Por Claudio Lencina *
Tras un acuerdo con la Justicia estadounidense, el periodista australiano recuperó la libertad. “Julián pagó severamente por el derecho del pueblo a saber”, destacaron desde la plataforma WikiLeaks. La historia de una persecución y el análisis de dos especialistas sobre una experiencia que revolucionó la investigación periodística.
El periodista Julian Assange recuperó la libertad este 24 de junio luego de llegar a un acuerdo con la Justicia de Estados Unidos. Después de 1.901 días en una prisión de máxima seguridad en Belmarsh, Reino Unido, el creador de WikiLeaks pudo reencontrarse con su familia en Canberra, Australia.
Como parte de una ardua negociación de sus abogados con el Departamento de Justicia estadounidense, Assange se declaró culpable de violar la Ley de espionaje. Así, un tribunal de Saipan en las Islas Marianas del Norte, territorio estadounidense en el Pacífico Sur, Luego de llegar a un acuerdo con el Departamento de Justicia de Estados Unidos, lo condenó a cinco años y dos meses de cárcel, pero al reconocer que estuvo detenido desde el 11 de abril de 2019, lo dejó en libertad.
La Justicia y el Gobierno estadounidenses acusaban a Assange por la publicación de documentos militares confidenciales de Estados Unidos, en particular sobre las guerras en Irak y Afganistán en 2010, y de acceder ilegalmente a las bases de datos militares para adquirir información sensible.
Desde su cuenta de X, WikiLeaks destacó su trabajo: publicar historias innovadoras sobre corrupción gubernamental y abusos contra los derechos humanos. “Como editor en jefe, Julian pagó severamente por estos principios y por el derecho del pueblo a saber”, señalaron.
“El gobierno de Estados Unidos insistió en un cargo, para el acuerdo de culpabilidad de Assange, que criminaliza absolutamente al periodismo. Ese es el precedente que querían sentar. Un acuerdo de culpabilidad no es un precedente judicial, no es una decisión judicial, pero es la propia fiscalía la que está sentando el precedente”, aclararon desde WikiLeaks.
https://x.com/wikileaks/status/1806287646148161937
Frente al tribunal, Assange dijo que cuando publicó los archivos clasificados era periodista, por lo que debió ser protegido por la Primera Enmienda de la Constitución de Estados Unidos, que garantiza el ejercicio de la libertad de prensa.
Por su parte, Barry Pollack, abogado del periodista, manifestó: “El trabajo de Wikileaks continuará y el señor Assange, no tengo ninguna duda, será una fuerza continua a favor de la libertad de expresión y la transparencia en el gobierno”.
VER Cárcel, censura, represalia y aquel encuentro con Google y “alguien más” / Por Alexis Oliva
VER Julian Assange y Wikileaks: periodismo, tecnología y poder / Por Valentín Basel y Arturo Moya
* Estudiante de la Licenciatura en Comunicación Social de la FCC-UNC, en prácticas en el proyecto “Cobertura periodística de juicios con impacto social”, coordinado por Alexis Oliva.