Texto y fotos: Priscila Pérez *

La marcha y el festival “La Fuerza de la Marea” por los derechos de las mujeres fueron una muestra de la convicción del movimiento feminista en defensa de la ley 27.610 de acceso a la interrupción voluntaria y legal del embarazo, la ESI y otros avances en materia de género y diversidad. Crónica de una noche para ahuyentar a los antiderechos.

En la vibrante noche del jueves 28 de septiembre, Córdoba se transformó en el epicentro de un enérgico movimiento en defensa de los derechos de las mujeres, en el Día de Acción Global por el Aborto Legal. Desde de las seis de la tarde, frente al Museo de Antropología, en Hipólito Yrigoyen 174, el festival “La Fuerza de la Marea” fue el corolario de la marcha donde les cuerpes se congregaron en defensa a los “derechos conquistados” durante los últimos años y para manifestarse en contra de las amenazas de los discursos en el marco de la campaña electoral. 

Encabezadas por el colectivo Ni una Menos, diversas organizaciones feministas se unieron para marchar, manifestarse y enfatizar la importancia de preservar los derechos adquiridos en democracia, en medio de un año electoral en Argentina. Las voces coincidían en destacar la importancia de la movilización de miles de mujeres para sostener la lucha por la igualdad de género y la defensa de los derechos reproductivos en un momento en el que estas conquistas se ven amenazadas por la derecha y ultraderecha.

“En el contexto político actual en que nos encontramos se ven amenazados muchos de nuestros derechos, muchas de nuestras conquistas, y acá estamos para decirle a la ultraderecha: el Ministerio de las Mujeres, Género y Diversidad no es una conquista de las minorías, es una conquista de este movimiento feminista y diverso. Lo disputamos en la calle y lo conquistamos con lucha y determinación. Ahora vamos por la profundización de las políticas públicas e igualitarias. ¡Hasta la victoria, compañeras, ni un paso atrás!”, enfatizaba una de las integrantes del colectivo. 

Tras el sorpresivo triunfo de Javier Milei, candidato de La Libertad Avanza, en las elecciones primarias del pasado 13 de agosto, el 28S fue para miles de mujeres una oportunidad para responder “por el aborto legal seguro y gratuito, por la educacion sexual integral y por vidas dignas” y para luchar “contra las derechas, el ajuste y el Fondo Monetario Internacional (FMI)”, según  manifestó en sus posteos de Instagram el colectivo Ni Una Menos. Cuestionar y reflexionar sobre cómo se entiende y aplica el concepto de libertad, especialmente en relación con las políticas y propuestas de la derecha, desde una perspectiva feminista y popular, fue uno de los ejes.

Muches de les que iniciaron la marcha desde Colón y Cañada hasta el Patio Olmos llegaban al escenario ubicado frente al Museo de Antropología. Una gigantesca tela verde, emblema del movimiento por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito, ondeaba colgada en las ventanas, recordando constantemente la causa que reunía a mujeres de todas las edades en la calle. Los pañuelos verdes, sobre el pelo, en el cuello, en las muñecas, sobre las mochilas eran el emblema de cada une de les cuerpes. 

Esas miles de mujeres y diversidades que marcharon no se limitaron únicamente a la protesta:el baile, la música y una variedad de actividades artísticas se desarrollaron al caer la noche, junto a una feria de la economía popular donde se ofrecía una variedad de propuestas desde alimentos, indumentarias y artesanías.

La voz de Mimí Spicher, conductora de radio y televisión, le dio paso sobre el escenario al brillo de artistas como Soul Bitches, Hermana Beba, Mery Murúa, Lorena Jiménez, Eva Gou, DJ Princesa Luisy y DJ Tubebere4l. 

La música, el baile, la reflexión y la lectura se entrelazaban, ofreciendo un abanico de experiencias que resonaron con pasión y compromiso. Mujeres de todas las edades ocuparon la calle: algunas bailaban con pasión, otras cantaban con voz firme, mientras que algunas eran espectadoras, absorbidas por el poderoso mensaje de unidad y lucha. Vaivenes emocionales que iban desde la alegría por los presentes a la indignación frente a las amenazas a sus derechos. Las banderas de distintas agrupaciones e instituciones se entrelazaban en el aire con el verde del pañuelo gigante.

Familias, amigas, grupos de mujeres se abrazaban. Los rostros mostraban el brillo distintivo de la manifestación. Destellos de glitter violeta y verde, se mezclaban con sudor y con lágrimas. Colores y colorido como representación de la fuerza y ​​la determinación del movimiento feminista. Entre mates y cervezas, brindaron por lo conquistado y por la lucha que aún sigue en pie. La jornada fue una ocasión para disfrutar, bailar, reflexionar, escuchar música y reír juntas. La ciudad de Córdoba se vistió de verde y las voces de las mujeres y disidencias se alzaron con fuerza en defensa de sus derechos y la igualdad de género, en medio de un contexto político desafiante. La lucha continúa y esta noche fue una poderosa muestra de la determinación para continuar la lucha por un futuro más justo y equitativo.

* Estudiante de la licenciatura en Comunicación Social en prácticas preprofesionales en el Qué Portal y la Secretaría de Producción y Transmedia de la FCC-UNC.