La reserva hídrica y natural El Terrón está amenazada por el desarrollo inmobiliario y aunque los vecinos se movilizan, falta voluntad política para regularlo.

Por Josefina Crembil. Estudiante Tecnicatura en Comunicación a Distancia. FCC UNC.

Desde 2014 el Grupo Tagle tiene vía libre para construir un emprendimiento privado en El Terrón. Con un informe de impacto ambiental aprobado por la Secretaría de Ambiente de la Provincia y la luz verde del municipio de Mendiolaza, la obra sigue un curso normal. Se trata de una cancha de golf que califique para las grandes ligas y 5 barrios cerrados, que abarcarán de manera gradual las 280 hectáreas que componen la reserva, valoradas por la rica variedad de bosque nativo que albergan.

No fue fácil para los empresarios llevar adelante sus planes sin inconvenientes. Vecinos de las localidades de Mendiolaza y Unquillo, junto a organizaciones ambientales, fueron quienes se opusieron a la ejecución de este emprendimiento a través de amparos judiciales, intervenciones en las rutas, volanteadas, concentraciones, movilizaciones… “El Terrón no se toca” es la consigna principal que sintetiza el conflicto.

Sin embargo, las obras en El Terrón se están llevando adelante. Una comisión vecinal del barrio El Talar pautó ingresos periódicos para poder controlar, junto a especialistas en la materia, la protección del bosque nativo, marcando y censando especies y sectores que no podrían ser talados. Paralelamente, otro grupo considera imperioso tomar una vía judicial para parar el avance de las máquinas.

el terron

Lucía Figueroa, miembro del grupo Terrón Mendiolaza, sostiene: “Ya no confiamos en la Secretaria de Ambiente ni en ningún político, porque nos fallaron, y siguen aprobando desmontes. Por eso consideramos que se deben realizar acciones legales, porque ya están desmontando, es más, avanzaron muchísimo, y si no hacemos algo urgente ya no va a quedar nada de bosque.”

Además, en un comunicado, los vecinos expresaron: “Estamos rodeados de urbanizaciones cerradas que cuentan con todos los servicios, agua, gas, alumbrado, obras de infraestructura de las que carecemos el resto de la ciudadanía, poniendo de manifiesto claramente el direccionamiento de la gestión municipal hacia un determinado sector de la sociedad.”

Preocupada también por la organización urbana, AngelaAlessio de la comisión de El Talar advierte que este proyecto atraería al barrio una gran afluencia de tránsito, y podría provocar una saturación en los servicios. Esto afectaría la calidad de la vida cotidiana de los vecinos.

Diego Gurvich es biólogo y habitante de las Sierras Chicas. Con mucha claridad señala: “En la provincia de Córdoba los cambios en el uso del suelo han significado la casi total pérdida de los ambientes naturales en la llanura (…) El último gran reservorio de ambientes naturales y biodiversidad, las Sierras, están cada vez más amenazadas principalmente por el aumento de urbanizaciones, particularmente barrios cerrados y megaemprendimientos. Este tipo de urbanizaciones no responden a una necesidad habitacional real de parte de la población y utilizan enormes cantidades de área y recursos.”

Ensayo Mendiolaza. En el año 2014, Ezequiel Comesaña, director de cine y vecino de Mendiolaza realizó un documental sobre las consecuencias de los desmontes y las contradicciones entre las sequias e inundaciones que castigan a distintos sectores de la ciudad. “Ensayo Mendiolaza” es la película que expone esta problemática y ubica a El Terrón como un caso testigo. 

Desmonte=inundación

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El 15 de febrero del 2015, barrio Los Cigarrales fue uno de los tantos afectados por la crecida del arroyo Saldán que provocó una inundación inédita en la zona. Es el mismo barrio en donde se encuentra la entrada principal a El Terrón, y que hoy es testigo del avance de las obras.

En un informe publicado ese mismo año por la UNC, un equipo de especialistas encabezado por Alicia Barchuk, analiza cuales podrían ser las causas de las crecientes. Dos factores de riesgo sobresalen: el desmonte del bosque autóctono y la expansión descontrolada de la frontera urbana. Según un mapa de riesgos, incluido en el informe del Instituto Superior de Estudios Ambientales, el sector por donde se ingresa al predio son de alto y extremo riesgo de inundación.

Conforme datos publicados en La Voz del Interior el 30/05/2015 , de las 12 millones de hectáreas de bosque nativo que había en Córdoba a principios del siglo XX, actualmente prevalece solo un 10%.

Consultado por Qué, Portal el biólogo Federico Kopta del Foro Ambiental Córdoba, explica que la vegetación serrana cumple una importantísimo servicio ecosistémico en las épocas lluviosas.  En primer lugar, funciona como paraguas para evitar la erosión; también cumple una función de red que evita el arrastre de las partículas de tierra y finalmente actúa como esponja, ya que retiene y administra el agua.

El especialista asegura que “cuando la cubierta vegetal se deteriora o desaparece, ya sea por incendios, desmontes, urbanizaciones invasivas, cambian sus posibilidades de funcionamiento haciendo que el agua escurra y erosione el suelo, provocando inundaciones”.

La Ley de Bosques en Córdoba. Informe porducido por la Universidad Nacional de Córdoba

El Concejo en desacuerdo

Pese a haber sido aprobado el desarrollo del emprendimiento, la concejala Alicia Lopez Seco (MPI) ha vuelto a ponerlo en agenda 2016, insistiendo con el tratamiento de un proyecto de ordenanza que en su artículo primero determina la suspensión “por el término de dos años todas las autorizaciones otorgadas por el Municipio con estudio de impacto ambiental de  la Secretaría de Ambiente para desarrollos inmobiliarios que  impliquen acciones de desvío, embalsamiento, fijación de líneas de ribera o cualquier otra intervención en cursos de agua, cauces secos, escorrentías y reservorios de agua en la localidad de Mendiolaza”.

En su fundamentación la concejala señala que “es el momento de revisar lo que se ha venido haciendo en materia, ambiental, urbanística y de manejo de los recursos hídricos, para corregir lo que se tenga que corregir y remediar en aquellos lugares que, por imperio de la realidad, ha quedado demostrado que las decisiones tomadas hoy representan un peligro para la vida de los ciudadanos y ciudadanas de los barrios afectados y el resto de los pobladores de nuestra ciudad.”

Sienta precedente el caso de El Montecito, en Unquillo. Allí el Concejo Deliberante rechazó la construcción de un barrio cerrado en esta zona de reserva natural.

En Mendiolaza, sin embargo, la voluntad política del intendente Daniel Salibi tiende a facilitar el emplazamiento de mega desarrollos inmobiliarios pese a la franca situación de emergencia ambiental que atraviesa la región. Mientras en El Terrón el bosque se destruye, anoche, en otra sesión del Concejo Deliberante no hubo acuerdo para paralizar las obras y dar un paso hacia una ciudad sustentable.

El Terrón no se tocaba