Por Diego Turletti *

Una visita a la red de citas en línea para hombres gays y bisexuales, entre el atractivo de la clandestinidad y la ola conservadora que invade espacios de una comunidad otrora a la vanguardia.

Fue una hermosa tarde de primavera cuando empezamos a hablar, salvo por el detalle que eran las 11 de la mañana de un sábado de mayo. Pero se sentía primaveral, esos días que invitan a salir a disfrutar del sol y la perezosa brisa. Maldita sea, entonces, que vivamos (todavía) en cuarentena. 

No me dijo su nombre; no recuerdo haberle preguntado. Sí recuerdo lo que me atrajo de él: tenía unos ojos verde intenso que parecían perforarme. Recuerdo también que pensé, o una parte de mi pensó (la racional, digamos): ¿qué importa que sea lindo, si lo que necesito son datos que me puede responder cualquiera? Pero bueno, en su momento importó. Decidí mantener cierta profesionalidad y aclaré de entrada que buscaba información para un artículo y quería hacerle unas preguntas. “Bueno, dale”, me respondió, precedido por algunas carcajadas en texto. Genial. Tenía mi objeto de estudio…

Foto: www.loottis.com

Es cliché ya el decir que la cuarentena ha cambiado todo. Otros artículos de gente más inteligente se ocuparán de entender la forma en que esta situación se ocupó de reconfigurar las relaciones laborales y el espacio social. No (me) interesa eso ahora mismo. Mi interés pasa por cuestiones más íntimas, de piel, si se quiere. Y no, no se trata solo de sexo, aunque eso sea una gran parte (como decía Oscar Wilde, “todo en la vida trata sobre sexo, excepto el sexo. El sexo trata sobre poder”). 

Ser gay, o el libertino

Que el homosexual promedio es promiscuo es casi una perogrullada. Forma parte del estereotipo al que cada gay debe sobrevivir, junto con amaneramientos y ciertas vestimentas. La idea general es que la comunidad, sea por acceso a ciertas aplicaciones (justamente, como Grindr), por conveniencia geográfica, o por configuración biológica, tiende simplemente a tener un mayor número de parejas sexuales que sus hermanos héteros. Sin embargo, acá la cuestión se pone interesante: buscando información estadística, descubrí que los fríos números nos dan otro panorama. Varios estudios (okcupid en 2010, en Gran Bretaña del 2013, en Australia del 2014) arrojaron números similares: aproximadamente el 50 por ciento de los gays reportó tener 0 o 1 pareja sexual en el último año, mientras que entre el 20 y 25 por ciento reportó tener más de 10. Resulta que aparentemente la distribución de parejas sexuales en la comunidad sigue la misma lógica capitalista de concentración en un puñado de individuos, dato que distorsiona cualquier percepción de la realidad.

Ahora bien, como todo en la vida, a los números hay que contextualizarlos. No hay que asumir que los encuestados han sido completamente honestos. Y también existe la cuestión de a quién se encuesta: otro estudio (de la Universidad de San Francisco, EEUU, en 2018) nos dice que el 90% de los encuestados, gays entre 18 y 39 años, sólo buscaba relaciones monógamas y el 92% esperaba casarse. Pero Gabriel Martín, psicólogo español y autor del libro Quiérete mucho, maricón – Quiérete mucho, maricón – Manual de éxito psicoemocional para hombres homosexuales, descree de esas conclusiones. Como le dice al diario El Mundo, “para empezar, gran parte de los encuestados eran parejas. (…) Luego, está el hecho de que [los autores] cambian la nomenclatura y, a veces, hablan de relaciones monogamish. Esto es lo que yo llamo pareja permeable, que significa que está abierta a tríos u orgías pero siempre yendo juntos. Así que no es lo que se suele considerar aquí como monógamo”. Martín también agrega otro factor: “En gente joven es más normal tener ideas de monogamia. Una chica de 14 años puede creer en el príncipe azul pero una mujer de 30 se descojona con ese concepto. Si cada vez más los héteros quieren huir de esas relaciones heteronormativas, de fidelidad asfixiante, y buscan nuevas fórmulas, ¿cómo se van a meter ahora en esa idea los gays?”.

Quien escoge no cog…

También está la cuestión de que, aún sin ser completamente cierto, ser promiscuo no debería ser malo. Resulta notable (y descorazonador) leer perfiles en Grindr denunciando esa percibida anti-monogamia con palabrerío que no quedaría desubicado en una reunión del Opus-Dei. Tal como Martín y otros notan, existe quizás una ola de conservadurismo doméstico que invade espacios de una comunidad que otrora estaba a la vanguardia, que rechazaba la aburguesada “normalidad”. Pero nos hemos vuelto viejos, parece. Y eso conlleva selectividad y moralismo.

“¿Cómo te trata la cuarentena?”, fue la pregunta de entrada. Básica, sí, pero la cuestión era de crear confianza y rapport. “Maso… aburrido”, fue la lacónica respuesta. “Puedo laburar desde casa, así que no me afecta tanto, pero igual jode”. Cosas de diseño gráfico, su trabajo. 32 años. Soltero, viviendo solo. “¿Saliste mucho?”. “A comprar, después ni a la esquina jaja”. “Y si te hubiera invitado un chabón de acá, ¿aceptabas?”. “Mm… depende quién”.

Cuerpos prohibidos

Hay una cuestión psicológica de la clandestinidad que es atrayente. Es por eso que muchos de los perfiles en Grindr admiten tener pareja (usualmente mujeres, indicando represión interna o al menos bisexualidad). Para un segmento, la clandestinidad es un aliciente, no un freno. Es lo que se conoce como kink, una pulsión o fetiche hacia algo placentero.

“Me gustan altos y marcados”. Duh. Por un lado, a quién no, y por el otro, bueno, eso me elimina de la contienda supongo. Aunque tampoco le hablé para eso. “Si uno que me gustaba me decía algo, un lindo pibe, agarraba viaje de una jaja”. ”No hubiera tenido drama, es un poco de morbo aparte”. Pero no hubo nadie. “Hay mucho boludo por acá. Mucho vueltero. No me cabe”. ”Acá sólo busco sexo, nada de mariconadas”. Nada de mariconadas. Guau.

Cuentos chinos

Como corolario e interesante giro del destino, Grindr como aplicación ahora pertenece a China. Bueno, no al país entero, pero sí a una empresa con capitales orientales. Es cierto que uno no debería hacerse ideas inocentes sobre el uso de todas y cualquier red social, pero aun así, acontecimientos como este son causa de cierto resquemor. En Marruecos, por ejemplo, una influencer (ugh, esa palabra) por Instagram instó a sus seguidores a hacerse perfiles falsos en Grindr para destapar a todos los gays posibles. No es el único caso. Y es entendible, después de todo. ¿Un catálogo de homosexuales ordenados por distancia, con su foto (a veces) e información (a veces)? Es una mina de oro, para bien y para mal.

Dudo que vuelva a hablarle, o que él lo haga. Lo nuestro fue solo una cuestión profesional. Al final, usé a Grindr para lo que se diseñó, para encontrar a alguien que satisfaga mis deseos, a quien probablemente no recuerde la semana que viene. La transacción es así, y todos sabemos en el fango que estamos enterrados.

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Cronología

Redes Sociales: Más Red, Menos Sociedad

Existe una visión de las modernas redes sociales en la que profetas del apocalipsis las piensan como vehículos de fractura social. Existe una visión de las modernas redes sociales donde visionarios de un futuro 2.0 las llaman simplemente “el futuro”, sin mayores precisiones. Como todo, es de suponer que la realidad reside entre medio de los extremos.

La siguiente cronología está centrada en la historia de las redes sociales, marcando diversos hitos a lo largo del tiempo y detallando sus características más importantes.

AÑORED/APLICACIÓNDETALLE
1974InternetARPANET (desarrollada por el Ejército de Estados Unidos) deviene en la Internet
1980BBSBulletin Board System, una de las primeras redes sociales. Sistema que permitía la conexión de varias computadoras a una terminal para ver anuncios y posteos.
1996ICQUno de los primeros programas para mensajes instantáneos interpersonales.
1999MSN MessengerMensajería provista por Microsoft. Muy popular, luego se fusionaría/integraría con Facebook.
2003MySpaceLa primer red social “moderna”, permitía personalización de espacio único de usuarios. En 2006 superaba en visitas a Google y fue la red más utilizada hasta 2008.
2004FacebookFundada por Mark Zuckerberg en su universidad como conexión de alumnos, es la red más extendida y popular actualmente.
2006TwitterRed de “microblogging”, donde los usuarios podían al principio hacer comentarios de hasta 140 caracteres. Luego se extendió a 280.
2009GrindrLa primera red social específicamente para citas y específicamente para la comunidad LGBT+. Actualmente la más popular en la demografía.
2012TinderParadigmática red de citas tanto para heterosexuales como LGBT+.

Fuentes:

-So you think gay men are promiscuous? Patrick Strudwick, The Guardian, Inglaterra, 2010. https://www.theguardian.com/commentisfree/2010/oct/19/gay-men-promiscuous-myth

-Promiscuity: Promiscuity among homosexual men. Wikipedia. https://en.wikipedia.org/wiki/Promiscuity#Promiscuity_among_homosexual_men

-¿Son los jóvenes gays más monógamos? José Luís Romo, El Mundo, España, 2018. https://www.elmundo.es/papel/lifestyle/2018/05/26/5b07dffbca474103218b467a.html

-La “promiscuidad homosexual”: ¿Adictos al sexo? NotiGay, Colombia, 2017. https://www.notigay.com/noticiaslgbti/la-promiscuidad-homosexual-adictos-al-sexo/

Foto principal: www.xatakamovil.com


* Estudiante de cuarto año de la orientación en Comunicación Gráfica de la FCC-UNC. Texto producido para la materia Redacción Periodística I.