Una nueva escuela secundaria en un barrio popular. Las mujeres están rompiendo su techo de cristal. Qué, con la vicerrectora Silvia Barei.
Por
Luciana Herrera Licenciada Comunicación Social/ECI
Eladio Barabani Licenciado en Comunicación Social -Profesor Titular de la ECI
Fotos Rocío Fornero, estudiante de Comunicación Social/ECI
Festejamos el Día del Periodista y se lanza el Portal de Contenidos de la Escuela de Ciencias de la Información. ¿Qué opinión tiene acerca de este proyecto?
Quiero felicitarlos, mandarles mis saludos a todos los miembros de la Escuela en el Día del Periodista; un día histórico, importante. Arranca en el Siglo XIX con Mariano Moreno. No es un dato menor. Fue quien propuso poner como palabra social una palabra que habla de la libertad. En cuanto al portal, me parece muy importante; de avanzada, de vanguardia. Está en consonancia con los medios de comunicación en la segunda década del Siglo XXI. Es fundamental también que la Universidad se abra a la comunidad y los medios ahí tienen una función fundamental. Es una de nuestras vías, uno de nuestros canales de visibilidad y de puesta del lenguaje en otro lugar fuera de la Universidad.
Cuéntenos sobre el balance parcial de su gestión…
Llevamos más de un año. Hemos continuado algunos proyectos de la gestión anterior y estamos poniendo en marcha algunos nuevos. El balance es positivo. Las cosas en la Universidad nunca se hacen rápido, hay que trabajarlas y después ver cómo se ponen en marcha. Los resultados se ven siempre en años, pero se van concretando muchos proyectos. Por ejemplo, ayer (por el miércoles 5) se inauguró en un barrio marginal, una nueva escuela secundaria dependiente de la Universidad. Un proyecto educativo absolutamente diferente de las otras dos escuelas que tenemos. Aunque parece que la Universidad se mueve lentamente, se producen y se producirán, cambios importantes.
¿Hubo algún proyecto con una repercusión inesperada?
Nuestro interés fundamental está puesto en la apertura de la Universidad a la comunidad. Todavía hay más afuera que los incluidos. Estos proyectos tienen que ver con la salida de la Universidad a los barrios y al interior de la provincia. Un proyecto muy importante es el de los CRES (Centro Regional de Estudios Superiores), centros de educación superior, uno en Deán Funes y otro en Villa Dolores. La gente se siente estudiante universitaria. Por ejemplo en Deán Funes una zona del norte de la provincia de Córdoba, muy descuidada, muy abandonada. Gente de la zona, no solamente adolescentes sino también gente grande, que no ha tenido posibilidades de venir a Córdoba a estudiar… que no podría hacerlo nunca, no sólo por razones económicas sino por barreras culturales… ahora se sienten universitarios. Están orgullosos de pertenecer a la Universidad de Córdoba. Cuando se reciban, habrá menos diferencias entre las distintas zonas de la provincia.
¿Qué siente al ocupar el cargo de vicerrectora?
Es una distinción, un honor y una responsabilidad increíble. Nunca pensé que me tocaría. Uno trabaja seriamente, en la Universidad, en su carrera, en su proyecto, en el aula… pero no se le ocurre que puede ocupar estos lugares. Lo que más me extraña es que recién en el Siglo XXI las mujeres accedimos al gobierno de la Universidad. No a los decanatos, pero sí al Rectorado. Es una muestra de que Córdoba tiene efectivamente dos caras, una muy revolucionaria de la que nos orgullecemos y otra muy reaccionaria contra la que hay que pelear.
Por eso la pregunta… Aunque en el Siglo XXI ya no sería necesario preguntarlo…
Efectivamente. Las feministas han usado mucho la metáfora del techo de cristal. Las mujeres se hicieron visibles, muy visibles, en algún momento en el Siglo XX por todas sus luchas y sus conquistas. Pero con un techo; hasta un punto en el que no podían traspasar esas fronteras. Bueno, yo creo que estamos rompiendo ese cristal.