Por Bahía Luz de Palma *
Néstor Simone, victimario de la joven cordobesa desaparecida en 2009, fue hallado culpable de homicidio. “Nos vamos con una victoria, aunque se tomaron 16 años”, dijo la hermana de Yamila.
Con 16 años de demora, el jueves 3 de abril el Tribunal Federal Oral 2 (TOF2) dictó la sentencia del juicio por la desaparición de Yamila Cuello, que ocurrió el 25 de octubre de 2009. Fabián Asís, Noel Costa y Carolina Prado sentenciaron a veinte años de prisión a Néstor Simone, ex pareja de la víctima, acusado por su homicidio.
Simone, que atravesó el proceso en libertad, salió esposado y fue trasladado directamente al Complejo Carcelario Nº 1 “Reverendo Francisco Luchesse”, en la localidad de Bouwer, a pedido del fiscal Carlos Gonella, quien advirtió el riesgo de fuga.
Horacio Palacios, hermanastro de Simone y acusado de trata de personas con fines de explotación sexual y homicidio, resultó absuelto. En la jornada de alegatos, la querella y el Ministerio Público Fiscal (MPF) reconocieron la dificultad para probar su complicidad en el crimen, pero manifestaron que Palacios “sabe qué le pasó a Yamila y dónde está el cuerpo”.

En la precaria sala espejo, una multitud escuchó la sentencia y rompió en aplausos. Gabriela Sanso, madre de Rodrigo Sánchez, joven asesinado por la Policía de Córdoba en 2015, con su garganta acostumbrada a elevar la voz frente al Poder Judicial, aliviada de que la sentencia no corriera la misma suerte que la de su hijo, gritó: “Yamila Cuello ¡Presente! ¡Ahora y siempre!”.
16 años exigiendo justicia
“Hay un femicida menos en la calle”, expresó Soledad Cuello, hermana de la víctima, tras escuchar el veredicto. “Hoy nos vamos con una victoria, aunque se tomaron 16 años”, dijo frente a colectivos feministas y organizaciones sociales.
Además de la demora, a Simone lo benefició que al momento de la desaparición de Yamila aún no existía en el Código Penal argentino la figura del femicidio, por la que no pudo ser juzgado.

Entre abrazos y agradecimientos “a toda la gente que acompañó”, Soledad recordó que los jueces determinaron que Néstor Simone desapareció y asesinó a Yamila, pero no establecieron dónde está su cuerpo: “Es un alivio, pero no hay reparación. El Tribunal no nos devolvió nada de mi hermana”.
La búsqueda sigue
“Si la Justicia nos escuchara, podría salvar a muchas mujeres”, dijo Soledad en una improvisada radio abierta en la puerta de Tribunales, acompañada de su otra hermana, Karen, y su hija Ludmila. Desde que Yamila se ausentó, ellas emprendieron una búsqueda que recorrió las calles de todo el país.
Soledad destacó que si el Poder Judicial hubiera actuado cuando realizó la denuncia “la historia hubiera sido otra” y exclamó: “Nos siguen faltando desaparecidas en democracia”.
A pesar de que el debate demostró que Simone fue el responsable de la desaparición de Yamila, aún se desconoce qué pasó con sus restos. Por eso el fiscal Carlos Gonella anunció que se abrió un expediente para continuar con la búsqueda y reconoció que “el Estado tiene una deuda” con la familia de la víctima.
“Es una conquista”
La causa atravesó un largo camino: en dos oportunidades, la Justicia absolvió al principal sospechoso, ahora condenado, lo que imposibilitó juzgarlo por el delito de trata de personas. Sin embargo, las pruebas y los testimonios expusieron que Yamila era víctima de “violencia de género en un contexto marcado por dinámicas de explotación sexual”.
En una rueda de prensa al finalizar el juicio, la abogada querellante Graciela Taranto valoró que “una pena de este tenor es una conquista” y que “quedó acreditado el homicidio y la violencia”.
Sin embargo, lamentó que hubo “muchos delitos” que no se pudieron “ventilar”, porque Simone “gozó de una sentencia de sobreseimiento muy prematura -apenas unos meses después de la desaparición-, que no permitió avanzar con la investigación en relación a la trata de personas y la explotación sexual”.
Respecto a la absolución de Palacios, la querella adelantó que cuando accedan a los fundamentos de la sentencia, van a analizar cómo avanzar.

Con apañe colectivo
“Hoy digo con orgullo: soy feminista, me representa, cuando en ese entonces no sabía lo que era esta lucha, ni conocía la trata de personas”, comentó Soledad al salir de la última audiencia. La hermana de Yamila rememoró su historia personal, enlazada con el crecimiento de un movimiento ahora masivo, que se expandió en el primer Ni Una Menos, el 3 de junio de 2015.
En 2009, la perspectiva de género no formaba parte del sistema de Justicia, pero sí había colectivos que se organizaban para garantizar que avance la investigación de los crímenes en un contexto de violencia de género. Recién en 2012 los femicidios fueron incorporados como un agravante legal en el Código Penal.

Además, Soledad reprochó que la Policía “no buscó a Yamila porque era de barrio”. “Costó un montón, porque no tenemos acceso a la información”, manifestó. Finalmente, advirtió: “Transformamos todo este dolor y la bronca en amor y lucha. Esto continúa, nos siguen matando y los derechos que nos deben los vamos a exigir en la calle”.
* Estudiante de la Licenciatura en Comunicación Social en prácticas de trabajo final en el proyecto Cobertura periodística de juicios con impacto social, de la Secretaría de Producción y Transmedia de la Facultad de Ciencias de la Comunicación, coordinado por Alexis Oliva.