partido, tablón y alambrado, Grito de gol, puteada y abrazo interminable”.  Está todo dicho. Excelente.

El diseño no olvida la pelota… Los fragmentos se separan con una minúscula pelota de fútbol que nos acompaña todo el texto.

¡Cosas del autor!

Veinte cuentos y un experimento -periodístico- compendian los mundos posibles en que se convirtió el vacío. Veinte cuentos que, como decíamos, permite que esa pelota construya, reconstruya, imagine, documente acontecimientos, sentimientos, sensaciones diversas, diferentes, del fútbol. Y… así vamos transitando. Y… ya, es una aventura.

El libro se abre y se cierra con dos relatos Estrategia y Pelota al vacío. Es el creador de ficciones, quien escribe. Un narrador que no vacila en alterar el orden de la vida. Entremezcla lo imaginado y lo real. De pronto ocurren ciertas imprevisiones, solo posibles, en ese vacío transformado en maravilla. Así en Estrategia, se puede planificar un partido desde un metegol viejo y oxidado. Se puede porque el futbol: “no es justamente lo normal.  Y eso es el futbol. Lo de repente, lo impensado… Buscar el error del contrario para demostrar que uno es mejor. Jugar con la algarabía de los hinchas que no saben si la pelota entre o se va a la mierda. ¡Eso es el futbol!”.

En Pelota al vacío, ante la derrota y la decadencia imparable de un equipo, se puede rastrear y recuperar en el pasado, los recursos que llevaban siempre al triunfo y a la consiguiente felicidad. Se animan las figuras  detenidas en el tiempo de las fotos para recordar sucesos venturosos. Entonces, desde el presente se afirma: “¡Es la pura verdad! Ustedes fueron preservados. Yo hubiera querido jugar en primera con Ustedes, para poder hacer hoy esta patriada!”.

Como contraposición, dos relatos que sucedieron realmente -documentados en las notas al pie de página- son ficcionalizados en la representación de cómo supuestamente ocurrieron.  All together now  y No llores en Wembley. Este, con las historia de ese juez de línea -Tofiik Bakhramov, soviético- que intervino en un partido, Inglaterra/Alemania, dando la victoria de forma injusta a los ingleses. Cuenta la historia que pasados los años, un periodista lo increpa en sus últimos momentos de vida, y obtiene solo una respuesta: “Stalingrado”. Está todo dicho.

El otro relato narra el acontecimiento que ya es leyenda. En 1914, en la Primera Guerra Mundial, la noche de Navidad, los soldados alemanes e ingleses dejaron sus trincheras y celebraron esa Nochebuena, con un partido de fútbol. “Nadie contó los goles. No se supo quién había sido el vencedor del partido de Ypres, en Dinamarca,  en aquella navidad de 1914. Esto no importaba. Cuando dieron las doce de la noche -tal como estaba pactado- los jugadores e hinchas se transformaron súbitamente en soldados y volvieron a sus respectivas trincheras”. La presencia de la vida por sobre la muerte, el odio, la violencia.

Los cuentos, muestran distintas situaciones. Los pueblos aparecen con sus historias… sus hinchas… los jugadores, los árbitros. Todos en un vasto y vívido fresco donde la vida se cuela a raudales, donde los recursos narrativos se expanden en todas las posibilidades que tiene la escritura. Narración, diálogo, reflexiones, descripciones….  La inclusión de palabras del habla popular carga de verosimilitud y encandila en la lectura que propone. Retazos de historia. La vida que transcurre.

Pero Carlos va más allá. Imagina acontecimientos devastadores que sacudieron a los pueblos. De ahí Titulares. Los títulos señalan el acontecimiento. La bajada enuncia las consecuencias. Luego un título informa como el fútbol estuvo presente sin embargo como afirmación de “la vida continúa” Les transcribo uno… y son diez.

“Por penales. El clásico por la Liga de Costa de Marfil se definió desde los doce pasos. Victoria del Bouake ante Korliogo / Yamusukro (EP): Luego de drenar el campo de juego pudo jugarse la semifinal…”. Como el autor dijera en una entrevista personal: “Yo lo que quería mostrar, que bueno, queda evidente, es cómo ante algo negativo el futbol no se detiene, porque la pasión de la gente hace que justamente se juegue o que se pida jugar”.

Podría seguir conversando mucho tiempo. De este relato, de aquel otro. Los dejo con la certeza que transitaran el texto en la lectura. ¡Un grande, el Carlos!  Y es de los nuestros.

Hasta más vernos.

María

 

Pelota al vacío. Cuentos desde el tablón se presentará el viernes 19 de septiembre, a las 17 horas, en la Legislatura Histórica de Córdoba (Deán Funes 94).

 

 

Texto

Pelota al vacío. Cuentos desde el tablón, 2025, Elión Ediciones, La Serranita Valle de Paravachasca, Córdoba.

 

 

Docente e investigadora. Fue profesora de Literatura Argentina y Movimientos Estéticos, Cultura y Comunicación en la ex ECI, a la que dirigió en dos oportunidades. Es la primera Profesora Emérita de la FCC-UNC.