Por Yanina Leiva *
“Córdoba está muy cerca de que se le escape una bala a un policía”, alertó el periodista Daniel Díaz Romero durante una entrevista del ciclo “Periodismo ambiental: ¿catastrofismo o soluciones? El desafío del enfoque periodístico ante la crisis ecológica actual” organizado por el Taller de Lenguaje I y Producción Gráfica. Para el egresado de la FCC, el proyecto de la autovía de Punilla es hoy “uno de los conflictos sociales más importantes” de la provincia, para cuya solución “el activismo tiene que empezar a negociar un poco más” y el Gobierno dejar de lado su política de reprimir la protesta.
Daniel Díaz Romero es egresado de la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad Nacional de Córdoba. Ejerció periodismo en medios gráficos y radiales. Logró premios y reconocimientos a nivel nacional y provincial por sus investigaciones periodísticas. Realiza tareas en espacios de comunicación comunitaria, en radio y web. Hoy, se desempeña como periodista autónomo especializado en temáticas ambientales. Es conocido, además, por ser uno de los fundadores de Sala de Prensa Ambiental (www.periodismoambiental.com.ar).
En un ambiente distendido y ante la mirada ansiosa de una veintena de estudiantes, la profesora Mariana Minervini dio comienzo a la rueda de prensa de la Comisión 5 del espacio curricular Taller de Lenguaje I y Producción Gráfica, quien realizó una contextualización de la temática que se iba a abordar: Periodismo ambiental. Posteriormente dio lugar a su compañera Claudia Rodríguez, encargada del área de Lengua de la cátedra, quien dio una breve reseña de la trayectoria profesional del entrevistado.
“Las profesoras están abriendo un espacio al periodismo ambiental que no estaba presente en la facultad”, fueron las palabras con las que Díaz Romero comenzó el encuentro, palabras que le generaron emoción y lo cual consideró que era sumamente trascendente para la formación de todos. Las primeras preguntas fueron claras al momento de hablar sobre su trayectoria y de cómo llegó a la especialización a la cual hoy se dedica. “Comencé estudiando Ciencias Biológicas, quería ser biólogo, porque me gustaban los animales y las plantas”, pero recuerda que había mucha matemática, lo cual no le gustaba, porque en realidad lo que quería era “contar historias relacionadas con el medio ambiente”. Recordó que no le gustaba la forma en que los medios de comunicación contaban las historias de ambiente dado el enfoque que tenían, por lo que decidió estudiar comunicación porque quería contarlas él a esas historias. Sala de Prensa Ambiental, medio que hoy dirige, nació como un blog, en el cual podía guardar todos sus escritos sin el problema que estaba encontrando en los medios tradicionales, los cuales le modificaban tanto sus escritos, que ya ni él mismo podía reconocerlos.
-¿Hace falta periodistas comprometidos con cuestiones ambientales o activistas con herramientas de comunicación?
-Las dos cosas hacen falta, sin dudas. Existen periodistas que son activistas, como por ejemplo “Periodistas por el planeta”, que está conformado por cinco colegas, ellas vienen de las empresas periodísticas más grandes de Argentina y decidieron formar una asociación civil. Desarrollan un sitio de noticias que tiene un alcance nacional y latinoamericano, en la cual se identifican como activistas. Hay diferentes posturas que toma cada uno en su profesión. Yo soy periodista, no soy activista. Soy periodista especializado en cuestiones ambientales y de ninguna manera soy neutral, yo tengo una posición tomada muy clara, muy crítica hacia el poder político, económico y judicial; de ahí parto.
-¿Cuál es su opinión respecto a la construcción de la autovía de Punilla?
-La autovía de Punilla hoy es uno de los conflictos sociales más importantes de Córdoba. Voy a ser totalmente sincero, un primer proyecto que se presentó y con las coberturas periodísticas, se planteó que no estábamos de acuerdo por el trazado de ese proyecto, porque pasaba encima de yacimientos de uranio y por extensas zonas rojas de bosque nativo. Después vino esta modificación, otro trazado, y yo diría que es un poquito mejor. En las asambleas se perdió la oportunidad de decir abiertamente “no queremos la autovía”. El activismo tiene que empezar a negociar un poco más, porque si no a vistas de la sociedad en general terminan quedando como fundamentalistas de la ecología. Pero para redondear, ¿estoy de acuerdo con la autovía? Con el proyecto anterior no. Con este tampoco, porque es cierto que hacen falta escuelas, hospitales y agua potable en Punilla, no es una prioridad una autovía. Lo que sí me parece gravísimo es la persecución del activismo, que por primera vez estamos viendo en Córdoba, esa actitud del Gobierno de la Provincia de perseguir a los activistas. Córdoba está muy cerca de que se le escape una bala a un policía.
Los incendios en Córdoba
Una temática de interés en la ronda de preguntas, fue con respecto a los incendios en Córdoba. Daniel Díaz Romero fue contundente al decir que hay 3 mil millones de leyes que en Argentina no se cumplen con respecto a lo ambiental y principalmente, al accionar en incendios. Los periodistas tienen que entender e informar, pero para eso deben también estudiar y capacitarse en la temática a abordar: “¿Ustedes saben que, en algunas zonas de las áreas protegidas, los bomberos prenden fuego porque es una herramienta para manejar el fuego? Si yo no sé eso, veo bomberos prendiendo fuego cuando paso por la ruta, saco fotos y hago una nota en una hora de que en Córdoba los bomberos estaban prendiendo fuego”, reflexionó Díaz Romero sobre el cuidado en el enfoque de la temática. A modo de sugerencia, el periodista ofrece que en una redacción, en vez de escribir cuántas hectáreas se quemaron, analicemos las causas para que disminuya la probabilidad de que suceda. “Fuego va a haber siempre, pero cuanto menos, mejor”. Por último, con respecto al tema incendios, el periodista concluyó diciendo: “Los responsables de los incendios son los que tienen que trazar las políticas públicas para prevenirlos, son los grandes sectores empresariales, rurales, desarrollistas, que con la avaricia se llevan todo puesto”.
Menos audiencias, menos molestias
-¿Cuál es su postura frente a las modificaciones de la ley de bosques y a la ley de políticas ambientales en Córdoba?
-Estoy muy en contra de las decisiones. Primero nadie sabía que se iba a modificar esta ley, cuando uno modifica una ley en democracia, en teoría, tienen que ser un proceso de participación, donde participen especialistas que estén a favor y que estén en contra también, biólogos, abogados, comunicadores, expertos de todos los ámbitos a los que la legislatura debiera convocar. Nada de eso sucedió, porque nadie sabía. El tema con esta ley es que es mucho más flexible, flexibiliza en temática de desarrollo inmobiliario y para el sector del gran empresariado rural. El problema es que el Estado no te obliga a presentar estudios de impacto ambiental en determinados emprendimientos. El gran problema que tiene el Estado, es que las últimas veces, cada vez que se han desarrollado audiencias públicas, aunque no sea vinculante, si el 95% de los que participan, están en contra, tiene un peso. Esa es una de las cosas que atacó este gobierno con los cambios en las políticas ambientales en Córdoba: menos audiencias públicas, para que el ciudadano no moleste y estudios de impacto ambiental flexibilizados.
Foto principal: https://agenciatierraviva.com.ar
* Estudiante de la Comisión 5 de la cátedra Taller de Lenguaje 1 y Producción Gráfica A de la Facultad de Ciencias de la Comunicación.