“Hemos sacado de la pobreza a 12 millones de argentinos”, asegura el presidente Javier Milei, pero las estadísticas independientes lo desmienten / Foto: Adobestock

Por Silvina Yanover y Milena González

Pobreza: la ancha grieta entre el discurso y la realidad

El INDEC informó una merma en el índice de pobreza en el primer semestre de 2025, pero los especialistas desconfían del criterio de medición. El exaltado optimismo oficial contrasta con la dura situación de los excluidos.

El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) dio a conocer las cifras de la pobreza en el primer semestre de 2025. En el caso de Córdoba, los números oficiales muestran una baja del 19,9 % respecto al mismo período de 2024. El año pasado, la pobreza en el Gran Córdoba alcanzó a un 49,5 % de la población, mientras que este año fue del 29,5 %. En relación a la indigencia, se registró una baja de un 8,4% en 2024 a un 4,7 en 2025. En cuanto a las cifras nacionales, también se informó una merma significativa: en 2024 el porcentaje de pobreza había sido del 38,1% y el de la indigencia del 8,2%; en la primera mitad de este año, la pobreza midió un 31,6 % y la indigencia el 6,9 %. 

 

En el marco de la presentación de su libro La construcción del milagro en el Movistar Arena, el Presidente de la Nación fue entrevistado por el vocero Manuel Adorni. Con respecto a la situación económica y en línea con los datos del INDEC, Javier Milei aseguró: “Hemos sacado de la pobreza a 12 millones de argentinos”.

En junio de 2024, el Ministerio de Capital Humano de la Nación ordenó cortar la provisión de alimentos a comedores populares hasta tanto se realizara una auditoría. La mayoría no fueron auditados ni volvieron a recibir aporte del Estado / Foto: Nacho Sánchez - Telam

Las cifras oficiales pueden sonar alentadoras y avalar la afirmación del Presidente, pero son cuestionadas desde las instituciones académicas y civiles que también elaboran estadísticas e informes socioeconómicos. 

En ese sentido, un informe de la Universidad Católica Argentina (UCA) abre la discusión acerca de las cifras oficiales, ya que desde el Observatorio de la Deuda Social Argentina, advierten que el descenso de la pobreza del primer semestre en Argentina “está sobrerrepresentado”. Esto se debe a que los umbrales de medición de la pobreza e indigencia que se utilizaron, corresponden a una estructura de consumo desactualizada, basada en una encuesta de hogares de 2004, época en la que muchos servicios contaban con subsidios.

Integrantes del Observatorio advierten que al hablar solo de la pobreza por ingresos se está dejando fuera una cuestión más profunda: la pobreza estructural. Más allá de los porcentajes, la realidad social sigue mostrando un panorama complejo. En los barrios populares, las estrategias de supervivencia continúan siendo colectivas con redes de ayuda, ollas comunitarias y economías informales que sostienen lo que el Estado dejó de garantizar.

VER: Comedores populares: en modo supervivencia

En el mismo sentido, un análisis del Centro de Economía Política Argentina (CEPA) plantea que si se realiza una corrección del índice de  ingresos y se combina con la actualización de la Canasta Básica Total, se podría obtener una estimación integral de las cifras de pobreza e indigencia más cercanas a la realidad. Con esas correcciones, el resultado final para el semestre octubre 2024 – marzo 2025 es una tasa de pobreza del 43,3%, que se sitúa 8,6 puntos porcentuales por encima de la oficial (34,7%). Tomando estas modificaciones, se puede concluir que la reducción de los índices en el último año han sido de una forma más moderada y las métricas de la pobreza están por encima de los reportes oficiales.

De la estadística al paisaje real

 Por otra parte, se cuestiona que lo publicado por el INDEC está lejos de reflejar la realidad del día a día. Si bien los precios de la canasta básica no han sufrido grandes incrementos en los últimos meses, según las cifras oficiales 1,4% en el mes de septiembre, los comedores, merenderos y albergues siguen recibiendo gente nueva, una escena ilustrativa de la cruda realidad económica que nos atraviesa. 

El paisaje urbano también nos muestra gran cantidad de locales vacíos en las zonas comerciales, gente pidiendo en la calle o revisando contenedores de basura. Otro punto a tener en cuenta, es la liberación de los precios y el aumento de las tarifas de los servicios  que hacen que estas mediciones se vean un poco distorsionadas, debido a que se pierde el poder adquisitivo del salario.

VER: El pan de cada día

Foto: www.bbl.com.ar

Durante este año, el Gobierno nacional aplicó fuertes recortes en áreas sensibles como educación, salud, desarrollo social y programas alimentarios. La eliminación o reducción de presupuestos destinados a políticas públicas y sociales impactó directamente en los sectores más vulnerables, generando desprotección y desamparo. Organizaciones sociales y referentes territoriales advierten que detrás de las cifras oficiales hay una pobreza silenciosa pero imposible de invisibilizar, aquella que no siempre aparece en las estadísticas pero que se evidencia en la pérdida del poder adquisitivo, el desempleo y la falta de oportunidades.

Mientras tanto, los indicadores macroeconómicos parecen mostrar signos de estabilidad, pero el alivio todavía no se traduce en el día a día de millones de familias. La pregunta que persiste es si esta aparente mejora en los números alcanzará para revertir los efectos de políticas de ajuste que, una vez más, recaen sobre los mismos sectores.

 

* Estudiantes de la Licenciatura en Comunicación Social en prácticas de trabajo final en el portal Qué de la FCC-UNC.