La situación de la comunidad boliviana en Córdoba mejoró hace unos años pero es necesario reivindicar sus luchas y consolidar sus derechos.
Por: Antonella Rossetti y Carolina Santo. Estudiantes de la ECI.
Cada año, los inmigrantes bolivianos que viven en Villa El Libertador realizan una festividad para venerar a la Virgen de Urkupiña. Entre autos ornamentados, danzas caporales, morenadas, diabladas, cholitas, niños, grandes, todo el barrio se hace presente. Las calles huelen a comida típica y resuenan canciones folclóricas.
“Creo que todos los inmigrantes cuando salen de su país tratan de reproducir su cultura, unos más, otros menos. Nosotros, sobretodo, porque tenemos una cultura que es ancestral, es milenaria y de alguna manera nos identifica como tal”, explica Yeri Chávez, presidente de la Organización del Migrante Andino en Córdoba (ODMACOR).
La cultura boliviana y en general la latinoamericana sufrió intentos de invisibilización desde la época de la corona hasta los tiempos que corren. Sin embargo, las comunidades lograron resistir, preservar y transmitir sus tradiciones de generación tras otra.
Legal o irregular
No fue fácil para los inmigrantes bolivianos que se instalaron en Argentina cuando la antigua Ley de Migraciones los consideraba ilegales. Con la sanción de la nueva Ley N° 25.871 a finales de 2003 su situación mejoró: los inmigrantes tienen derecho a la migración, a la igualdad de trato, al acceso no discriminatorio a servicios sociales, bienes públicos, salud, educación, justicia, trabajo y seguridad social, y al acceso a la información. Además, estos derechos no pueden ser negados a los extranjeros que se encuentren en situación irregular.
El actual cónsul de Bolivia en Córdoba, Oscar Sanjinés Vargas, comentó que la entrega de documentación es una de las tareas más importante que desarrolla. “Considero que, por lo menos, ya hemos tramitado al 90% de los bolivianos que viven en Córdoba. Para un extranjero cuando sale fuera de su patria es fundamental la documentación, porque logra un sentido de pertenencia y se adquieren todos los derechos y obligaciones del Estado al que migra”, comentó.
Elecciones en Bolivia
La nueva Constitución política del estado plurinacional de Bolivia, aprobada en enero de 2009 bajo la gestión del presidente Evo Morales, permite el voto del ciudadano boliviano radicado en el exterior. De esta manera, a partir del 2010 los inmigrantes que residían en las provincias de Buenos Aires, Jujuy y Mendoza pudieron ejercer por primera vez el voto a presidente de Bolivia. En Córdoba, este derecho será ejercido el próximo 12 de octubre en las elecciones presidenciales. “Este año ya vamos a poder votar en todos los lugares, no sólo de la Argentina sino del mundo entero. Por eso, empezamos el proceso de cedulación e inmediatamente después se realizó el empadronamiento para garantizar el derecho Constitucional de los ciudadanos bolivianos de emitir su voto y que elijan a sus autoridades”, expresó Sanjinés Vargas.
Sin embargo, parte de la comunidad boliviana en Córdoba desconoce esta posibilidad. En el caso de Virginia Ballejos, quien llegó a la ciudad hace siete años por trabajo y efectuó la cedulación, comentó que no sabe por qué presidente votar, “cualquiera me da lo mismo”. Por otro lado, Centella Martínez hace 10 años que reside en Argentina y sabía que podía votar para las elecciones en Bolivia pero no había alcanzado a hacer el trámite de empadronamiento. “Creo que está bien que podamos votar. No sé en qué condiciones estará Bolivia, pero cuando estaba allá apoyaba a Evo, entonces lo votaría”, comentó. Por su parte, Rosa Elba Balderrama migró a la Argentina en 1993 y dijo que no estaba enterada de que podía votar para su país. Igualmente apoyó esta posibilidad pero aseguró que “no votaría a Evo porque gobierna en contra de los estudiantes y de la gente profesional.”
Ni de aquí, ni de allá
Marta Guerreño López, fundadora y actual presidenta de la Unión de Colectividades de Inmigrantes de Córdoba que nuclea a 38 organizaciones de todas partes del mundo radicados en la provincia, comentó que la mayoría de los inmigrantes de Bolivia que se acercan a esta fundación no están interesados en votar.
En palabras de Marta: “Están enojados con su país porque sienten que los expulsó. Con la llegada de Evo Morales se posibilitó la participación activa de los ciudadanos en las decisiones del país y los inmigrantes no tienen esa costumbre, no lo vivieron de esa forma, excepto las personas que emigraron recientemente que vienen, se interesan y piden información”. Y concluyó: “El extranjero por desgracia siente que no es de aquí ni de allá. Nosotros creemos que no es así, por eso incentivamos a que participen y que sean ciudadanos en todos los lugares”.