A 39 años del golpe cívico-militar se marchó por el centro de Córdoba con la consigna: “Los pañuelos son bandera. Olvido y silencio Nunca Más”

Por Liliana Beatriz Franch  Egresada ECI UNC.

Los colores de las diversas agrupaciones, niños y niñas junto a sus padres, el fervor de los adolescentes, las abuelas con sus pañuelos blancos y la fuerza grupal que reinó en el ambiente, fueron los componentes de la marcha. Ni la intensa lluvia, ni el frío de otoño pudieron frenar esta convocatoria que representa los años de lucha de los organismos de los derechos humanos.

A partir de las 18:00 la gente iba llegando al punto de encuentros desde las calles aledañas a Cañada y Colón. Los participantes se unían a la marcha que parecía no tener fin y en la que se veían cuadras llenas de pañuelos blancos.

La gente se las arregló de distintas maneras para contrarrestar el frío y la lluvia: compartiendo mates, criollos, chocolates, paraguas y abrazos. Así recorrieron el último tramo de la marcha encabezada por las Abuelas de Plaza de Mayo, hasta llegar al escenario montado en la Avenida Hipólito Irigoyen.

Los primeros asientos estaban destinados a las “viejas” que caminaron todo el trayecto con inmensa alegría. El escenario embellecido con una bandera argentina que cruzaba a lo largo de la escenografía, y en el medio, resaltaba un gran pañuelo blanco junto a la frase “Nunca Más”. Una representación perfecta de la consigna de la marcha.

Las agujas del reloj se detuvieron cuando faltaba muy poco para las 21:00. Se escucharon miles de aplausos sobre la avenida y una gran emoción envolvió al público cuando subieron al escenario a Sonia Torres, titular de Abuelas de Plaza de Mayo y Emilia Ofelia Villares D´Ambra, titular de la Asociación Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas de Córdoba.

En ese instante, hubo un silencio total. Todas las miradas orientadas hacia la misma dirección, más allá de la distancia que las separaran del escenario. Hubo parlantes para que nadie se quedara sin poder escuchar. La lluvia cesó y la gente atinó a escuchar a estas grandes luchadoras.

Sonia y Emi son mujeres que transmiten su lucha y la fortaleza que tienen de seguir adelante. Con tan solo estar cerca de ellas emociona el alma.

“Todavía mantengo las esperanzas de un quiebre del pacto de silencio de los genocidas. Necesitamos cerrar historias, necesitamos cerrar heridas, necesitamos que se haga justicia”, dijo Sonia Torres.

Estas mujeres luchadoras, “las viejas” como le dicen cariñosamente, homenajearon a la organización H.I.J.O.S que en 2015 celebra 20 años. Les regalaron a cada uno de sus integrantes un pañuelo blanco con la inscripción de la agrupación y las frases más valiosas y representativas: “30.000  compañeros desaparecidos, presente. Juicio y castigo a los genocidas y sus cómplices. No olvidamos, no perdonamos, no nos reconciliamos”

Para finalizar, la titular de Abuelas Córdoba expresó esperanzada: “nosotras sabemos que cuando no estemos más, la lucha continuará”.

Como cada 24 de marzo, marchó el pueblo argentino, marcharon los cordobeses para que la historia no quede en el olvido, para recordar a los que ya no están, para reclamar justicia, para apoyar la búsqueda de aquellas madres y abuelas desesperadas por los desaparecidos. Pero fundamentalmente, para construir un futuro digno, un pueblo unido y fuerte que nunca más socave nuestra preciada democracia.

 

Fotos: Manuel Bomheker  Egresado ECI UNC.   Bomheker Fotografía