Susana Fiorito fue la compañera de Andrés Rivera por más de 50 años y en esta entrevista reflexiona sobre la vida y obra de uno de los escritores mas reconocidos.

Rivera se crió en provincia de Buenos Aires, en un hogar de ideología comunista, por lo tanto él creía en el protagonismo de la clase obrera. Autor de más de treinta novelas y cuentos, es uno de los escritores argentinos más renombrados de la literatura.

¿Cómo era Andrés?

Creo que su forma de ver el mundo está plasmada en su narrativa. Era un tipo absolutamente coherente desde el lugar en el que veía el mundo y desde el que se ponía para escribir.

Un día común que recuerdes de él…

Se levantaba, tomaba el desayuno y se sentaba a escribir. Durante el día podía hacer muchas otras cosas: dar charlas en la Biblioteca, leer escritos de gente que recién empezaba, puso lo que sabía a disposición de los que más necesitaban.

¿Cuál de sus textos te gusta más?

De acuerdo a como esté de ánimo busco una cosa o la otra. Creo que “La revolución…” es para mí el texto más perfecto en el sentido de la escritura, pero hay momentos que busco un cuento.

¿Por qué le recomendarías a un lector la narrativa de Andrés Rivera?

Porque le da voz a los oprimidos, a la gente que el sistema aplasta. En todo sus libros habla de las porquerías del sistema, de cómo derrumba seres humanos y humanidad, por otro lado exalta o muestra aquellos que a pesar de las pinzas del sistema intentan desarrollar lo que es el ser humanos, lo humano.

¿Por qué decidieron fundar una biblioteca?

Porque abrir una biblioteca, es abrir cocos.

¿Qué rol cumplió Andrés?

Los primeros cinco años coordinó sesiones de cine, con un grupo de gente del barrio. Elegía una película con base para la formación política y armaban un cine debate. Andrés se hizo amigo de Juan José Gorasurreta, el (fundador del cineclub La Quimera) y con su asesoramiento hicimos las funciones de cine a la noche.

¿Cuál creés que es el aporte que hacen desde la Biblioteca?

Hemos hecho lo que hemos podido. Los resultados no son exclusivamente visible, ves gente que se compromete con organizaciones, que pide ciertos libros, pero también ves un trabajo que no es público en las conciencias de los vecinos, de los chicos, cambios casi imperceptibles porque la biblioteca al lado de una pantalla es muy chiquita.

En tu caso ¿por qué elegiste involucrarte de esta manera?

Porque me gusta, creo que es necesario.