Por Evelina Ramírez *

En un espacio de diálogo con la comunidad, la clase pública organizada por docentes de la FCC-UNC fue una oportunidad para visibilizar y sumar solidaridad en torno a un conflicto en defensa de salarios dignos y del mismo derecho a la educación.

Salir a la calle. Voltear los muros de la Universidad. Hablarle cara a cara a esa sociedad que parece abrumada con el bombardeo mediático desinformante. Tejer lazos de solidaridad entre docentes y estudiantes, porque la lucha es compartida. 

Todo eso se vivió en la clase pública organizada por la Facultad de Ciencias de la Comunicación (FCC) de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) en la Plaza Vélez Sarsfield, que tuvo como eje temático el “Derecho a la educación: la universidad pública y su vinculación con la sociedad”. 

La actividad se concretó el mismo día que la Cámara de Diputados comenzó a debatir el proyecto para declarar la educación servicio esencial, lesionando así el derecho a huelga de les trabajadores. “Si entendemos a la educación como un servicio, entonces es susceptible de ser vendida. Los bienes y los servicios se venden; los derechos, no”, explicó la docente Mariana Palmero al comienzo de la clase. 

En ese sentido, remarcó que esa conceptualización cambiaría de raíz el modo de entender a la educación. Y el razonamiento es sencillo: si la educación es un servicio, puede venderse. Si puede venderse, entonces para acceder a ella habrá que pagar. Además, existirá una obligación para sus prestadores (personal docente y no docente) de seguir brindando ese servicio, aun en situaciones de conflicto presupuestario como el que estamos transitando.

En esa línea, Palmero expresó que la discusión de fondo sigue siendo qué modelo de Universidad queremos: si una que se rige por las demandas del mercado o una que se construye atendiendo las necesidades del pueblo. “La educación del pueblo que defendemos no es una educación que esté pensando en formar solamente profesionales comprometidos solo con su propio proyecto personal y laboral, sino con qué compromiso social y político los estamos formando”, agregó.

Acto seguido, Mariana Gamboa, docente de la Facultad de Ciencias Sociales, habló sobre a la importancia de la acción de la universidad pública en las problemáticas que atraviesa la sociedad, y se refirió al proyecto de extensión “Fortalecimiento de Redes del Cuidado de la Salud Sexual Reproductiva y No Reproductiva del Norte Cordobés”, que lleva adelante desde 2020. 

“Tratamos de juntarnos tomando en cuenta una demanda muy concreta: generar algún tipo de acción que enfrente a la desigualación territorial y de clase que tenemos en la universidad pública, en el norte de la provincia de Córdoba. Atravesadas por este desafío muchas de  quienes llegaron lograr a la educación secundaria, acceden a la universidad y movidas por el feminismo trabajan con un equipo interdisciplinario en el que intervienen estudiantes y egresados de las facultades de Psicología, Ciencias Sociales, Medicina, Ciencias Químicas, por el acceso a la salud sexual reproductiva y no productiva”. 

La docente destacó en la clase abierta que los proyectos extensionistas, como el que llevan a cabo, “tienen mucho rigor académico, mucha necesidad de planificación, mucha necesidad de acuerdo”. Asimismo, señaló: “En todos los territorios, y nuestra responsabilidad como parte del Estado, también es necesario generar procesos de inclusión en nuestros procesos de extensión”.  

Juan Balussi, delegado gremial y docente de Economía en la FCC-UNC: “El cargo testigo que se negocia en las paritarias asciende a 300 mil pesos, mientras que la Canasta Básica Total llega a 900 mil”
Educación de calidad con salarios dignos 

“Docentes de universidad, salarios de pobreza”, rezaba uno de los carteles puestos sobre el improvisado pizarrón montado en la Plaza Vélez Sarsfield.  Allí también se leía: “Un millón de niños no cenan. 50% pobres. Pensar no es un lujo”. 

Precisamente, la cuestión salarial es uno de los aspectos que se abordó en la clase pública. Juan Balussi, docente de la cátedra de  Economía y Comunicación de la FCC y delegado de ADIUC, expresó al portal Qué que la profundización del plan de lucha está vinculada a un reclamo salarial que tiene dos aspectos: recuperación en función de lo perdido por los niveles inflacionarios y una recomposición en función de la canasta Básica Alimentaria y la Canasta Básica Total, que son las que miden la línea de indigencia y de pobreza, respectivamente. 

 

“El cargo testigo que se negocia en todas las paritarias asciende a 300 mil pesos; mientras que la Canasta Básica Total llega a 900 mil. Por lo tanto, tenemos un salario de referencia para los 144 mil docentes universitarios y 12 mil docentes preuniversitarios que está por debajo de la línea de la pobreza y de la indigencia”, detalló el profesional. 

“Hemos perdido más del 35% de la capacidad adquisitiva de nuestros ingresos”, advirtió la doctora y licenciada en Ciencias de la Comunicación Nidia Abatedeaga. Además, señaló que en la negativa del Gobierno nacional a sentarse a dialogar en paritarias se trasluce la desvalorización de los funcionarios de La Libertad Avanza hacia la educación pública. “Es una negativa a poner en valor todo lo que significa la educación pública, laica, gratuita y universal para todos los pobladores de Argentina”, enfatizó. 

 

 

Para la doctora Verónica Pagliano, docente en la cátedra de Anatomía Normal de la Facultad de Ciencias Médicas, “siempre el salario del docente universitario ha sido muy muy bajo, pero con todo este problema económico que está sufriendo el país, la situación se agudiza cada vez más”. “Lo más triste es hablar con colegas y notar que todavía hay un rezago de pensar que la docencia universitaria sigue siendo por amor al arte o por el famoso cartel. Todo eso está muy bien, es muy poético, pero los docentes también necesitamos vivir y para esto nos hace falta un salario digno”, agregó. 

En este sentido, la docente de la FCC Marilyn Alaniz ponderó la importancia de las clases públicas como herramienta de articulación con la sociedad cordobesa. “Creemos central sacar el debate y la crisis que hay en las aulas al exterior para que la sociedad de Córdoba conozca lo que está pasando. Sabemos, porque lo vimos en la marcha del 23 de abril, que la sociedad cordobesa apoya a su universidad. Hablamos de una institución con una trayectoria de más de 400 años formando profesionales. Somos parte de la identidad tanto como el cuarteto”, afirmó. 

Marilyn Alaniz, docente de la FCC-UNC: "Queremos que la sociedad de Córdoba conozca lo que está pasando en la UNC"
¿Qué piensan les estudiantes? 

Desde algunos sectores se intenta dividir la histórica alianza entre estudiantes y trabajadores, afirmando que es el plan de lucha docente el que perjudica al estudiantado y no los recortes en el presupuesto universitario. Si bien hay mucha incertidumbre sobre cómo seguirá la cursada en el resto del año académico, hay reservas de conciencia de que la defensa de la Universidad es una pelea que debe darse en unidad. 

“A pesar de que son medidas que nos afectan, las apoyo porque creo necesario que todo el estudiantado sea consciente de la situación que están atravesando los docentes. Esto nos afecta también a nosotros, porque sin las condiciones aptas para los docentes es muy difícil sostener una educación pública gratuita y de calidad”, expresó al Portal Qué Alejo González, estudiante de cuarto año de la Licenciatura en Composición Musical de la Facultad de Artes. 

Alejo González, estudiante de Artes: “A pesar de que las medidas nos afectan, es necesario que todo el estudiantado sea consciente de la situación que atraviesan los docentes"

Estudiante de la carrera de Ingeniería Electrónica de la Facultad de Ciencias Exactas, Facundo sostuvo que es importante acompañar el reclamo salarial tanto de docentes como de no docentes: “Es importante que estemos todos juntos y organizados, acompañando. La universidad tiene que seguir siendo pública para no dejar de lado a nadie. Y somos los estudiantes los que tenemos que tener más creatividad y más fuerza de lucha para seguir defendiendo nuestros derechos”. 

Por su parte, Gemma, quien cursa cuarto año de la Licenciatura en Comunicación Social, opinó que es “indispensable” apoyar la lucha docente. “Sin salarios dignos, no hay educación que resista y que sea de calidad. Los docentes que tenemos son muy comprometidos. que sus salarios están por debajo del índice de pobreza es lamentable”, manifestó. 

La clase pública de la FCC es un espacio de expresión y de integración. De diálogo abierto y franco con la comunidad. Es mucho lo que está en juego y es necesario seguir movilizades y actives defendiendo la universidad pública, gratuita y popular. 

* Estudiante de la Licenciatura en Comunicación Social en prácticas de trabajo final en la Secretaría de Producción y Transmedia de la FCC-UNC.