Por Carlos Urquiza, Andrés Manzano y Julieta Lucovas *

Referentes sindicales y de derechos humanos analizan la crítica situación social y la conflictividad latente, a un año de gobierno de La Libertad Avanza y en un diciembre con memorias de rebeldías.

Se va diciembre, el mes en que pobreza y desigualdad suelen devenir en rebeldía y violencia. Se acerca la Navidad, que en tiempos de injusticias suele desnudar privaciones. A un año de Gobierno de Javier Milei y La Libertad Avanza y a 23 de la revuelta social que en 2001 marcó el fin de un ciclo de políticas neoliberales, la palabra de militantes sindicales, sociales y de derechos humanos nos brinda un testimonio “con los pies en la tierra” de la realidad social y una mirada desde lo colectivo, frente a un escenario inédito de eliminación de empleo estatal y políticas de contención social.

Para analizar ese contexto crítico y complejo, donde se combinan la gobernabilidad política coyuntural con la conflictividad social latente y coexisten las protestas sectoriales criminalizadas con la aún masiva idea de “darle tiempo” y los discursos de odio, entrevistamos a dirigentes sindicales y militantes de derechos humanos, sociales y de género de dos provincias dispares como Neuquén y Córdoba: Marcelo Guagliardo, secretario general de la Asociación de Trabajadores de la Educación de Neuquén (ATEN); Carlos Quintriqueo, titular de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) en la provincia patagónica; Angélica Gálvez, docente y referente de la Mesa de la Memoria de la ciudad de Cruz del Eje; Mayca Balaguer, abogada y directora de la Fundación para el Desarrollo de Políticas Sustentables (Fundeps).

En general, los testimonios presentan un diagnóstico crítico, de colectivos, instituciones y comunidades a la defensiva, frente al embate de las políticas oficiales contra diversos derechos que los pone en modo supervivencia. Sobre todo en el caso de las organizaciones que trabajan con los sectores más vulnerables de la sociedad y/o en contextos críticos, obligadas a un movimiento de repliegue para tratar de garantizar la satisfacción de necesidades básicas: alimento, salud y abrigo. 

Además, las y los entrevistados coinciden en su nula expectativa respecto a un cambio de rumbo del Gobierno nacional y la certeza de que la situación social “se va a agravar, con más exclusión, protesta y represión”. Por lo tanto, la recuperación de derechos y conquistas populares sólo puede surgir de la organización y la unidad de los actores sociales. 

 

Protesta de jubilados frente al Congreso Nacional / Foto: El Destape

A continuación, sus respuestas al siguiente cuestionario:

 

 

1- ¿Cómo describiría la situación económica y social actual del país y cómo impacta en el sector que representa? 

 

2- En términos de políticas públicas, ¿cómo afectan a su sector y qué desafíos suponen?

 

3- ¿Cómo podrían colaborar los diferentes sectores de la sociedad (gobierno, empresas, organizaciones sociales) para enfrentar esta crisis y generar soluciones a futuro?

Marcelo Guagliardo: “Sólo los sectores sociales organizados pueden frenar este avance devastador”

Marcelo Guagliardo es un destacado líder sindical y actual Secretario General de la Asociación de Trabajadores de la Educación de Neuquén (ATEN), con aproximadamente 18,500 afiliados. Nacido en Bahía Blanca, se radicó en Neuquén en 1986 tras estudiar el profesorado. Desde su elección en 2004, ha sido reelecto en siete ocasiones, promoviendo movilizaciones y negociaciones para mejorar las condiciones laborales de los docentes. La participación activa de los afiliados en elecciones y masivas asambleas ha sido fundamental para su gestión

Un aspecto crucial de su trayectoria es su relación con Carlos Fuentealba, el docente neuquino asesinado el 4 de abril de 2007 durante un corte de ruta contra el Gobierno de Jorge Sobisch. Guagliardo se convirtió en la figura clave de una movilización en reclamo de justicia, que convirtió al Maestro Fuentealba en símbolo de la lucha docente contra la represión estatal. Desde entonces, ha mantenido viva su memoria y el compromiso del sindicato con la justicia y los derechos humanos.

 

1- En relación a la situación económica actual y cómo impacta específicamente en nuestro sector, la verdad es que no es buena. En definitiva, han mejorado por lo menos en lo inmediato la macroeconomía, pero con enormes consecuencias para la economía real de todos los días. Una inflación que se aplaca, pero que sigue siendo superior y el costo de vida sigue estando muy por encima del salario. En términos de lo que impacta en nuestro sector, la pérdida del poder adquisitivo de los salarios, a pesar de las luchas permanentes para mantenerlo con alguna relación con el costo, sigue siendo desigual. Lo que vemos con preocupación es una economía donde lo macro empieza a tener algún resultado, con un impacto muy fuerte en el poder adquisitivo de los salarios, que sigue perdiendo notoriamente contra eso.

Marcelo Guagliardo, titular de Asociación de Trabajadores de la Educación de Neuquén / Foto: www.aten.org.ar

2- Creo que no hay políticas públicas. La única política pública que estoy observando es un Estado que se ha corrido totalmente de sus principales obligaciones. De hecho, en lo específico del sector docente, la inexistencia de fondos del Estado nacional para obra pública e infraestructura educativa es gravísima. El haber dejado de darle continuidad a la ley de Incentivo Docente, que es una porción del salario docente en toda la Argentina, el incumplir con la ley de Financiamiento Educativo, que permitía no solo temas vinculados a la infraestructura, sino a la formación y al equipamiento escolar, para nosotros es tremendamente desfavorable e implica un retroceso en términos de inversión educativa.

Esto va a tener consecuencias severas, porque muchas provincias argentinas necesitan de la asistencia del Estado nacional para poder sostener el funcionamiento de sus escuelas. Es decir que las políticas educativas para nosotros son absolutamente devastadoras. No hay una sola señal de que esto, de algún modo, pueda sostenerse en el tiempo o que su impacto no sea negativo.

Marcha encabezada por ATEN en reclamo de justicia por el asesinato del maestro Carlos Fuentealba / Foto: www.aten.org.ar

3- Con relación al futuro, es preocupante, porque la ausencia de un Estado que se ha corrido de sus principales obligaciones, pone en crisis temas muy sentidos y necesarios en términos de garantía de derechos. Entonces, para las perspectivas a futuro, si no hay un cambio en ese modelo de gestión, estaremos muy complicados. Por más que las organizaciones sociales y algunos actores sociales puedan pensar en colaborar con esa situación, si el Gobierno no pone en el primer punto de la agenda cómo se revierte el problema del hambre, cómo se revierte el problema de las pérdidas de puestos de trabajo, las consecuencias de la macroeconomía, cómo se resuelve el problema de la pérdida de salario, porque en Argentina, aún el salario de los que están en blanco o regularizados, está muy por debajo de la línea de la pobreza, el futuro no es muy bueno.

En definitiva, no hay otra que la organización de los sectores sociales para frenar este avance tan devastador de las relaciones sociales en un país rico como el nuestro, en donde la concentración de las riquezas va a ser cada vez mayor y las necesidades de los sectores sociales, obviamente, van a crecer en la misma proporción. Así que, en términos de futuro, la única perspectiva es la organización para que haya un cambio de rumbo concreto en términos de políticas públicas.

Angélica Gálvez, referente de la Mesa por la Memoria de Cruz del Eje, en un acto por el Día Internacional de la Mujer Trabajadora, el 8 de marzo de 2024 / Foto: Juan Mazzeo
Angelica Gálvez: “Hay una decisión de destruir todo lo que se venía construyendo”

Angélica Gálvez es una de las referentes de la Mesa por la Memoria de Cruz del Eje, ciudad que en los años del terrorismo de Estado tuvo 18 víctimas, entre asesinados y desparecidos, y donde la dictadura cerró el taller ferroviario que daba trabajo a dos mil obreros. Desde ese espacio, se promueven actividades vinculadas a Memoria, Verdad y Justicia y también a sus huellas en el presente: la Mesa ha acompañado a las familias de Cecilia Basaldúa, víctima de femicidio en Capilla del Monte, y de Joaquín Paredes, el adolescente asesinado por la policía en Paso Viejo. Durante este año, organizaron colectas para abastecer a los comedores y merenderos de los barrios populares de la ciudad.

Profesora de Historia, Gálvez es docente de Economía Política, Ciudadanía, Problemáticas sociales e Historia en la Escuela Normal y de Historia de América I y II en el profesorado de Historia del Instituto de Educación Superior Arturo Capdevila. Además, integra la conducción local de la Unión de Educadores de la Provincia de Córdoba.  

1- La situación económica y social actual en nuestro país es muy grave, hay algunas cuestiones que se han profundizado de un modo muy cruel, alentadas por discursos de odio que cristalizan en políticas que dan cuenta de eso. La destrucción de las condiciones materiales del pueblo lleva a una situación grave, alarmante, que duele y nos atraviesa, muy propia de los gobiernos neoliberales. Estas políticas que efectivamente se sienten en el cuerpo social e individual, de manera negativa, por supuesto.  

El impacto que las políticas de Milei han tenido sobre los derechos humanos ha sido terrible: hay un desmantelamiento total o parcial de políticas claves para el proceso de Memoria Verdad y Justicia. Dos ejemplos son el relevamiento de los archivos de las Fuerzas Armadas, y el otro el registro audiovisual de los delitos de lesa humanidad. A esto se suman otras decisiones, como la de poner en suspenso las reparaciones a las víctimas y sobrevivientes de la dictadura, y todo lo que tiene que ver con la preservación de la Memoria. Desde el Estado se sostiene una posición negacionista, y ni hablar de la visita a los genocidas que hicieron varios legisladores del partido del Gobierno. Todo eso impacta de manera directa en nuestra área, porque se vuelve a poner en disputa algo que muchos creíamjos que ya estaba saldado: esa construcción social, política e institucional que significa el “Nunca más” para la democracia, que había sido un piso común, que no se discutía, al que se fueron comprometiendo todos los gobiernos con sus instituciones y que Milei con sus políticas vino a romper al reavivar esos discursos negacionistas y de odio.

2- La evaluación que hago de las políticas públicas es muy negativa. Hay una decisión de destruir todo lo que tiene que ver con lo “público”, que es el espacio donde se disputan los sentidos, imponiendo un discurso hegemónico. Las políticas que se vienen llevando adelante tienen que ver con destruir todo lo que se viene construyendo, lo que existe desde el regreso a la democracia hasta hoy. Es lo que han hecho con el sistema previsional, con un ataque feroz a los jubilados y a las políticas de empleo, de género y las políticas sociales destinadas a sostener a los sectores más vulnerables.

El Gobierno de Milei avanza provocando más pobreza para lograr ese supuesto superávit fiscal que no es tal, siempre detrás de cada una de las políticas hay intereses económicos, en los que se favorecen grupos concentrados del poder, las políticas de empleos también, se vienen destruyendo. No es un corrimiento del Estado, sino un Estado que toma una decisión de alentar un proyecto económico que concentra la riqueza en manos de unos pocos, que es la esencia del modelo neoliberal.  

Los desafíos que persisten en este sentido son desarrollar políticas laborales o de empleo, que permitan terminar con el desempleo, pero también con el trabajo informal, porque afecta directamente al sistema previsional y de seguridad social. Otro desafío es, en el ámbito económico, definir una política energética que le permita al país independencia económica y soberanía. Tenemos los recursos para hacerlo, pero falta la voluntad política.

Movilización en Cruz del Eje, en el contexto del paro nacional del 9 de mayo de 2024 contra el ajuste y los despidos decretados por el Gobierno nacional / Foto: Juan Mazzeo

3- Creo que hay esperanzas. El campo popular tiene perdida la batalla cultural, una batalla que hay que dar a través de los medios, las organizaciones sociales y las redes. Los modos de sumarse tendrían que ser: pensar en una estrategia, primero de resistencia y luego para combatir este tipo de modelo, que se puedan llegar a acuerdos mínimos que permitan trazar un derrotero político y económico más esperanzador.

Los retos que se avecinan son difíciles. Es necesario combatir el modelo neoliberal. Las organizaciones sociales tienen mucha experiencia en llegar a acuerdos, en trazarse metas, en hacer visibles sus reclamos en el espacio público. Hay que volver a escuchar a las bases. Aquellos gobiernos que dicen representarnos deben tomar lo que las bases organizadas están diciendo, las organizaciones sociales, los sindicatos… Mientras no se escuchen esas voces y se diseñen políticas públicas, es muy difícil trazar un proyecto hacia adelante. Ese es el gran desafío. Quien asuma tiene la enorme tarea de escuchar a las bases, a quienes venimos poniendo el cuerpo y la vida bajo estos modelos neoliberales que nos han devastado.

Carlos Quintriqueo, secretario general de la Asociación de Trabajadores del Estado de Neuquén / Foto: ATE Neuquén
Carlos Quintriqueo: “Es necesario construir un acuerdo social para generar empleo genuino”

Carlos Quintriqueo es un dirigente sindical neuquino. Actualmente, Secretario General de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) y de la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA) en la provincia patagónica. Proveniente de una familia mapuche, su compromiso con la justicia social y los derechos laborales se ha forjado desde joven, participando activamente en movimientos obreros.

Quintriqueo ha liderado ATE Neuquén durante más de diez años, logrando que los trabajadores estatales estén bajo convenio y negociando mejoras salariales significativas. Su gestión se caracteriza por la promoción de una estructura sindical inclusiva, con énfasis en la equidad de género y límites a los mandatos. Su trayectoria combina la actividad sindical con un creciente interés por la política partidaria. En 2023, anunció su candidatura para presidir ATE a nivel nacional como parte de la agrupación Verde y Blanca. Además, ha manifestado su intención de incursionar en la política como candidato a senador por el partido “Más Neuquén”, con el objetivo de mejorar la representación de los intereses provinciales en el Congreso.

 

1- La situación social y económica del país hoy impacta negativamente sobre el conjunto de los trabajadores. O sea, con el incremento de la pobreza y la marginalidad, todos los días hay un trabajador o trabajadora más que queda excluido del sistema. Esto en el sector estatal ha pegado muy fuerte, sobre todo en los estatales nacionales. En nuestra provincia del Neuquén, por haber garantizado antes la estabilidad de los compañeros estatales de la provincia y haber firmado convenios colectivos, podemos tener una realidad distinta al resto del país. Pero sí vemos a nuestro alrededor que a los trabajadores nacionales o del sector privado, esta situación les está golpeando muy fuerte, y cada día hay más compañeras y compañeros que están hoy empujados a la marginalidad.

Multitudinaria marcha en Neuquén, durante el paro general del 24 de enero contra la ley Bases y el DNU del Gobierno nacional / Foto: www.politicaviral.ar

 

2- En cuanto a la evaluación de las políticas públicas en el sector que represento, al haber logrado blindar a los trabajadores estatales neuquinos con la estabilidad, con anterioridad a la llegada de Milei a la presidencia, eso también nos puso en otro marco de discusión con el Gobierno de la provincia. Tener desde hace años una discusión de convenios, haber cerrado los convenios colectivos de trabajo en favor de los compañeros y seguir con un esquema de ajuste salarial por IPC, nos pone en una mejor situación. Recientemente, firmamos dos convenios colectivos, modificaciones del sistema de salud para educación con mejoras en relación laboral, salario y condiciones de trabajo. Eso es producto de haber discutido estas cuestiones fundamentales desde hace diez o doce años.

3- Es necesario construir un acuerdo, realmente un acuerdo social, que contenga a los gobiernos, a las empresas y a las organizaciones sindicales. Un acuerdo que le empuje a la marginalidad, a la pobreza, a la no generación de empleo, a los despidos… Esto amerita un debate muy profundo y todos deberíamos colaborar en ese sentido, en buscar reglas claras, para los trabajadores que uno representa y también para aquellos empresarios que realmente apuestan por nuestro país, y que pueda establecer normas claras para el desarrollo, el crecimiento y la generación de empleo genuino, que es lo que hoy está faltando. Y que ese empleo genuino después sea retribuido realmente en los valores que un trabajador necesita, entendiendo los costos de la canasta familiar. Creo que es necesario esa construcción de un amplio debate en todos estos sectores, gobierno, empresa, organizaciones sindicales, sociales, las iglesias, etcétera.

Mayca Balaguer, directora de la Fundación para el Desarrollo de Políticas Sustentables (Fundeps) / Foto: Fundeps
Mayca Balaguer: “El año que viene este modelo se va a profundizar”

Mayca Balaguer es abogada feminista y la actual Directora Ejecutiva de la Fundación para el Desarrollo de Políticas Sustentables (Fundeps), organización de la que forma parte desde el año 2015 y donde comenzó como voluntaria en el equipo de Géneros y Diversidad Sexual.

A lo largo de su carrera, se ha especializado en áreas clave como los derechos sexuales y reproductivos, la niñez y la adolescencia, y la perspectiva de género, destacándose por su firme compromiso con los derechos humanos. Además de su labor profesional como abogada litigante en el Estudio Jurídico Juana Azurduy, Mayca es integrante activa de la Campaña Nacional por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito.

1- La situación es bastante crítica, especialmente para las organizaciones de la sociedad civil que trabajamos en derechos humanos. En lo económico, los costos para mantener nuestras actividades han aumentado significativamente. Aunque Fundeps no recibe fondos del Estado, muchas otras organizaciones han visto cómo el apoyo estatal ha caído a cero. El financiamiento internacional también ha sido afectado: la depreciación del dólar ha encarecido los costos y, además, Argentina ya no es una prioridad para los organismos internacionales. Muchas veces se prefieren proyectos en África, el sudeste asiático o el Caribe, donde el dinero tiene un mayor impacto.

En lo social, hay una sensación bastante terrible. Las organizaciones estamos continuamente reorientando nuestras agendas según la coyuntura. Por ejemplo, aunque trabajamos por la plena implementación de la ley de etiquetado en alimentos, ahora tenemos que centrarnos en temas más urgentes como el acceso a la alimentación y los comedores comunitarios. Todo esto nos genera desgaste, ya que estamos constantemente adaptándonos a nuevas prioridades sociales que no siempre se alinean con nuestros objetivos iniciales. , pero de repente es lo que ocupa la agenda social y tenemos que pensar en eso y buscar articulaciones para generar esos apoyos.

 

2- Me parece interesante pensar en el trabajo que hace Fundeps. Nosotros tratamos de promover políticas públicas. A nivel nacional esto ha sido muy difícil, por el hermetismo con el que se maneja el gobierno hacia la sociedad civil. No se han incentivado espacios de participación. Al contrario, se han cerrado. Lo que están haciendo es desarticular políticas públicas que nosotros mismos habíamos celebrado o habíamos impulsado.

Hay una cuestión material de reducción presupuestaria y la des jerarquización de ciertos organismos, como la eliminación del Ministerio de la Mujer o como ocurrió con la desarticulación de políticas de salud sexual y reproductiva. Es frustrante ver cómo se recortan recursos esenciales, como los destinados a anticonceptivos o medicamentos para personas trans, y cómo se cierran programas clave para prevenir la violencia de género. Pero también en lo simbólico el gobierno promueve discursos que son contrarios a esas políticas. Estamos en un escenario en donde tenemos que reaccionar, repudiar las medidas del Gobierno y no tanto promover, como hacíamos cuando el contexto era un poco más amigable con esta narrativa de derechos.

Mayca Balaguer, en la XIV asamblea general del Consejo Federal para la Transparencia, Córdoba, 27 y 28 de noviembre de 2024 / Foto: Fundeps

3- Sabemos que los desafíos van a seguir. Estas políticas de ajuste van a seguir teniendo impacto en la vida de las personas y las organizaciones. Entonces, no tengo mucha esperanza de que haya un cambio dramático el año que viene, sino que este modelo se va a profundizar. Pienso que esta idea de colaborar con diferentes sectores es clave. Poder pensar en los diferentes niveles de gobierno de manera estratégica para ver cómo se puede avanzar en ciertas políticas, que quizás a nivel nacional  es más difícil, sí podemos poner la ficha en gobiernos locales. Desde Fundeps, entendemos que el sector privado también tiene responsabilidad y deber, en el marco del respeto por los derechos humanos, y es un sector en el que buscamos promover esta perspectiva.

 

* Estudiantes en prácticas supervisadas de trabajo final en el portal Qué y la Secretaría de Producción y Transmedia de la FCC-UNC.

 

Edición: Alexis Oliva