La docente de la cátedra del Seminario de Derechos Humanos de la FCC-UNC, rescata una cita del libro de Hannah Arendt, Los orígenes del totalitarismo, para pensar sobre los derechos humanos y la falta de ellos.
Alejandra Gómez, docente de la cátedra del Seminario de Derechos Humanos FCC-UNC, rescata una cita Hannah Arendt, del libro Los orígenes del totalitarismo, para pensarnos sobre los derechos humanos y la falta de ellos.
Hannah Arendt desarrolló la idea de que “existe un único y básico derecho, el derecho a tener derecho. Esto significa que llegamos a ser conscientes de la existencia de ese primer derecho que nos permite tener derechos. Un derecho de pertenencia a una comunidad que pueda garantizar el ejercicio de los derechos”
La historia en nuestro pais y en el mundo nos a demostrado que previo a los procesos de genocidio la sociedad atravieza distintos momentos en distintos tiempos.
En el primer momento, se pierde este marco de pertenencia a esta comunidad, es decir, se estigmatiza y/o priva a un grupo, a una parte de la sociedad: judio, subversivo,etc, es decir, se le priva del derecho a tener derecho, salud, propiedad trabajo
En la segunda etapa, un proceso de deshumanización. Este consiste en considerar al otro no como un ser humano,en donde se pierde la dignidad humana. Finalmente llega el genocidio.
Me detengo aqui a pensar que para llegar a los extremos de un genocidio , de un extreminio, la sociedad debe pasar antes otras estapas, otros momentos, otros tiempos, en donde las personas van dejando de pertenecer a la sociedad por motivos que no son voluntarios.
Pienso en cuál es rol debe tener el Estado y la justicia como garantes de ese primer derecho, el derecho a tener derecho, Y el rol de nosotros como sociedad, haciendo valer, y teniendo conciencia de lo que nosotros llamamos la dignidad humana. No naturalizando prácticas violatorias a los derechos humanos y viendo cómo éstas se reciclan a través del tiempo en nuevos modos. Y por supuesto, involucrándose con cuerpo y alma.Me quedo con una reflexión de Primo Levi en su Trilogía de Auschwitz: “Ha sucedido y por lo tanto puede suceder, esa es la esencia de lo que tenemos que decir”.
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