Una de las acciones de la Defensoría del Público de Servicios de Comunicación Audiovisual es capacitar a estudiantes y periodistas en buenas prácticas en comunicación y género.

Por Casandra Quevedo Platía. Estudiante FCC.

“Zoom a los derechos. Buenas prácticas en comunicación y género” es el taller de la Defensoría que sale a dar vueltas por el país. Como representante del organismo, Soledad Ceballos habla de la importancia de “entender el origen de la problemática de género y el marco legal que sustenta la idea de pensar la comunicación desde las desigualdades de género”.

Respecto a la problemática, la disertante realiza una distinción entre sexo y género. Mientras que el sexo viene de la biología, anatomía y los genes de las personas; el género alude a una construcción social e histórica, al poder y aprendizaje. Ceballos explica que “Históricamente se ha pensado que la figura del hombre es dominante, cuando en realidad, lo que uno puede hacer con determinada genitalidad, es una construcción histórica y cultural que está arraigada”.

“Si enumeramos roles y estereotipos de género, vamos a encontrar que existen diferencias visibles entre los derechos que existen entre el hombre y la mujer, y que en general la diversidad es condenada”, dice la especialista en género.

A partir de la discriminación y condena a las identidades de género es que la Ley de Medios incorporó artículos en defensa a los derechos de las mujeres y hacia el colectivo LGTTTBIQ (Lesbianas, Gays, Travestis, Transexuales, Transgénero, Bisexuales, Intersex y Queer).

A partir de esta Ley se crean:
• La Ley N° 26.485 de Protección Integral para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres en Ámbitos en que Desarrollen sus Relaciones Interpersonales. El objetivo de esta ley es garantizar el derecho a las mujeres a vivir sin violencia, el desarrollo de políticas públicas e interinstitucionales que erradiquen la violencia, y la transformación de patrones socioculturales que promueven la desigualdad de género. Además se definen distintos tipos de violencia y modalidades. Dentro de esas modalidades se encuentra la mediática. Esta modalidad es una forma de violencia simbólica, que transmite dominación, desigualdad y discriminación en las relaciones sociales.

• La Ley N°26.743 de Identidad de Género, que hizo efectivo el acceso legal de la identidad de género. Trata sobre la vivencia interna e individual del género tal como cada persona la siente, corresponda o no con el sexo asignado en el nacimiento. También incluye la vivencia personal del cuerpo, la vestimenta, el modo de hablar, etc.

Estas leyes constituyen avances en materia de derechos sexuales, reproductivos, civiles y comunicacionales. La Defensoría del Público las toma como base sólida para generar una guía de recomendaciones para un tratamiento mediático responsable.
Los y las comunicadores/as tienen la responsabilidad de difundir información que tenga en cuenta los derechos de todas las personas, deben chequear e investigar las fuentes y formarse en conceptos precisos que no dañen ninguna identidad. En la actualidad, es inminente que los profesionales de la comunicación estén formados en perspectivas de géneros.

¿Cómo hablar en casos de violencia contra las mujeres?

1- Recordar que la violencia contra las mujeres no se limita a la violencia física. También incluye, entre otras, la violencia psicológica, sexual, económica, mediática y patrimonial.
2- Informar a la persona que está o estuvo en situación de violencia sobre las posibles implicancias de difusión mediática de su caso, ya que su visibilización y/o denuncia puede impactar en sus vínculos familiares, laborales, amistosos y sociales.
3- Proteger la intimidad y dignidad de la persona para evitar su revictimización mediática. Es fundamental atender a la especificidad de los casos que refieran a niñas y adolescentes, quienes poseen protecciones aún mayores debido al interés superior de sus derechos.
4- Evitar la obtención o reproducción de l imagen o la voz de una mujer en situación de violencia sin su consentimiento explícito.
5- Prescindir de abordajes que estigmaticen, culpabilicen, descrean y/o sexualicen a las mujeres en situación de violencia, y promover representaciones positivas de quienes están superando o han logrado sobreponerse a la violencia.
6- Privilegiar los enfoques centrados en la prevención y en la concientización de la problemática social de la violencia contra las mujeres, prescindiendo de la espectacularización y ficcionalización de los casos.
7- Chequear y diversificar las fuentes de la noticia y evitar la divulgación de información que pueda obstaculizar los procesos policiales o judiciales en curso.
8- Comunicar los casos a través del uso de imágenes y un lenguaje precisos y respetuosos que privilegien la información socialmente relevante.
9- Abordar la violencia contra las mujeres a través de la multiplicidad de géneros mediáticos sin banalizarla y procurar su seguimiento para evitar que los casos en particular y la problemática en general queden en el olvido.
10- Difundir los datos de organismos y políticas públicas, organizaciones sociales y personas que se especializan en la temática.

Guía para un tratamiento mediático responsable de identidades de géneros, orientación sexual e intersexualidad

1- Respetar el principio de autodeterminación de las identidades y orientaciones sexuales y promover discursos mediáticos que eviten juzgar o desacreditar la autonomía de las personas para definirse.
2- Preguntar a las personas el modo y el pronombre con los que prefieren ser nombradas y respetar lo que ellas indican al respecto. Hacer mención de su identidad de género, su cuerpo u orientación sexual sólo cuando tenga interés informativo.
3- Utilizar terminología representativa, respetuosa y precisa del colectivo LGTTTBIQ.
4-Eludir la presentación mediática de la comunidad LGTTTBIQ a través de formas estereotipadas que deriven de discursos violentos, discriminatorios y/o estigmatizantes.
5- Evitar la tematización del colectivo LGTTTBIQ desde perspectivas médicas y/o enfoques que patologicen la diversidad sexual y de género.
6- Promover enfoques que visibilicen la diversidad y que cuestionen la dicotomía varón/mujer y la heterosexualidad obligatoria como único modelo legítimo de cuerpos identidades, relaciones y familias.
7- Difundir representaciones positivas de las personas LGTTTBIQ en la agenda mediática.
8- Promover el conocimiento de los derechos civiles, reproductivos, sexuales y comunicacionales de las personas LGTTTBIQ y brindar información sobre la forma en que son respetados o no.
9- Evitar la espectacularización de las personas LGTTTBIQ y de las temáticas vinculadas a las identidades de género, la orientación y la diversidad sexual.
10- Evitar la policialización de los casos de violencia contra personas LGTTTBIQ.