Por Candela Almaraz *

El 1º de septiembre de 2022, Fernando Sabag Montiel intentó asesinar a la entonces vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner. Silenciado por medios hegemónicos y minimizado por el Poder Judicial, el atentado llegó a juicio oral sólo con los autores materiales en el banquillo. Una investigación de los periodistas Irina Hauser y Ariel Sak arroja luz a la oscura trama de la conspiración. Cronología de una escalada de violencia política. 

A las 20.52 del 1º de septiembre de 2022, la entonces vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner volvía a su departamento de la esquina de Juncal y Uruguay del barrio Recoleta, luego de asistir al juicio en su contra, conocido como la causa Vialidad. La esperaba una multitud de militantes que le prestaban su apoyo y contención, frente a la serie de manifestaciones hostiles que se venían sucediendo frente a su domicilio. En medio de la congregación de gente que se agolpaba para obtener una foto o la firma de su libro Sinceramente, un hombre sacó un arma y, a centímetros de su rostro, gatilló sin éxito.  

El ataque, captado en vivo por los medios de comunicación, trascendió rápidamente sin que la propia víctima se diera cuenta. Cristina nunca vio el arma, su mirada se dirigió a uno de los libros que le acercaban y que había caído al piso. La custodia la cercó y la convenció de ingresar al edificio mientras continuaba saludando, sorprendida, sí, por movimientos raros. Un grupo de militantes logró detener al sospechoso y resguardar el arma. 

El atentado implicó que el presidente Alberto Fernández declarase feriado al día siguiente y se produjeran manifestaciones en repudio de lo sucedido en todo el país. A la vez, rápidamente comenzó a circular la idea de que todo era una puesta en escena para victimizar a la vicepresidenta. 

Mientras tanto, la Justicia realizaba los primeros movimientos: el autor del disparo, Fernando Sabag Montiel, fue detenido. La jueza del caso, María Eugenia Capuchetti, le tomó declaración a la víctima y ordenó una revisión de las cámaras de vigilancia de la zona. Tres días después, la policía federal detuvo a Brenda Uliarte, identificada en el lugar del crimen como cómplice. El último imputado en caer fue Gabriel Nicolás Carrizo, dueño de la máquina de copos con la que disimulaban las maniobras de espionaje y planificación.

La entonces Vicepresidenta no alcanzó a ver que alguien le intentaba disparar, porque estaba estaba firmando un libro de su autoría / Imagen: captura de registro audiovisual
La investigación periodística y la instrucción judicial

 

La periodista especializada en temas judiciales, Irina Hauser, siguió el desarrollo de la investigación del atentado en artículos publicados en Página 12. En mayo de 2023, la editorial Planeta le propuso escribir un libro que debía salir en dos meses, una ardua tarea para una causa aún en proceso: “Con el libro tratamos de pensar y entender lo que pasaba en ese momento, y por otra parte, mostrar los baches enormes, las trampas, negligencias y tropelías del Poder Judicial”, cuenta Hauser al portal Qué.

Con ayuda del periodista Ariel Sak, conformaron un equipo de trabajo que sistematizó no solo la información de los expedientes, sino también la presente en medios de comunicación, redes sociales, y entrevistas.  A diferencia de las crónicas que habitualmente se publican en los diarios, el formato libro permitió a sus autores jugar con mayor libertad con las formas narrativas. La introducción en la escena principal, el día del intento de magnicidio, la descripción de los protagonistas con detalles sobre sus características físicas y psicológicas, la recreación de algunos escenarios con sumo detalle, le otorgan cualidades cinematográficas y no por esto restan veracidad a la información que aportan. Lo que aún está bajo un manto de sospecha queda en ese estado, sugerente pero no confirmativo. Y sin embargo, al lector le queda un sabor amargo frente a la obviedad de que la Justicia hace caso omiso sobre algunos detalles no menores. 

Por ejemplo: el viernes 23 de septiembre de 2022, se presentó en el juzgado de Capuchetti, Jorge Abello, de 61 años, periodista del portal Red Online, y asesor del diputado Marcos Cleri del Frente de Todos. Dijo haber escuchado en una reunión en un bar cercano al Congreso al diputado por Juntos por el Cambio, Gerardo Millman, decir: “Cuando la maten, yo estoy camino a la costa”. Sobre esta revelación, se probó mediante registros de cámaras de seguridad que el testigo no mentía sobre el momento, el lugar y las personas que estaban allí, pero no se pudo corroborar la frase. 

Otra cuestión que llamó la atención fue la serie de proyectos de ley y pedidos de informes sobre la custodia de la Vicepresidenta, que Millman presentó antes del atentado. La querella pidió que interviniera la Dirección Nacional de Inteligencia Criminal del Ministerio de Seguridad, o cualquier otra dependencia competente. No sucedió. Pidió allanar el domicilio de Millman, peritar su celular y el de sus asesoras.

Efectivos de la policía Federal custodian el domicilio de Cristina Fernández luego del atentado / Foto: Daniel Vides - Noticias Argentinas

La jueza no dio lugar a lo primero y demoró lo segundo. Ante todo esto, la querella pidió el apartamiento de Capuchetti por innumerables “irregularidades”, pero fue confirmada en su rol.Milman denunció a Abello por falso testimonio y Chapuchetti tomó la denuncia y la mandó a sorteo para que otro juzgado lo investigara, le tocó al juez Julian Ercolini. A fines de noviembre de 2023 este juez le encomendó a la Policía de la Ciudad de Buenos Aires el allanamiento del domicilio de Abello.  

La defensa de Millman se aferró a que el entrecruzamiento de llamadas con las de los acusados Montiel, Carrizo y Uriarte dio negativo. La querella cree que Capuchetti cometió “mala praxis” al demorar tanto tiempo esta pista. Según el libro, a fines de abril de 2023, una de las secretarías del diputado, Ivana Bohdziewicz, se presentó voluntariamente a declarar por tercera vez. Contó que le contenido de su celular y el de otra compañera, había sido borrado en oficinas de Patricia Bullrich en presencia de Millman en noviembre de 2022, después de la primera declaración donde se salvaron que les secuestren los teléfonos, pero antes de que las volvieran a convocar para que los entregaran. En el capítulo 10, la cita de este testimonio revela la gran preocupación de estos actores por el avance mediático que estaba teniendo la investigación del atentado. 

Se sembró violencia

Otros colaboradores de la investigación de Irina Hauser fueron la periodista Emilia Delfino y el abogado Franco Mattielo. En un minucioso trabajo de hormiga, encontraron muchos detalles jugosos, que incluso estaban en el expediente pero nadie conocía, como la foto de Sabag Montiel con el actual presidente Javier Milei. En este sentido, el libro va desmenuzando los vínculos entre los autores del crimen y los nuevos actores de la derecha argentina. 

El equipo hizo un repaso de hechos políticos en los meses previos al atentado, y de los chats encontrados en algunos celulares peritados, no así el de Sabag Montiel que se dañó en menos de 24 horas de secuestrado. Irina Hauser repasa: “Había cosas que pasaban como anécdotas: las bolsas mortuorias, las guillotinas, las antorchas, las patadas al auto de (el entonces ministro de Economía Sergio) Massa. Manifestaciones más pequeñas. Veníamos de una larga persecución que veíamos ya en el segundo gobierno de Cristina con las tapas de Clarín y La Nación, con varias causas que se iban abriendo. Nos encontramos con varias frases de ‘muerte’ y ‘exterminio’, de parte de medios y políticos. Cosas que crearon un caldo de cultivo. Fue impactante ver ese recorrido”. 

Además, destacan algunas declaraciones de periodistas, artistas y militantes, que venían sintiendo que algo podía llegar a pasar. Describen el clima tenso que el juicio por corrupción de la causa Vialidad estaba generando en la zona donde residía la ex vicepresidenta. El episodio del repartidor de Rappi que discutió amenazante con militantes kirchneristas a las afueras del departamento, mientras sucedía el ritual de esperar la llegada de Cristina y las amenazas de organizaciones de derecha como Revolución Federal, o el Ministerio del Odio,  que recrudecieron desde el año 2020, sobre todo en redes sociales. 

En todo esto se puede observar la íntima relación de Brenda Uliarte con el “Presto”, Eduardo Miguel Prestofelippo, el youtuber condenado por hostigamiento a Fabiola Yáñez, primera dama en 2022, y procesado por amenazas a la Vicepresidenta. Como así también la participación de Sabag Montiel y Uriarte en las manifestaciones de Revolución Federal, o los lazos de Carrizo y los abogados de los acusados con políticos de La Libertad Avanza y Cambiemos.  

El juicio “a los copitos” 

No todos los actores sociales o instituciones relevantes se pronunciaron frente al atentado. Entre quienes sí lo hicieron estuvo la actriz Alejandra Darín, presidenta del Sindicato de Actores y Actrices, que recalcó la importancia de “cuidar el consenso democratico construido desde 1983”, porque “no es gratuita la legitimación de discursos extremos, de llamados a la agresión”. 

La misma noche del ataque ya había en los medios de comunicación hegemónicos quienes lo ponían en duda, o informaban que el sospechoso detenido provenía de referentes del kirchnerismo o que se trataba de un autoatentado. Con el correr de los meses, la causa judicial jamás manejó una hipótesis de esas características.

Fernando Sabag Montiel es el principal acusado en el juicio que se inició el 26 de junio / Foto: Reuters

El libro Muerta o Presa finalmente se publicó en septiembre de 2023, a un año del atentado. Para entonces, estábamos en elecciones y se avizoraba un panorama político complejo, cargado de discursos violentos que hasta el día de hoy siguen en escalada. 

El miércoles 26 de junio pasado, el Tribunal Oral Federal Nª6 dio inicio al juicio contra Fernando Sabag Montiel, Brenda Uriarte y Nicolás Carrizo, acusados de homicidio en grado de tentativa contra Cristina Kirchner. Pero para gran parte de la prensa era “el juicio a los copitos”, atenuando así la carga política del hecho y su relevancia judicial. 

La fragmentación de la causa 

El debate oral parece no tener en cuenta la posible vinculación del intento de magnicidio con alguna organización política, como tampoco contemplar la tesis del presunto financiamiento externo. Sin embargo, la misma instrucción judicial, la investigación de Hauser y otras pesquisas periodísticas muestran elementos suficientes para sospechar que hay grupos violentos financiados por poderosos clanes de la política, como el caso del vínculo de Revolución Federal con la familia Caputo, una causa a cargo del juez federal Marcelo Martínez de Giorgi. 

Cuando en junio del año pasado la jueza María Eugenia Capuchetti dio por cerrada la investigación y mandó a juicio oral el caso, descartó los planteos que indicaban la necesidad de profundizar en las vìas del financiamiento del grupo de Sabag Montiel al sostener que no había elementos de prueba que los sustenten. 

Para Hauser: “Ni la jueza Capuchetti ni el fiscal (Carlos) Rívolo hablaron de este caso como un hecho de violencia política, solo lo hizo Rívolo cuando derivó la causa a juicio. Cristina no fue tratada como una víctima, eso hacen en Comodoro Py para diluir una causa, fragmentarla”. 

“Es un juicio a los autores materiales. Faltan los autores intelectuales y los financiadores", dijo Cristina Fernández en la audiencia / Foto: Noticias Argentinas

Todavía bajo sospecha queda el papel de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires, los antecedentes de vigilancia del macrismo sobre CFK, los sumarios internos de policía federal que se abrieron para dilucidar fallas en la investigación, como el daño al celular de Sabag Montiel, la casi fuga de Brenda Uriarte, las demoras de la Justicia en su conjunto para ejecutar las órdenes que facilitaban la investigación, o la serie de celulares con problemas para ser peritados en tiempo y forma. 

También esperan una investigación los vínculos de Jonathan Morel y Leonardo Sosa, entre otros integrantes de Revolución Federal, con Ximena Tezanos Pintos, vecina de Cristina Kirchner, a quienes se los ha identificado ingresando al departamento días antes del atentado. O el último pago de la sociedad Caputo a la sospechosa carpintería de Morel cercano a la fecha del magnicidio. Al respecto, la defensa de Flavio Caputo, a cargo de Matías Cúneo Libarona, aseguró que la empresa desconocía esta organización y definió el proceso como una “caza de brujas”.

En el juicio, hasta el momento, los primeros en declarar fueron los acusados: Sabag Montiel asumió que él “quería matar a Cristina” y su novia “quería que muera”, e insistió con la idea de que lo tienen “secuestrado”. Carrizo se mostró muy conmocionado al hablar de su pasado laboral y familiar. Narró cómo conoció a los otros dos imputados y el origen de su grupo de trabajo de venta de algodones de azúcar. Se desvinculó de lo acontecido diciendo que los mensajes que lo comprometen fueron chistes y que su error fue no haberse tomado en serio la situación.

Sin embargo, la querella en su acusación brindó pruebas de su coautoría en el atentado. Brenda Uliarte se presentó a declarar, al principio risueña, burlándose de la situación, pero luego se la vió nerviosa, confundida y terminó negando su posibilidad de defensa. Su situación abrió la sospecha de que la defensa intentaría declarar su inimputabilidad. 

Como la figura de magnicidio no está tipificada en el Código Penal, el hecho se encuadra como un homicidio en grado de tentativa, doblemente calificado por alevosía y concurso premeditado de dos o más personas, agravado por el uso de arma de fuego. La fiscalía anunció que buscará aplicar el agravante de violencia de género. Sobre este aspecto, Cristina Kirchner declaró: “No soy feminista pero no soy estúpida (…) Cuando una mujer ejerce el poder y no le da la orientación que pretenden los sectores del poder, genera mucha más resistencia. Los hombres no se lo bancan, salvo que sea una mujer que haga lo que le dicen”.

A pesar de que un libro tiene un principio y un fin, ni la investigación periodística ni la causa judicial han concluido. Con un listado de 230 testigos, están previstas audiencias los días jueves en la sala AMIA de Comodoro Py, que se pueden seguir de manera virtual

 

Cronología de un atentado anunciado

2020 

8 de noviembre / Se forma la Federación de Centro Derecha Argentina (FCDA), con un acto frente al Obelisco. Entre el público, se ve un inflable gigante con la imagen de la Vicepresidenta con traje a rayas de presidiaria. Desde entonces, ese tipo de violencia discursiva se acrecentará y derivará en agresiones materiales.

2021

27 de febrero / La organización Nueva Centro Derecha (NCD) organiza en la explanada de la Casa Rosada una protesta con bolsas mortuorias rotuladas con nombres de dirigentes políticos. Una de las imágenes de ese día muestra el apretón de manos entre Patricia Bullrich y Javier Milei, con Hernán Carrol, referente de NCD detrás.

25 de mayo / Un artefacto explosivo detona en una de Bahía Blanca donde funciona el Ateneo Néstor Kirchner.

2022

10 de marzo / Mientras el Senado debate el aval a un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, un ataque a pedradas causa destrozos en el despacho de Cristina Fernández en el Senado. 

28 de marzo /  Aparece la ciudad empapelada con afiches con la cara de Cristina acusandola de asesina por hacer negocios con el presidente ruso Vladimir Putín por la vacuna Sputnik. Nunca se supo quién mandó a colocarlos. 

25 de mayo / Explota una bomba en el ateneo Nestor Kirchner de la ciudad de Bahía Blanca. En la vieja casona también tienen sus oficinas dos legisladores. El municipio -a cargo del PRO– no pudo aportar grabaciones de cámaras de seguridad cercanas: “no funcionaban”. 



2022

 

10 de marzo / Los medios consignan que “durante una protesta pacìfica contra el acuerdo con el FMI” realizada por agrupaciones de izquierda, un grupo de manifestantes prendió fuego contenedores de basura y atacó con piedras y gomeras el despacho de Cristina Kirchner en el Senado. En el momento del ataque, la senadora se encontraba en la oficina reunida con Anabel Fernández Sagasti, Oscar Parrilli y Máximo Kirchner.

28 de marzo /  Las principales avenidas de Buenos Aires aparecen empapeladas con afiches con el rostro de Cristina Fenrnández en Blanco y Negro, reclacionándola con la decisión de comprar a Rusia la vacuna Sputnik contra el Covid 19. La leyenda decía: “Culpable de 35 mil muertes. Elegiste los negocios con Putin en lugar de salvar vidas”.  Nunca se supo quién mandó a colocarlos. 

25 de mayo / Primera aparición pública del grupo Revolución Federal, fundado por Leonardo Sosa y Jonathan Morel. Ambos militaron la candidatura de Mauricio Macri en 2015 y luego se inclinaron por el grupo libertario.

9 de julio /  Con el Hashtag #9J se convoca a un banderazo en la Plaza de Mayo, del que participan Sabag Montiel, Uriarte y Carrizo. Llevaron al frente de la Casa Rosada una guillotina con el logo del Frente de Todos y la frase “Presos, muertos o exiliados”. También participan, el entonces diputado de Pro Waldo Wolf y el periodista Baby Etchecopar, entre otros.

14 de julio / A dos años de la fiesta durante la cuarentena por el cumpleaños de Fabiola Yañez, Revolución Federal organiza una protesta con velas frente a la Quinta de Olivos. Algunos manifestantes llevaban trajes a rayas y carteles que decían: “Día nacional del Hijo de Puta”.

21 de julio / Manifestantes que se identificaron como “autoconvocados” lanzaron basura y patearon las puertas de la sede del Instituto Patria. Un hombre vestido con un delantal blanco, canoso, llamado Claudio Herz, amenazó de muerte a la vicepresidenta desde un megáfono. “Te vamos a ahorcar acá, delante del Instituto Patria y, si no, delante del Senado”, decía.

18 de agosto / Revolución Federal cuelga en las rejas de la Casa Rosada: “Al kirchnerismo, cárcel o bala”. Encienden antorchas y arrojan algunas encendidas por sobre las rejas de la Casa Rosada. 

27 de agosto / Primer intento de Sabag Montiel de cometer el atentado. Cristina habla sobre una tarima afuera de su departamento. Pruebas incorporadas al expediente provenientes de chats y registros fílmicos muestran a Sabag Montiel muy cerca del gobernador Axel Kicillof y a Brenda Uriarte junto a la máquina de Copitos que usaban para camuflar sus acciones. Ese día Uriarte escribió: “Para limpiar Argentina hace falta que corra sangre… Sé usar un fierro, no soy francotiradora pero algo es algo. Hay que encontrar un hueco ser estratega. No es fácil pero hay que encontrar la vuelta…”.

1 de septiembre / Intento de magnicidio contra la Vicepresidenta. Se detiene a Fernando Andrés Sabag Montiel. En días posteriores, a los cómplices: Brenda Elizabeth Uliarte y Gabriel Nicolás Carrizo.

15 de septiembre / Leonardo Sosa, Revolución Federal, en una entrevista con Anfibia comenta que uno de sus clientes es el Grupo Caputo.

23 de septiembre / Se presenta en el juzgado de María Eugenia Capuchetti, Jorge Abello, periodista 61 años, asesor del bloque del Frente de Todos de la Cámara de Diputados y colaborador del diputado Marcos Cleri. Su testimonio vincula al diputado del PRO, Gerardo Milman, con el atentado.  

4 de noviembre / Primer acto de CFK post atentado, plenario en la Unión Obrera Metalúrgica. Algunas de sus declaraciones: “Es necesario hablar de un nuevo acuerdo democrático en la Argentina” “En estos dos meses y tres días lo que no podía sacarme de la cabeza, ni aún hoy, es qué hubiera pasado si hubiera gatillado, esa imagen para mis hijos y mis nietos” “esos presuntos indignados era gente pagada por empresarios que se identificaron con el anterior gobierno, con el macrismo que endeudó a la República Argentina”. “La Justicia no va a investigar nada porque me quieren de acusada, no de víctima”. 

2023

29 de mayo / La causa por el atentado se eleva a juicio. El fiscal Rivolo aseguró “la prueba recabada hasta el momento impide considerar que haya existido una organización de cualquier tipo, partido político o partidario, persona o grupo de personas que hayan, de alguna manera, financiado, planeado, encubierto o contribuido de alguna forma con los imputados para llevar adelante el hecho investigado” “toda la prueba reunida hasta aquí revela que los imputados llevaron a cabo el acto por sí solos” 

12 de junio / La jueza Capuchetti dispone su paso al debate oral. Brenda Ulliarte desplaza a su defensa oficial y designa como abogado a Carlos Telledín (ex preso por el atentado a la AMIA). Capuchetti mandó a jurídico a Sabag Montiel y Uliarte como coautores de homicidio doblemente calificado por alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas, agravado por el empleo de un arma de fuego, en grado de tentativa, de la vicepresidenta. Carrizo quedó como partícipe secundario. Los abogados de Cristina alertaron que mandar a juicio una investigación por tramos es una práctica incorrecta y daña el descubrimiento de la verdad. Se supone que la pista Milman se investigará por separado.  

2024 

26 de junio / Se inicia el juicio oral y público en el Tribunal Oral en lo Criminal Federal N°6 . Causa: 2998/2022 Caratulada “Sabag Montiel, Fernando Andrés y otros s/homicidio agravado”. Declaración de Sabag Montiel: “No lo quería hacer, pero sentí que lo tenía hacer (…) Uno se arrepiente más por sí mismo que por el otro”.

14 de agosto / Declaración de Cristina Fernandez en el juicio: “Es un juicio a los autores materiales. Faltan los autores intelectuales y los financiadores. El Poder Judicial, lo que yo considero el Partido Judicial, protegió y sigue protegiendo a quienes tuvieron que ver con este atentado”. “Tenemos sentados acá a los autores materiales, pero no a los ideólogos ni a los financieros. Es una deuda que tiene que se tiene que saldar no conmigo, sino con la democracia y toda la gente que, de alguna u otra manera, cree que la política sigue siendo un instrumento para cambiar la vida de la sociedad, y no para matar y estigmatizar”.

Canal de Youtube del Tribunal Oral en lo Criminal Federal N°6 – Causa: 2998/2022 Caratulada “Sabag Montiel, Fernando André y otros s/ homicidio agravado”.

https://www.youtube.com/playlist?list=PLOBlyC5cDroE_fNXbg2GiLUN8yn76_or5 

* Estudiante de la Licenciatura en Comunicación Social de la FCC-UNC, en prácticas en el proyecto “Cobertura periodística de juicios con impacto social”, coordinado por Alexis Oliva.