La consigna reunió en el Centro de Documentación del Cispren a protagonistas del Cordobazo, periodistas y docentes de la FCC-UNC, para conmemorar la movilización obrero-estudiantil que marcó el principio del fin de la dictadura de Juan Carlos Onganía. Marta Sagadín, Nené Peña, Ximena Cabral y Alexis Oliva pusieron sobre la mesa relatos, recuerdos, reflexiones e interpelaciones.
Por Guadalupe Herrera y Alejandra Boccardo *
Memorias de la gesta obrera-estudiantil que pobló las calles un 29 de mayo de 1969 se hicieron presentes en el Cispren. La jornada, que tuvo como consigna “Cordobazo… y después”, se inició con una exposición de libros, publicaciones y revistas que reúnen momentos y testimonios de esos días. A través de las imágenes registradas por el fotógrafo Leonardo Luna de la cobertura del diario “Córdoba” se recreó aquel clima de efervescencia social. En páginas, fotografías y titulares expuestos en la sala, lxs asistentes pudieron transportarse a aquella época.
Organizado por la Secretaría de Cultura del Cispren, Beatriz Molinari, secretaria del área, fue quien coordinó el panel “Cordobazo… y después” conformado por protagonistas de la jornada del 29 de mayo del ‘69, Nené Peña y Marta Sagadín, y por lxs periodistas e investigadores de conflicto social, Alexis Oliva y Ximena Cabral. El panel tuvo por objetivo resignificar la lucha de quienes estuvieron presentes en la gesta y, además, pensar lo que el Cordobazo significa hoy.
Para Molinari la presencia de las protagonistas del Cordobazo es “un ejemplo de compromiso, claridad ideológica y humildad”, agradeció su presencia y dijo que “escucharlas es una lección de democracia y coherencia política”.
Nené Peña fue una de las mujeres que vivieron el Cordobazo desde adentro. A sus 20 años, militaba en Movimiento Bancario Base, la organización que formó junto a sus compañeras. Con palabras colmadas de emoción compartió sus recuerdos con el público que escuchaba atentamente.
La ex dirigente bancaria cuenta que por aquella época, en los gremios y sindicatos, se vivía una amarga sensación de quita de derechos y que, por eso, en las juntas internas ya se había hablado de militar sindicalmente y con el deseo de “terminar con aquellos que se sientan en un sillón y que no hacen lo que se debe hacer”.
Pero, a su vez, Nené remarca la alegría del encuentro: “Mi recuerdo más grande es la unidad. Primero, la que hubo entre los bancarios de trabajar con la misma idea. Y también la unidad de los gremios con los estudiantes” dice con la voz casi quebradiza. “Fue la primera vez que estuvimos juntos, muy juntos”, cuenta.
“Sigo siendo fuerte, pero me emociono”, agrega Nené y concluye que lo que más valora es la unidad y también “pensamiento de que si alguien te elige no es para que te sirvan, sino para servir”.
Al finalizar su testimonio, Nené se dirigió a Marta Sagadin para agradecerle por su compromiso con las mujeres: “ella es la que luchó para que las mujeres fuéramos reconocidas como militantes sindicales, más allá de ser madres, tener maridos y trabajo. Eso yo, a vos, te agradezco mucho, por todo lo que hiciste por todas nosotras”.
Una lucha con perspectiva de clase
Marta Sagadín participó en el Cordobazo mientras formaba parte del Partido Comunista, allí presidió la Comisión Femenina y fue secretaria de la UMA (Unión de Mujeres de la Argentina). Es fundadora de la primera biblioteca especializada en género de Córdoba, “Juana Manuela Gorriti” y mentora y militante de la Red de Bibliotecas con Perspectiva de Género. Además, Sagadín participó en la elaboración del libro “Mujeres desde el Cordobazo”, siendo parte del Movimiento de Mujeres de Córdoba, desde donde se “libraba una lucha de perspectiva de clase”.
“Mi vida estuvo ligada a los derechos humanos de las mujeres”, comenzó diciendo la militante feminista, “el día del Cordobazo las mujeres estábamos en las calles acompañando el proceso de enfrentamiento al régimen, peleando junto a los hombres codo con codo, aún sin saber en qué iba a terminar esa insurrección ni qué envergadura iba a adquirir el accionar de la policía”. En este sentido, coincide con la experiencia contada por Nené Peña, al remarcar el sentido de unidad y acompañamiento que se vivió durante aquellas jornadas.
“Las mujeres siempre estuvimos. Desde el Cordobazo, y desde antes”, afirma Sagadín y explica que en ese momento el contexto internacional estaba signado por la Revolución Cubana y que el Mayo Francés sirvió de precedente para algunas de las luchas que llevaban a cabo las mujeres. “Peleábamos por poder usar pantalones”, dice la militante y cuenta una anécdota en donde se le prohibió la entrada al hospital donde estaba internado su hijo sólo por llevar pantalones puestos.
Además, Sagadín recuerda que la violencia de género también existía hasta dentro del propio partido “muchos compañeros les pegaban a sus mujeres. Yo no concebía que eso se diera dentro de una organización partidaria que estaba luchando por un mundo mejor. Así aprendimos que lo personal es político. Lo que pasa en las cuatro paredes del hogar es parte de la sociedad patriarcal en la que vivimos”.
Respecto al 50º aniversario del Cordobazo, Sagadín dijo que “Estos 50 años nos han dejado muchas leyes y muchas conquistas” ya que ese 29 de mayo significó un inicio de toma de conciencia, a través de la cual “aprendimos y desaprendimos mucho”.
La necesidad de forjar relatos y miradas más humanas
La consigna “Cordobazo… y después” invita a rememorar lo acontecido durante las jornadas del mayo rebelde cordobés pero también a pensar en cómo aquella organización obrero-estudiantil se conformó como un paso adelante en la construcción del poder popular. Por ello, Ximena Cabral y Alexis Oliva, periodistas e investigadores de los hechos más allá de la nostalgia.
Ximena Cabral es docente e investigadora dentro del campo de los conflictos sociales y autora del libro “El torno y la molotov. Relatos e imágenes de la Córdoba obrera de 60-70” que reúne testimonios de trabajadores que vivieron su juventud en la Córdoba de la época.
La periodista y ex secretaria de Cultura de Cispren, celebró poder ser parte de esta instancia de encuentro, y que sea en este sindicato: “la historia está acá, en nuestra casa, en el diario Córdoba y en la cantidad de libros y publicaciones del Cordobazo que podemos ver hoy”.
“¿Por qué sucede lo que sucede?” es el disparador que inquieta y moviliza a la investigadora a la hora de pensar en el conflicto social, las revueltas y las rebeliones. Y nos invita a pensar que aquello que aparece como “acontecimiento”, en este caso el Cordobazo, forma parte de “un proceso de ciclos y de redes de protesta y de unidades y articulaciones, y de peleas y confrontaciones previas”.
Además, nos recuerda que estas conmemoraciones de aniversarios nos permiten “volver a preguntarnos, nos marca la agenda, para que volvamos a pensar”. Y cuenta que quizás hoy serían otras las preguntas que haría al encarar el libro que publicó hace 10 años, pero celebra el hacer lecturas que antes no hacía y valorarlo desde ese otro lugar. “Estas efemérides también nos permiten juntarnos, compartir esta mesa y reconocernos”, agrega.
Cabral interpela a los comunicadores, periodistas y formadores del relato para decirles que es muy importante “tener la conciencia de todas las experiencias y vivencias que los cuerpos de los protagonistas portan”. Porque cuando las investigaciones se hacen sólo en base a diarios, hay muchos hechos, anécdotas y procesos que no aparecen. Por eso, es necesario escuchar a quienes formaron parte: “mediante la entrevista, mediante el boca a boca, informantes claves y también esto, juntarnos a charlar un rato, a compartir un momento”.
La docente invitó, finalmente, a “seguir desarrollando miradas mucho más humanas, más complejas y que estos relatos e imágenes del Cordobazo, nos ayuden a pensar también en los paisajes y las atmósferas, y poder recrear a partir de ellos lo vivido.”
La herencia del Cordobazo y la verdadera brecha
Por su parte, el periodista Alexis Oliva, invitó a pensar en el después para “hacer una revisión de hitos en estos 50 años “donde hay mucho más de lo que uno puede avizorar”. Y celebra que el juntarse “ayuda a recuperar estas memorias desde nuestro lugar”.
Respecto al Cordobazo explica que tuvo “consecuencias visibles y muy potentes en el corto plazo”. Una de ellas, y quizás la más importante, es poner fin a la dictadura de Onganía. “Eso es lo visible”, dice Oliva, “pero también el Cordobazo fue un gran hito en el cual abrevan todo lo que fue la militancia revolucionaria de los años ‘70”
Oliva se encargó de traer a la mesa, de manera minuciosa, hechos e hitos históricos en los que simbólicamente se puede “reconocer el ADN del Cordobazo”. Comenzó con lo sucedido un año después del Cordobazo: la ejecución de Aramburu por parte de Montoneros. Y siguió enumerando acontecimientos políticos y sociales que sucedieron en Córdoba hasta el presente. Entre ellos, repasó el copamiento de Calera, el Viborazo, la gobernación de Ricardo Obregón Cano e Hipólito Atilio López. Aclara que entre 1976 y 1983 se produce un corte y es aquí cuando se comienza a gestar lo que podríamos llamar el “contra Cordobazo”.
En este sentido, Oliva explica que, desde aquel mayo del ‘69 hasta la actualidad, existieron varios momentos que perpetraron el gen del Cordobazo. Numerosas movilizaciones y manifestaciones de la sociedad cordobesa salieron a las calles a reclamar lo que les pertenece y a repudiar todo aquello que amenace los derechos de los ciudadanos. “Los derechos se defienden en la calle y colectivamente. El lugar para defender los derechos es la calle”, afirmó el periodista.
Oliva finalizó su participación en el panel afirmando que “el Cordobazo fue una expresión triunfante del movimiento organizado” y nos interpela a pensar en lo que él considera la “verdadera brecha: ¿estamos del lado de los derechos del pueblo o estamos en contra?”.
* Estudiantes de la FCC que realizan sus prácticas pre-profesionales en el Centro de Documentación del Cispren.