Juan Pablo Sassatelli es músico y coordinadordel Centro Cultural Córdoba. Con él hablamos sobre la actualidad de los centros culturales y los museos de la capital cordobesa.

Por MircoSartore y Franco Corniglione, estudiantes FCC.

Sassatelli nació en Río Cuarto y se recibió como Licenciado en Composición, en la Universidad de Villa María. Ejerció la docencia en distintos niveles,  y actualmente se dedica a la gestión de actividades culturales y artísticas en la Agencia Córdoba Cultura.

Comobuen músico, asgura que le encanta “estar sumergido en el mundo de las actividades artísticas y culturales”.


– ¿Qué es el Centro Cultural Córdoba y qué función cumple?

– El Centro Cultural Córdoba es un multiespacio destinado a las prácticas culturales, que depende de la Agencia Córdoba Cultura. Es un edificio que comprende el Archivo Histórico de la Provincia, además de un auditorio para 200 personas y tiene un espacio destinado para las prácticas de artes visuales. En ese sentido, funciona similar a una galería de arte, más que como un museo. Para el teatro, es un cronograma distinto y está dividido en días. De acuerdo a las disciplinas; de lunes a miércoles hay cine, los días jueves hay música, viernes y sábado teatro, y domingo actividades infantiles.
– ¿Cuál es tu papel dentro de la institución?

– Yo soy el coordinador del Centro Cultural Córdoba. La coordinación no solo implica planificación y producción, ojalá fuera solo eso. La gestión, entendida como tal, es algo más y requiere un mayor número de actividades y de responsabilidad. Es una cuestión estructural, si se quiere.
– ¿Cómo describirías el ámbito cultural cordobés, desde tu conocimiento y experiencia? ¿La gente en general, en Córdoba, está interesada en la cultura?

-Nosotros observamos un panorama bastante adverso, en cuanto a la convocatoria, en cuanto a que la gente esté asistiendo. En general, dentro del Centro, nos preocupa a todos que en este último tiempo la gente se está quedando mucho en la casa, no está saliendo a visitar muestras o a concurrir a conciertos. Hay como un cierto confortmismo, con T, de quedarse a ver la tele, quizás también para no gastar. Por otro lado, veo que hay ciertas actividades que se han arraigado en Córdoba, como el teatro independiente y la música jazz. Además, veo una movida interesante respecto al folclore.
– ¿Y los museos? ¿Cómo los ves?

– Mirá, la Provincia tiene un circuito de museos muy interesantes, de los mejores del país. Creo que hay museos interesantísimos para visitar, con una gran afluencia de 13artistas. Yo lo veo como un ala sumamente rica de la ciudad, que tiene todo un corredor en Nueva Córdoba, entre el Caraffa, el Ferreyra, el Dionisi, el Naturales, y en el medio estamos nosotros con el Centro Cultural.
– Con respecto a ese mismo recorrido, ¿qué te parece la Media Legua de Oro?

– Como les decía, me parece que carece de la afluencia de público más joven. Pero eso se está revirtiendo, y últimamente están yendo cada vez más chicos. Veo muchos turistas con gran interés, y creo que de a poco la Agencia está tratando de abrir esos museos al público de barrio, a los adultos mayores, a los niños en las escuelas. Hay muchos programas destinados a eso. El ojo está puesto en los barrios, en la accesibilidad de las personas con menores recursos y de los sectores más carenciados. Por eso, también existen diversos programas de visitas guiadas, tanto a los museos como a los teatros.


– ¿Quiénes se acercan al Centro Cultural? ¿Más jóvenes, más grandes, estudiantes?

– Como está bien diversificada la programación, eso te segmenta. No es el mismo público del cine, donde encontrás a muchos estudiantes de cine, de fotografía y cinéfilos de todo tipo, que el de los jueves, que hay música. Las actividades tienen un perfil sinfónico, y generalmente acude un público más grande. Con el teatro sucede lo propio, también. A rango general, siempre tenés un sector más de Nuevas Córdoba, es decir, un perfil general de una persona más vinculada hacia las artes y la cultura. Gente curiosa, diría yo.
– ¿Cómo es que, dentro del Centro, están pasando por una transición?

– Estamos en plena transición. El Centro Cultural Córdoba todavía no cumplió dos años. El primero fue encontrándole su perfil. Yo llegué en diciembre, pero estamos con un equipo que le pone unas pilas bárbaras. Trabajamos para hacer conocer al lugar, desde la programación hacia el exterior. Pero muchas veces llega gente que le encantan las muestras y no conocía el lugar. Entonces, retomando la pregunta anterior, te diría que demográficamente tenés un sector de gente interesada en las artes, generalmente de Nueva Córdoba y de clase media, pero a su vez, tenés a un montón de gente que no lo conocía, que cae de casualidad, digamos.——————
– ¿De qué manera manejan la publicidad y se dan a conocer? ¿Existen programas que apuntan a eso, a hacerse visibles?

– Ese es el gran tema de lo que nos sucede a quienes trabajamos en el Estado. A veces cuesta mucho difundir nuestras actividades. Hay un área de prensa que se mata trabajando y que hace su trabajo de manera brillante, no obstante, a veces los grandes medios no prestan demasiada atención a lo que sucede en las instituciones públicas. En algunas ocasiones acompañan, en otras no; no sería demasiado crítico con ellos, pero me parece que son una pata importante y que se podría mejorar. Se mira mucho a Buenos Aires, y está bueno que Córdoba tenga más espacios, que los reclame. De todas formas, noto una apertura hacia un montón de cosas, y últimamente los medios están publicando mucho más lo que acontece aquí en Córdoba.
– ¿Se han conformado comunidades virtuales en torno al Centro Cultural?

– Sí, lo noto. Creo que nuestra red social Facebook, que es la más fuerte que tenemos, eso se ve. El Instagram recién lo estamos arrancando, de a poco, y lo hacemos todo a pulmón. Pero sí, viene creciendo de manera exorbitante. Con respecto a Snapchat, no lo estamos utilizando, pero está buena la idea. Hay miles de ideas que se nos pasan por alto y no podemos estar en todo. Lo cierto es que le ponemos todo nuestro esfuerzo para difundir lo que más podamos.


– ¿Hay alguna articulación con los diferentes museos de la ciudad?

– La Agencia Córdoba Cultura es quien conduce todas las directivas de todos los museos. En diferentes períodos han estado articulados de alguna manera, en el sentido de que todos tienen un esquema similar de horarios y comunicación, no de sus perfiles ni de sus muestras, pero sí en un esquema general para el público; de visitas guiadas, de inauguraciones, etc. En ese sentido, sí se articula para que estén todos regulados bajo la misma órbita.

– Por último, ¿qué aporta el Centro Cultural a la sociedad cordobesa?

– Me parece que el Centro, como cualquier otro espacio dedicado a la cultura, es fundamental. Yo en eso soy un poco más fanático, porque vengo de ese palo, porque soy músico, porque respiro y me encantar estar sumergido en el mundo de las actividades artísticas y culturales. Por eso, yo diría que aportamos no solo un espacio para la recreación y para la reflexión, sino también para el esparcimiento y la práctica. Somos un espacio en el cual, además, albergamos a muchos colectivos artísticos. Para esos sectores termina siendo un refugio grande. Un necesario refugio cultural.