Por Ariel Ferreira Szpiniak *

La pandemia acrecentó la ya agresiva política comercial de las grandes corporaciones en materia de software educativo. Frente a esa avanzada que afecta derechos, el desarrollo de una política tecnológica autónoma en general y de software libre en particular es uno de los grandes imperativos del Estado, la sociedad y la educación pública. La experiencia de EVELIA y UNRC Meet en la Universidad Nacional de Río Cuarto. 

El término soberanía se aplica en muchos ámbitos. Uno de los más importantes para el desarrollo independiente de los países, o regiones, tiene que ver con la soberanía política. Sin embargo, la historia nos ha demostrado que la tecnología es un factor clave, y que sin soberanía tecnológica es muy difícil sostener soberanía política. Quienes dominan la tecnología también dominan a quienes dependen de ella.

Por ese motivo, que uno de nuestros objetivos como país sea la soberanía tecnológica, es fundamental para el desarrollo sostenido y la mejora de la calidad de vida de nuestros ciudadanos, y nuestros hermanos latinoamericanos. Si bien la soberanía tecnológica se relaciona con muchas áreas (nuclear, satelital, industrial, salud, seguridad, educación, agropecuaria, etc.), nos referiremos específicamente al software (que se aplica en todas ellas).

El software, programas que son ejecutados por una máquina, está conformado por una serie de ceros y unos (el lenguaje binario de las computadoras). El ser humano no puede entenderlos, pero la máquina sí. Para obtener esa codificación de ceros y unos se utilizan otros programas que ofician de traductores o intermediarios (compiladores, intérpretes, ensambladores) entre quienes desarrollan el software y la máquina que lo ejecuta. El objetivo es facilitar la construcción, posibilitando al desarrollador construir un programa en un lenguaje de alto (o medio) nivel, denominado código fuente, entendible para un humano con conocimiento en el tema, y que pueda ser traducido automáticamente a ceros y unos, denominado código máquina.

Ahora bien, si al código máquina no podemos entenderlo y necesitamos acceder al código fuente, ¿cómo hacemos? ¿Podemos? Es aquí donde aparecen conceptos clave como software de uso gratuito, software pago y software libre. ¿Qué quieren decir cada uno de estos conceptos?

Que sea gratuito significa que no se cobra por su uso pero sólo distribuye la versión ejecutable (código máquina). La gratuidad tiene varias aristas relacionadas con su modelo de negocio. Nunca debemos olvidar que si un software es gratuito, el producto es quien lo usa. Uno de los modelos de negocio más utilizados en la actualidad es el Freemium (Free+Premium), aunque hay muchos más (suscripción, pago por descarga, publicidad, etc.). El software freemium es totalmente gratuito a cambio de un registro del usuario (datos de contacto) y/o publicidad. En general, poseen un plan básico (gratuito) y una versión premium con funciones adicionales o exclusivas. Aproximadamente, entre el 90 y el 95% utilizan la versión freemium, mientras que el porcentaje restante lo financia (generalmente empresas e instituciones que sacan provecho de sus características). Ejemplos: Skype, Spotify, Dropbox, LinkedIn, Google, Zoom.

El software que se ofrece en modo freemium tiene, a su vez, diferentes modalidades:

Tiempo: comúnmente conocidos como Trial, poseen una prueba gratis por cierto tiempo. Hay que registrarse e incluso algunos solicitan datos de tarjeta de crédito. Es necesario pagar para adquirir más tiempo o directamente comprarlo. Ejemplos: Photoshop (30 días), CorelDraw (15 o 30 días), Netflix (30 días).

Uso: pueden utilizarse todo el tiempo que sea necesario, pero tienen un límite de capacidad de almacenamiento. Es necesario pagar para adquirir más capacidad. Ejemplo: Dropbox (2GB de espacio), Google Drive (15GB).

Funcionalidad: se accede a servicios básicos y hay que pagar para más funcionalidades. Es muy usado en los antivirus, lectores de PDF y de QR, juegos, etc. Ejemplo: Ccleaner, Avast, Loom.

Mejor experiencia de usuarios: aparecen publicidades constantemente (ads) y de forma molesta. Para eliminarlas hay que pagar. Muy utilizado en las aplicaciones para celulares. Ejemplo: Spotify.

Combinación de varios modelos: algunos de estos modelos normalmente se combinan. Ejemplos: Spotify, Ccleaner, Avast (la versión premium, además de no tener publicidad, accede a otras funcionalidades).

Que sea pago, generalmente llamado software propietario o enlatado, significa que, además de tener que pagar por su utilización, sólo distribuye la versión ejecutable (código máquina), mientras que el software libre pone a disposición ambas versiones (código máquina y código fuente). Ejemplos muy conocidos son los sistemas operativos Windows y Mac, el paquete de oficina Microsoft Office, Winzip, etc.

Que sea libre significa que debe ser posible usarlo con cualquier propósito, estudiarlo, distribuirlo y mejorarlo. Como mencionamos, en general, el software tiene dos versiones, la versión ejecutable en la computadora, llamada código máquina, y la versión donde está todo el desarrollo, llamada código fuente. Ejemplos de ello son los sistemas operativos Linux (Ubuntu, Debian, Huayra, etc.), LibreOffice, Mozilla Firefox, Chromium, VLC, VokoscreenNG, OBS, Atril, Audacity, 7-zip, etc.

Para poder entender lo que significa el software libre trazaremos un paralelismo con el origami. El origami es un arte que consiste en el plegado de papel sin usar tijeras ni pegamento para obtener figuras o productos de formas variadas, muchas de las cuales podrían considerarse como esculturas de papel (sombrero, barco, rana, sapito, grulla, etc). Para construir un origami debe seguirse rigurosamente una serie de pasos. Un algoritmo es una serie de pasos u órdenes que un procesador debe ejecutar para solucionar un determinado problema. El procesador puede ser desde una persona hasta una máquina. Cuando un algoritmo se implementa en una computadora se obtiene un producto que pasa a denominarse programa o software. Programar también es un arte, como el origami, donde intervienen múltiples factores como la creatividad, la resolución de problemas, la planificación, el trabajo en equipo, la prueba y el error.

Para construir cualquier figura o producto en origami es necesario un algoritmo. Ese algoritmo debe estar puesto a disposición del interesado en algún formato, papel, video, imágenes, texto más imágenes, etc. De esa manera se puede usar el algoritmo y, siguiendo los pasos allí descriptos, construir el producto. Además, es posible compartir el algoritmo con otras personas, estudiarlo detenidamente para entender el proceso de construcción, modificarlo para mejorarlo o adaptarlo a otras necesidades (tamaño del producto, tipo de papel, color, textura, etc.) y compartir esas mejoras con el resto de la comunidad. En cambio, si no se conoce el algoritmo, no se puede construir el producto, ni adaptarlo a otras necesidades.

El paralelismo entre el origami y el software libre radica en la necesidad de conocer cómo se construye el producto o figura, y a partir de allí ejecutar ese algoritmo (software) para construir una, o más veces, el producto, compartirlo, adaptarlo y compartir las mejoras. En el mundo del software libre, esto se conoce como las 4 libertades (0, 1, 2, 3):

0. La libertad de usar el software con cualquier propósito.

1. La libertad de estudiar cómo funciona el software y modificarlo, adaptándolo a otras necesidades.

2. La libertad de distribuir copias del software para que otros puedan usarlo.

3. La libertad de mejorar el software y hacer públicas esas mejoras para que toda la comunidad se beneficie.

Para que estas libertades se cumplan, existen leyes, denominadas licencias, como la General Public License, donde se establecen los criterios que se deben seguir al momento de utilizar el software libre.

El software libre tiene, además, la capacidad de innovar más fácilmente que el origami, de llegar al mismo resultado (o incluso mejores) yendo por caminos alternativos. En el software libre cualquier actor puede hacer pequeños o grandes cambios, o incluso dar vuelta todo; y el resultado puede ser el mismo, o mejor que el original.

¿Qué tiene que ver el software gratis, pago o libre con la soberanía tecnológica? 

Para avanzar hacia la soberanía tecnológica es condición necesaria evitar el uso de software gratis o pago, y avanzar hacia el software libre, tanto en la utilización de los existentes como en nuevos desarrollos basados en ellos. Ello evitará la dependencia y posibilitará capitalizar el trabajo previo, realizar adaptaciones y mejoras orientadas a nuestro propio contexto de uso, y volver a compartirlas, generando un círculo virtuoso basado en la colaboración y la solidaridad.

Soberanía tecnológica en educación

A lo largo de este año signado por la pandemia y la obligada virtualización de múltiples actividades –en particular, las educativas–, hemos sido partícipes de una política mucho más agresiva, con plazos cortos, en los modelos de negocio freemium, principalmente. Por ejemplo, hemos observado como Google anunció en el mes de mayo de 2020 la inclusión de características premium (que se pagan) en Google Meet (como ampliación a 250 participantes y grabación de las videoconferencias) para “ayudar a la comunidad por la situación del Covid-19”, pero comenzó a retirarlas a fines de septiembre de 2020, sin mediar solución de la pandemia que generó la “ayuda”. Google Meet volvió al límite de 100 participantes pero tuvo que dejar la grabación en Google Drive debido a las quejas de la comunidad, aunque puede ser parte de su modelo de negocios también para evitar el éxodo hacia otras plataformas.

Un caso similar es Google Classroom, al cual acudieron muchas instituciones, por ser gratis, y comenzaron a ser partícipes del modelo de negocios de Google, el cual obtuvo en un tiempo récord, y con poco esfuerzo, un gran avance sobre la educación primaria, secundaria y superior, que hace años busca mediante su línea exclusiva y paga para educación (G Suite for education). Docentes y estudiantes, ahora, son un producto más de Google y vulnerados en sus derechos desde el punto de vista de la Ley de Protección de Datos Personales N° 25.3261. También podríamos mencionar plataformas como Zoom que, además del modelo freemium como Google, y el comercio que realizan con nuestros datos, ha puesto de manifiesto claras violaciones a la privacidad por supuestos errores y censuras a organizaciones que debaten sobre problemas mundiales. 

Foto: Reuters

Otro aspecto a considerar es “el día después”, es decir, cuando ya somos un producto para estas empresas, hemos generado una comunidad cautiva y “educada” en el uso de esas herramientas y una dependencia tecnológica institucional. Muchas instituciones, tarde o temprano, estarán “obligadas” a migrar hacia el modelo premium, por necesitar de ciertas características o porque se quiten algunas de la versión freemium. En general, los planes son mensuales y tomando el dólar como referencia. Al proyectar esos gastos en el tiempo, puede notarse que invertir en desarrollos libres y adaptarlos al contexto institucional con hardware propio o hosting, resulta más beneficioso desde el punto de vista económico, sobre todo si se trata de universidades o los ministerios de Educación que poseen cientos de centros educativos a cargo. Un caso similar sucedió en la crisis de 2001 en nuestro país, cuando muchas instituciones de educación superior, debido a su costo en dólares, no pudieron pagar más por el uso de las aulas virtuales brindadas por WebCT.

Pero, más allá del costo, lo más importante es la soberanía tecnológica y también la soberanía pedagógica. Por ejemplo, el desarrollo de Huayra en el marco del Plan Conectar Igualdad, generó una reacción de Microsoft que puso a disposición su sistema operativo Windows y otros programas a un par de dólares por netbook, para no perder su penetración en el sistema educativo argentino y continuar con programas como “Shape the future” (modelar el futuro), cuyo fin es que las instituciones de educación primaria y secundaria adquieran computadoras con licencias Windows a un precio especial, y de esa forma lograr que el estudiantado se forme con sus productos y aprenda a utilizarlos. El desarrollo de Huayra puso en peligro la política de negocio de Microsoft en la educación pública argentina. Como si ello fuera poco, el paquete de oficina Microsoft Office venía incluído en las netbooks de Conectar Igualdad, pero debía comprarse aparte si era necesario instalarlo en otras computadoras del centro educativo. Movie Maker, una de las aplicaciones más utilizadas en Windows, fue discontinuada por Microsoft en 2012 y, desde 2017 dejó de darle soporte y ofrecer su descarga. ¿Qué pasaría si las actuales generaciones de jóvenes se formaran sin ser cautivos de las grandes corporaciones y sus productos, como Microsoft (Windows, Office, etc,), Google (Gmail, Classroom, Drive, Meet, etc) y por el contrario, desarrollaran habilidades para conocer las características generales de cada tipo de software independientemente del proveedor y seleccionar el que se adapte mejor a sus necesidades? ¿Qué pasaría si esos jóvenes se desempeñaran en su vida laboral, social, económica, política y cultural sin ser dependientes de ciertos productos (software) en particular?

Una mirada institucional: la experiencia de la UNRC

La Universidad Nacional de Río Cuarto (UNRC) viene trabajando desde hace muchos años en el desarrollo de software adaptado a su contexto. En ese sentido, ofrece software que garantiza a los usuarios (docentes, nodocentes y estudiantes) la protección integral de sus datos personales. Los sistemas institucionales SISINFO (sistema de información que contiene una gran cantidad de subsistemas desarrollados con la propia universidad en función de sus necesidades), EVELIA (campus virtual), UNRC Meet (videoconferencias basado en Jitsi Meet), cumplen con la Ley de Protección de Datos Personales, dado que mantienen dentro de sus servidores los archivos (de todo tipo), registros, base de datos, etc., garantizando los derechos de autor, al honor y a la intimidad de las personas, así como también el acceso a la información que sobre las mismas. No comparten datos con empresas, con fines comerciales o publicitarios. EVELIA y UNRC Meet no son de uso obligatorio, hay Facultades que utilizan otros sistemas para realizar algunas funciones relacionadas con docencia, en ese caso son ellas las responsables de evaluar si los mismos cumplen con dicha ley.

De esta forma, es posible mantener a la comunidad universitaria de la UNRC dentro del espacio institucional para realizar las funciones que les compete a cada uno. Toda la información académica, de estudiantes y docentes, se almacena en los servidores del Data Center ubicado en la Campus de la universidad. Lo mismo ocurre con cada aula virtual de EVELIA utilizada a lo largo del cursado (materiales, noticias, mensajes del pizarrón, calendario, estudiantes inscriptos, actividades y evaluaciones, calificaciones, mensajes, foros y videoconferencias en las que participaron, estadísticas de progreso de cada estudiante, fecha, hora y lugar de cada ingreso al aula y a sus distintas herramientas). 

El Entorno Virtual Educativo LIbre Argentino (EVELIA) forma parte de los denominados Entornos Virtuales de Enseñanza y Aprendizaje (EVEA), aplicaciones pensadas con fines educativos que funcionan vía Web con el objetivo de ofrecer alternativas para poder llevar adelante todo o parte del proceso educativo con el apoyo de Internet. En general, los EVEA se presentan como campus virtuales que posibilitan la gestión de usuarios, cursos y herramientas (e-mail, foro, noticias, preguntas frecuentes, mensajería instantánea, videoconferencia, pizarrón, calendario, actividades, evaluaciones, materiales, etc.). Una cuestión central es que posibilitan el diseño de aulas virtuales, adaptadas a las diferentes propuestas pedagógicas. Para ello se utilizan diferentes herramientas, e integran recursos propios o de la Web, que favorecen la comunicación, la interacción y el acceso a los materiales y actividades de aprendizaje, ayudando a crear un entorno propicio para establecer las relaciones mutuas entre el estudiante que aprende, el contenido a aprender y el docente que guía y orienta el aprendizaje del estudiante (triángulo didáctico).

UNRC Meet es una instancia Jitsi, un software libre para videollamadas masivas, adaptado por la Unidad de Tecnología de la Información (UTI) de la UNRC para diferentes funciones. Desde el mes de mayo, cuando se puso en producción, se realizan clases de grado y posgrado, conferencias, debates, charlas, webinars, encuentros (coro, teatro), todas las sesiones extraordinarias y ordinarias del Consejo Superior y las colaciones de grado de las cinco Facultades. Jitsi es multiplataforma y libre, puede usarse desde un navegador Web o una aplicación de celular. Tiene otras cualidades muy importantes, tales como: utiliza poco ancho de banda, posee opción para conexiones lentas, no tiene de tiempo, no recolecta datos personales, transmite en streaming vía Youtube o graba la reunión, puede usarse de forma gratuita en su sitio oficial u otros servidores disponibles, o instalarse en un servidor propio para manejar el límite de tiempo, cantidad simultánea de usuarios y reuniones, moderadores, grabación, integrarlo con otros sistemas y realizar configuraciones de distinto tipo mediante una Interfaz de Programación de Aplicaciones.

Algunos casos concretos de la importancia de usar software libre y tener control sobre el código fuente 

– Sesiones virtuales del Consejo Superior
Por primera vez en los 49 años de la UNRC, el Consejo Superior sesionó de manera virtual y con transmisión en vivo por YouTube. El jueves 14 de mayo de 2020, a menos de dos meses de inicado el ASPO, el Consejo Superior volvió a sesionar, es este caso de manera virtual y utilizando UNRC Meet. Ello posibilitó, además de realizar y monitorear la reunión con servidores y personal propio, la protección de los datos personales de los consejeros y almacenar las probanzas sobre el desarrollo de la sesión. Los consejeros solo pueden ingresar a la reunión mediante acceso autenticado desde el SISINFO, se registra la fecha y hora de ingreso, el chat completo de la reunión (donde se efectuarán los pedidos de palabra, mociones y votaciones), el audio de toda la sesión y el video. A lo largo del año se han realizado cinco sesiones extraordinarias y tres ordinarias, además de numerosas reuniones de comisiones internas del propio Consejo.

– Colación virtual y entrega de diplomas
Durante los meses de octubre y noviembre de 2020 se realizaron las ceremonias de entrega de diplomas de las cinco facultades, correspondientes a la 275° colación de la UNRC. Se concretaron de modo virtual, con presencia de autoridades en el Aula Mayor y de graduados en sus hogares. En 16 ceremonias, se entregaron 648 diplomas de forma virtual, la mayoría pendientes desde el mes de marzo, cuando debió suspenderse por la pandemia. Constituyó otro hecho histórico, ya que fue primera colación de grado virtual. La metodología fue similar a las sesiones de Consejo Superior, en este caso solo los graduados y autoridades podían ingresar a la sala mediante acceso autenticado desde el Sistema de Información de la UNRC y familiares y amigos podían seguirla en vivo por el canal de YouTube de UniRIOTV. Posteriormente, los egresados concurrieron a retirar sus diplomas de forma presencial, con turnos individuales y en horarios acordados con el Departamento de Diplomas.

– Debate virtual de candidatos a Intendente de la ciudad de Río Cuarto
El 25 de noviembre de 2020 la UNRC organizó, como lo hace tradicionalmente, en el debate entre candidatos a Intendente de la ciudad de Río Cuarto. En esa ocasión la modalidad fue virtual y se utilizó UNRC Meet. El candidato de Juntos por el Cambio denunció públicamente que fue impedido de hablar en el cierre del debate por “presuntos” problemas técnicos y responsabilizó a la Universidad por el error técnico. Adujo el impedimento al vínculo de la UNRC “con el kirchnerismo que respalda al actual intendente”. 

Para evitar discusiones innecesarias, pasadas las elecciones (realizadas el 29 de noviembre), el Rectorado presentó un informe técnico, realizado por personal de las áreas que intervinieron. El informe indicó que el problema no fue originado por UNRC Meet ni por el enlace de la UNRC, sino que se produjo por un problema en el micrófono utilizado por el excandidato. El episodio se puede visualizar en el video público del debate transmitido en vivo por el canal de YouTube de UniRIOTV. El análisis minucioso del problema pudo realizarse gracias a tener el software instalado en el Data Center de la univeridad, poseer el control del enalce a Internet y estar gestionado por los trabajadores de la propia universidad.

– Huayra UNRC: un proyecto frustrado
En 2015, se comenzó a trabajar de manera conjunta con el equipo de desarrollo de Huayra para generar una distribución adaptada a las necesidades institucionales de la UNRC, actualizada y mantenida por la UTI. La idea era que ese sistema operativo (libre) fuera instalado en diferentes etapas en los laboratorios de informática de la universidad, las computadoras del personal nodocente, docente, además que estuviera a disposición de estudiantes, graduados y público en general. Todo acompañado de capacitación y soporte técnico. Huayra UNRC estaba compuesta de una distro “base” y un metapaquete “UNRC” con software de uso general, drivers de impresoras, etc. Lamentablemente, a inicios de 2016 el Programa Conectar Igualdad fue prácticamente desmantelado, junto a sus equipos técnicos, de gestión y capacitación. Allí también se frustró el proyecto Huayra UNRC.

Un software con mística emancipatoria

EVELIA se desarrolló en la UNRC y se puso en funcionamiento a finales del año 2019. Es el sucesor del SIAT (Sistema Informático de Apoyo a la Telecomunicación), también desarrollado por la UNRC desde el año 2001 y utilizado para la enseñanza de grado universitaria a partir de 2003. EVELIA recoge todo el desarrollo y experiencia acumulada con el SIAT, al cual le agrega nuevas funcionalidades como  las videoconferencias y las características de ser un software libre, accesible desde dispositivos móviles y de navegación gratuita por estar bajo el acuerdo nacional de “cero rating“, es decir, no consume datos móviles para aquellos que acceden desde teléfonos celulares y no tienen red wi-fi disponible:

Desde su puesta en marcha, EVELIA ha evolucionado constante y rápidamente, sobre todo en el período desde que se desató la pandemia, gracias a poseer un equipo de desarrollo propio en la UNRC, ser libre y contar con el aporte de docentes, nodocentes estudiantes, graduados y autoridades universitarias. En muy pocos meses -desde abril-, se generaron nuevas versiones que posibilitaron a la UNRC adaptarse a la pandemia y poner el eje en la educación virtual. 

Desde el mes de abril, EVELIA tuvo más de 2 millones de accesos, se crearon aulas virtuales para el cursado de todas las asignaturas de la univeridad (que aún no disponían y lo requirieron), se generaron aulas especiales para la toma de exámenes finales (adaptadas a la reglamentación aprobada por la universidad para el contexto de pandemia), para las actividades de extensión univesitaria (Programa Educativo de Adultos Mayores y Talleres de Arte y Cultura) y para los cursos de formación docente sobre enseñanza y aprendizaje en la virtualidad. También se brindó apoyo al Consejo Social universitario y a las escuelas secundarias que están vinculadas institucionalmente mediante diferentes proyectos y programas.

Las fechas patrias fueron hitos en los nuevos desarrollos, consolidando el derecho a la educación, independencia y soberanía tecnológica. El 2 de abril de 2020, se puso en producción la versión 1.2 “Héroes de Malvinas”, que permitió la creación automática y acceso directo a salas de videoconferencia para cada aula virtual en EVELIA, utilizando meet.jit.si (sitio oficial de Jitsi) y para salas de administración personal de cada usuario. Además de una serie de cambios y optimizaciones para poder dar soporte a la gran cantidad de aulas virtuales que se crearon en el mes de marzo y al uso masivo que se generó a partir del ASPO, que sextuplicó el acceso y uso del campus en cuestión de días.

La siguiente versión de EVELIA fue la 1.3 “Revolución de Mayo. ¡Libertad!”, lanzada el 25 de mayo de 2020. Principalmente aportó la primera etapa de integración del sistema de videoconferencia UNRC Meet, versión del software libre Jitsi adaptada por la UTI e instalada en servidores propios de la universidad. De esta manera, todo el campus virtual de EVELIA, y sus aulas, quedaron bajo el paraguas del “rating cero”. Con las versión 1.3 se logró garantizar seguridad, para que solo accedan a las clases virtuales los docentes y estudiantes matriculados, no entregar datos a empresas, guardar toda la información en la nube local de la UNRC y enmarcarse dentro de la Ley de Protección de Datos Personales.

La conmemoración de la Declaración de la Independencia le dio marco a la versión 1.4 de EVELIA, “9 de julio ¡Independencia!”. Esa versión formó parte de las acciones llevadas a cabo dentro de la “Planificación en contextos de pandemia y pospandemia” elaborada por el Rectorado de la UNRC, eje transversal “Plataformas Tecnológicas en el contexto de virtualidad plena y presencialidad con virtualidad”. Aportó módulos para abordar las dimensiones comunicativa, práctica, tutorial y evaluativa de un aula virtual. Por un lado, el módulo de videoconferencia, segunda etapa de integración con UNRC Meet. Se incorporó la gestión de reuniones por videoconferencias para crear reuniones sincrónicas en los días y horarios deseados, definir opciones de grabación o streaming y moderadores. Por otra lado, se realizaron mejoras en diferentes herramientas, fundamentalmente en aquellas que posibilitan desarrollar evaluaciones. También se incluyó un módulo para programar cada evaluación sincrónica a los efectos para garantizar que pudieran realizarse sin inconvenientes, evitando que gran cantidad de usuarios accedan al campus simultáneamente produciendo demoras en la navegación o imposibilidad de acceso.

Los casos presentados nos dan una dimensión de la importancia de usar software libre, tener control sobre el código fuente y un equipo de profesionales que lo desarrolle, adapte y gestione de acuerdo al contexto institucional y las necesidades especiales que puedan surgir, como ha sido la pandemia. El desarrollo de una política tecnológica autónoma, en nuestro caso, en la educación pública, es una herramienta imprescindible para afrontar el desafío de educar para la emancipación tecnológica y garantizar el derecho a la educación.

* Docente de la Facultad de Ciencias Exactas, Físico-Químicas y Naturales de la Universidad Nacional de Río Cuarto. Subsecretario de Ciencia y Técnica.