Por Andrea Lacombe *
“Lxs músicxs y artistas independientes estamos siempre reinventándonos”, dice desde sus 30 años de trayectoria la cantante y percusionista Vivi Pozzebón. El desafío de crear, producir y difundir música popular mientras “el mundo se paró y nadie sabe cómo sigue”.
Es sábado a la siesta y Vivi avisa que se pondrá a responder las preguntas que le pasé por wasap. “Pongo horarios para poder armar el día, cuenta, sino esto de estar todo el día acá guardada”… Es que la cuarentena también nos ha desorganizado un poco la vida. Parte del “quedate en casa” ha implicado el cambio en las rutinas que ya no están regladas por horarios externos sino que exigen adecuar los tiempos y actividades en un solo lugar: la casa.
Vivi Pozzebón es una artista consagrada en la escena cordobesa. Sus 30 años de carrera son eclécticos: desde el rock alternativo con Bandula, música étnica con De boca en boca, la incursión en la escena para niñxs con Grandes chicos, una banda de mujeres percusionistas llamada Combo 9 pimienta –quizás la antecesora del actual Tamboreras ensamble–, su carrera solista que ya lleva 3 discos o el performático Pequeño Bambi donde los clásicos de la música melódica suenan al ritmo del punk. Es que Vivi, como nos cuenta en la entrevista, está en reinvención permanente, lo cual es palpable en las distintas formaciones de las que ha sido parte y en las búsquedas estilísticas en las que incursiona. Es por eso que la cuarentena no la amedrenta y acaba de festejar sus 50 años de vida y 30 en la música con un streaming a todo ritmo. Si no podemos tirar la casa por la ventana, que las pantallas nos den la posibilidad del festejo compartido.
Lxs invitamos a leer sus impresiones sobre este escenario pandémico y, como nos cuenta, “buscarle la vuelta para seguir haciendo, para seguir creando”.
-Te propongo, para empezar, un ejercicio lúdico de imaginación. Hacé de cuenta que estamos en febrero 2020 y contanos, ¿cómo empezó y cómo va a seguir tu año? Shows, talleres, retiros de tamboreras, el estreno del documental…
-Hace ya dos años que empieza con el retiro de Tamboreras, esto dentro del proyecto Tamboreras, mujeres al tambor, que ya cumple 10 años. Hace 3 o 4 años venimos haciendo retiros, en donde nos vamos justamente, nos retiramos de nuestras casas, nuestros hogares para estar en contacto con la naturaleza. Hicimos varios en las sierras de Córdoba, en Traslasierra, en los distintos valles de Córdoba… Y desde 2019 hacemos el retiro en la Patagonia que ya se siente como un clásico. Este año hicimos el segundo y estamos yendo hacia el tercero el año que viene, ya tenemos fecha del 1 al 7 de febrero. Lo organizamos en un lugar que se llama Camping Musical Bariloche que está junto al lago Moreno. Un lugar de ensueño donde nos retiramos en una semana de actividades. Suele ser desde un lunes a la noche hasta el viernes, que es el cierre. Ahí convivimos mujeres de todo el país. Incluso se está abriendo a Latinoamérica, el año pasado vinieron de Chile, que está muy cerca. Para este año ya hay mujeres anotadas de Ecuador. En fin, son cinco o seis días en los que convivimos día y noche, solo mujeres, que vamos a tomar talleres con distintas percusionistas. Si bien yo dirijo toda esta movida, no soy solo yo la que da los talleres, siempre invito a otras tamboreras de acá y de otros lados. Ya pasaron algunas de las chicas de la cuerda de candombe de Uruguay y Ses, una artista de Galicia, panderista.
Bueno así empezó el año, y tengo idea de (risas) irme en mayo para Italia y para España, siguiendo con mi tour. Ya vengo haciendo giras por Europa… Y los talleres de tamboreras que durante el año son una vez por mes. Este año estaba buscando otro lugar porque donde lo estaba haciendo no me cerraba… Al comienzo del año hice algunas presentaciones con Juan Arabel en formato dúo en distintos lugares como Merlo y Traslasierra. El estreno del documental estaba previsto para julio o agosto de este año también… Y bueno así empezó este año. Hace tres años venimos tocando con las Tamboreras ensamble… En febrero también definimos fecha para grabar nuestro primer disco con Pequeño Bambi, un proyecto que venimos llevando a distintos escenarios hace ya 16 años. Es algo más performático donde yo toco la batería, no soy la front, como en el resto de mis proyectos. En este soy la base y formo parte de la dirección artística musical, pero no soy la que se ve.
–Ahora contanos en qué devino el 2020 en cuarentena. ¿Qué otras cosas lograste sostener o incorporaste y cómo las adaptaste a los medios disponibles? Tocar sin público, talleres sin la presencialidad ¿hay una nueva relación con lxs receptores o es una especie de largo stand by?¿Qué son las misas tamboreras?
-Bueno, obviamente con todo esto de la cuarentena, como todxs, tuvimos que reacomodar los planes que habíamos pensado y… ya hace 6 meses que estamos en cuarentena. Los primeros dos meses agradecimos no haber comprado los pasajes para irnos a Roma y desde allí comenzar la gira. Me vino bien la bajada, como a todxs lxs que somos independientes y que siempre tenemos que estar reinventándonos. Dos semanas antes de declararse la cuarentena terminamos de grabar el disco con [Pequeño] Bambi. Yo estaba muy copada porque me había comprado la batería, así que empecé con clases de batería.
También desde el comienzo [del aislamiento] se me ocurrió hacer lives por Instagram, todos los domingos, a los que llamé Tamboreras por el mundo, pero la gente empezó a llamarlo la misa tamborera porque eran los domingos a las 11 y era justamente darle una relectura a la misa como tal.
La verdad surgió sin tener el plan de sostenerlo tanto tiempo, pero hice un live con mi cumpa Lili Zavala, que es la codirectora del proyecto Tamboreras mujeres al tambor. Se me ocurrió hacerlo un domingo porque era relajado y al domingo siguiente ya me gustó y al siguiente invité a Fer, una de las uruguayas de la primera comparsa de mujeres, con quien nos conocimos a través de Lili. Y vi que estaba buenísimo; un espacio de charlas con distintas tamboreras, mujeres percusionistas del mundo, encontrarnos y reencontrarnos. Con algunas era la primera vez que hablaba, otras las conocía pero estar dos o tres horas hablando de la profesión, de cómo empezaste, de tus proyectos, en un espacio muy de entrecasa, como ha pasado también con muchas cosas en esta cuarentena, ¿no?
Este domingo [13 de septiembre] va a ser el cierre de esta primera temporada, como le digo… Fueron 26 domingos consecutivos de hacer entrevistas a distintas mujeres percusionistas del mundo. Ya se había formado con la gente que nos acompañaba todos los domingos un espacio que esperaba para encontrarse con percusionistas, con sus historias y con sus decisiones. Mujeres percusionistas de distintas edades y distintos países, pero siempre con un propósito en común que justamente era estar conectadas, sabernos parte de esta red no solo de percusionistas, esta red feminista, esta red de conciencia que tenemos las mujeres en esta época histórica que nos tocó vivir y también ser parte desde la percusión y la música. Ese es uno de los espacios que pude sostener esta cuarentena.
El 9 de julio participé de un homenaje al cuarteto ¡tocando las congas! Eso para mí fue revolucionario porque por primera vez una mujer tocaba la percusión en un evento cuartetero de estas características! Un streaming en el Teatro Real, con la dirección musical del Negro Videla, organizado por la Dirección de Cultura de la provincia que fue muy visto. Y estuvimos Mariam Pelegrino y yo formando parte de la banda porque gracias a la ley de cupos tienen que incluir mujeres, entonces fuimos las que cumplimos el cupo.
El último jueves de agosto hice mi primer streaming con Juan Arabel de forma más profesional, había equipo de sonido, luces y de cámaras disponibles para que saliera con nivel profesional, con entradas en venta y la verdad es que estuvo muy bueno y muy raro. Toda esa situación de estar ahí e imaginarte que la gente está en su casa escuchándote. Pero bueno, a todxs nos toca ser parte de esta experiencia mundial que estamos atravesando. Usamos otras vías que antes no eran necesarias porque se hacía todo de manera presencial. Esto tiene la posibilidad de llegar a otros lugares… Obviamente que no es la fuerza del vivo ¿no?, pero bueno, siempre aprendiendo de todo… y buscarle la vuelta para seguir haciendo para seguir creando. También he participado y sigo participando de videos con distintas agrupaciones o distintxs amigxs del mundo. El primero fue con Lili Zavala que hizo una canción en cuarentena que se llama Soy musical, con mujeres músicas de distintos lados del mundo.
Todavía no se estrenó, pero Juanito Ayala un compositor chileno me invitó a participar en una canción con distintos músicos y músiques del mundo en la que está la Lula Bertoldi, de Eruca Sativa. También participé de otras producciones más chicas, o más locales, y sigo participando porque van a haber otras más. Así que estoy grabándome en mi casa, cosa que no había hecho antes, con mi compu, y para hacer los videos con el celular… Participé en varias cosas relacionadas con el estreno del documental Madre Baile. Nos están haciendo notas, en distintas publicaciones en diarios y revistas; en tele también en un programa de cuarteto que se llama Tate en casa.
La verdad es que estuve bien ocupada, súper ocupada. Y ahora en los últimos días estamos sacando los temas de Pequeño Bambi a modo de simples. Vamos colgando de a uno. También hicimos un videoclip que está en fase de edición. Y estoy empezando a producir material nuevo como Vivi Pozzebón. En los últimos años estuve inmersa en todo el proyecto Tamboreras, en los retiros, en los talleres y en Tamboreras ensamble, la forma en que la gente me veía en los escenarios. Este tiempo me sirvió para adentrarme y seguir dándole forma a distintas músicas nuevas como Vivi Pozzebón, así que estoy en eso también.
-¿Y qué se viene de Vivi Pozzebón 2020? ¿Qué lugares conceptuales estás explorando?
-Hace mucho que no me sentaba a componer canciones, componer temas. Por ahí tengo una idea y la grabo en mi celular. Lo que estoy haciendo es ver todo lo que tengo, volver a escucharlo. Tengo también cosas anotadas por ahí… Tengo como dispersión de ideas, y estoy tratando de bajarlas, de darle forma, y como estoy trabajando a dúo con Juan Arabel y él está en una faceta más de productor, estamos produciendo con él… Y estamos pensando en un formato de canciones más pequeñas, a dúo. Si bien son mías, trabajamos lxs dos, es una cosa bien íntima, bien acústica y más canciones. No estoy pensando, como en otros discos, otra etapa mía, en la cosa antropológica de la canción…esto de homenajear a la Leo, de… no sé, de las tamboreras, sino de dejar fluir un poco más una canción ….Y tampoco de un ritmo especial, hay chacarera, festejo, hago un cuarteto… No sé, son canciones y obviamente que siempre van a tener mi impronta de ritmo y de percusión que ya está implícita en mí. Percusiones, cuatro, guitarra y alguna otra cosa de producción, pero eso lo que van tener estos temas nuevos es que los estoy pensando como EP, no como disco en un principio. Estoy entrando en otra etapa de Vivi Pozzebón como propuesta.
-Por lo que contás, el formato de EP, cambia la idea del disco como concepto. ¿Esto es resultado del aislamiento, es un proceso que venía de antes? ¿Las dos cosas?
-Es un formato nuevo con respecto a que sobre todo no se está haciendo el formato de disco físico. Y por una cuestión también de varias cosas, por un lado antes se hacía el disco y sacaba todo el disco o mismo subías todo el disco entero a la redes. Ahora los temas salen como simples. Se está pensando conceptualmente cada tema; que la gente escuche ese tema, lo conozca, porque si subís el disco entero hay temas que se pierden. Eso es lo que estamos haciendo con Bambi,… la idea emula un poco los años 50, digamos, pero ahora es en las redes, no te pasan en la radio sino que vos sos tu propia radio…. Hablando de eso, ¡con Bambi tenemos 2200 escuchas! Ya me pasaron a mí por ejemplo, ya pasaron a Vivi Pozzebón (risas).
Otra particularidad de este formato de EP es que no será un disco, no tenés que grabar 10,12 temas, además, podés ir probando cómo lo recibe la gente, más aun siendo material nuevo. Por otro lado también está la cuestión de dinero, porque si bien ya no se hace el disco, todo es dinero. Yo estoy trabajado con un productor, estoy grabando en su casa, le pago a él, no es lo mismo que pagar un estudio, pero bueno, todo tiene su precio también y no es lo mismo hacer 10 temas que hacer 4, por una cuestión de costos. Entonces el plan es, de ahora hasta fin de año, ir largando un par de temas y así tener un EP de cuatro temas y ver cómo lo recibe la gente. Por ahí el año que viene largar tres temas más y ahí se verá si es un EP o un disco. Y con ocho temas ya es considerado disco, con Bambi ya tenemos 8 temas y es un disco, pero un EP son 4 o 5 temas.
-Reinventarse es un verbo de moda o que se apropió al menos de los tiempos que corren. ¿Te pensás por estos días en esos términos, en una adaptación forzosa o cómo lo describirías?
-Lxs músicxs y artistas independientes estamos siempre reinventándonos. No es nada nuevo para nosotrxs buscar nuevas formas, buscarle la vuelta a cómo mostrarnos, cómo producir nuestra música, así que la famosa reinvención quizás haya sido más fuerte para otras personas que para nosotrxs… Si bien fue una cosa de que se paró el mundo, los primeros meses nos vino bien, por los menos a la gente que nos manejamos en la independencia porque siempre tenés que andar corriendo y corriendo, y fue… relax. Volver a leer, parar la pelota, algo que no siempre hacemos, parar, mirar alrededor “bueno, ¿cómo seguir?”. Arremangarse y buscarle la vuelta. Por eso me parece que eso de reinventarnos siempre lo hacemos, y esta es solo otra forma más de reinvención, lo único diferente es que esta vez lo hacemos sabiendo que todo el mundo está así, igual que vos.
-Sabemos que, por tu labor, estás en contacto con el mundo artístico y cultural no solo de Córdoba sino de varios lugares del país y del mundo. ¿Cómo se percibe la situación desde un área que está siendo postergada por las políticas estatales y los protocolos de actuación como si fuera un artículo de lujo suntuoso?
-Acá en Latinoamérica y más precisamente en Córdoba hace muchos años que no se piensa a la cultura como algo que tenga un desarrollo en el tiempo, entonces, cada unx que ocupa ese lugar en Cultura, tanto en el Municipio como en la Provincia, hacen poco con lo que hay, no se piensa un plan a largo plazo… Entonces medio que van chapuceando, ¿viste? Y creo que hace mucho que estamos en esta situación, no es de ahora. Ahora sí se ha agravado más de lo que estaba antes.
Nosotras como productoras, también al no haber ideas nuevas ni en la Provincia ni en la Municipalidad, hemos sido las que les llevamos proyectos porque de ellxs no parte nada, no hay cosas nuevas, como te digo es todo medio a las chapuceadas, con lo que se puede, muy el día a día, no hay proyección. Entonces, a eso hay que sumarle la situación de ahora, con menos dinero en la cultura, en una situación en la que nadie sabe cómo se sigue, lugares donde no se toca porque no hay vistas de cómo sigue todo esto de la cuarentena. Está más agravado que antes, pero no es de ahora.
-Hablando de financiación, ¿hay algún fondo para cultura, por parte del Estado o de instituciones privadas u organismos internacionales en esta coyuntura?
-A través del Fondo Nacional de las Artes hubo cosas como para esta situación. Yo no la gané… Era hasta 30.000 pesos, una ayuda. Después hubo uno a nivel municipal que me presenté y la gané, eran 8 mil pesos una sola vez, menos que el IFE. Hubo un par de INAMU para quienes tuvieran una entrada menor que 15.000 $, yo cobro 20.000 en la escuela entonces no me pude presentar. Ahora hay otro del fondo nacional para hacer canciones en cuarentena, pero hay sólo tres no… Hay una del fondo nacional que vence el 22 y que de hecho ahora me estaba por poner y hay una de Ibermúsicas que se vence el martes, y que a eso no llegué. Hay cosas sueltitas, pero algo hay.
-Sin pensar en términos de “volver atrás” y definitivamente tampoco en los de una “normalidad” -ni nueva ni vieja-, ¿podés imaginar o tenés planes para lo que significará esta transformación que supone e impone el distanciamiento?
-Nadie sabe qué va a pasar ni cómo va a ser el año que viene. Sé por amigxs que en Brasil no se va a hacer el carnaval, se está pensando para el otro año, así que no sé cuándo se va a reactivar la vida tal como era para nosotrxs en su momento. Esperamos que para el retiro de tamboreras ya se haya relajado un poco. Me parece que para el verano nuestro, pequeños shows presenciales ya van a estar autorizados. Bueno, eso es lo que espero, es más mi deseo que lo que sé… Nadie sabe nada (risas).
Por otra parte, con esto de las clases por zoom con las tamboreras he logrado una continuidad semanal que hacía mucho no tenía. Si bien comenzó como una necesidad, lo recibo como una de las buenas cosas de la cuarentena. También el hecho de que en mis clases semanales haya mujeres de distintos lados de Argentina. Creo que es algo bueno de todo esto ¿no? O con estos lives que muchos artistas han hecho y siguen haciendo, con esta cosa de estar cerca ¿no? Obviamente a través de las redes, pero de poder a lo mejor, no sé una persona de Estados Unidos estar hablando con nosotras desde su casa. Para mí eso está siendo lo positivo de buscar otras herramientas que antes quizá las teníamos y no te dabas cuenta de que podías tomar una clase, charlar, o ver un show de Canadá, por decirte algo. La cosa del distanciamiento y del quedarte en tu casa te permite a su vez estar más en contacto con clases y con formaciones del mundo que antes quizás no conocíamos o no habríamos tenido la posibilidad de contactar.
Foto principal: Altroqué Cine
* Licenciada en Comunicación Social de la ECI-UNC y doctora en Antropología Social por la Universidad Federal de Río de Janeiro.