Nacida el 22 de agosto de 1953 en Córdoba capital, Adriana Díaz Ríos de Soulier perteneció a una familia castigada por la represión dictatorial. Militaba junto a su esposo Juan Carlos y su cuñado Luis Soulier en las Fuerzas Armadas de Liberación 22 de agosto. Era estudiante de Filosofía y también estaba inscripta en la ECI de la UNC. El 15 de agosto de 1976, un patota militar y policial secuestró a Luis y al día siguiente a Adriana y Juan Carlos Soulier, junto con Sebastián, su hijo de cinco meses. Todos fueron llevados al campo de La Perla y permanecen desaparecidos, salvo el bebé, que fue devuelto a la familia al día siguiente del secuestro en condiciones deplorables. En el reciente juicio “Diedrichs-Herrera” fueron condenados los victimarios de la familia Soulier-Días Ríos. Sebastián declaró como testigo y fue reconocido por haber sido víctima de “secuestro y tormentos agravados” cuando tenía pocos meses de vida.