El caso de Gonzalo Valverde instaló la discusión acerca de la discriminación y violencia contra el colectivo LGTBIQ,

Por Daniela Balverde Moll. Estudiante FCC.

“Violencia  de género”  es una frase que, en los últimos tiempos, se usa constantemente, pero a la que no todos le dan el mismo significado. Hay muchas formas de definirla de acuerdo a la noción que se tenga de género y a quién se represente como víctima.  No solo las mujeres por su condición sufren violencia, también afecta a la comunidad LGTBIQ, si se entiende que el género es  una construcción identitaria y no una categoría biológica.

Una de las víctimas de este tipo de violencia fue Gonzalo Valverde, estudiante de la Facultad de Ciencias de la Comunicación (FCC) y militante del PTS.  De regreso a su casa tras haber salido a bailar con una amiga, se encontró con un hombre desconocido con el que entabló una conversación. Cuando Gonzalo le manifestó su orientación sexual, esta persona lo golpeó con una piedra y lo abandonó en la calle. La golpiza lo dejó inconsciente pero pudo volver por sus propios medios a su casa.

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Laura Vilches, legisladora provincial por el Frente de Izquierda y de los Trabajadores (FIT) y el Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS), dice que la violencia de género “se ve en el asesinato, en el insulto, en la imposición de estereotipos”. Entonces cuando se habla sobre ese tema, se habla de una forma de violencia atravesada por la orientación, elección e identidad sexual, desde el punto de vista de relaciones amorosas, sentimentales, sexuales e identitarias.

El colectivo LGTBIQ ha logrado grandes avances en relación a sus derechos, entre ellos la Ley de Matrimonio Igualitario y la Ley de Identidad de Género. Sin embargo la discriminación y la violencia homo-lesbo-trans-fóbica siguen cobrando víctimas.  Vilches dijo al respecto: “Todo derecho que está formalizado en un texto legal tiene que ver con un colectivo que luchó por esos derechos.” Aunque esa igualdad formal no es igualdad en la vida real; considerando que el colectivo trans sigue sin acceder al derecho al trabajo, el 95% se tiene que dedicar a la prostitución como medio de subsistencia, y eso genera una situación de vulnerabilidad económica, material y social.

Al lunes siguiente del episodio, Gonzalo publicó un descargo en la Izquierda Diario repudiando el ataque y esperó al viernes para hacer la denuncia. Sin embargo, el joven no confía en la justicia, ni en las instituciones o las leyes para que resuelvan algo a su favor. “La justicia es bien heterosexual”, dice irónicamente  en referencia a la lentitud del proceso judicial. Para él la solución solo puede llegar “con la organización y saliendo a las calles”.

Otro caso recordado que tuvo un desenlace fatal es el de Laura Moyano, quien fue asesinada por su condición transexual en julio del año pasado en la ciudad de Villa Allende. En un primer momento hubo cuatro imputados por el delito de homicidio calificado, por alevosía y por la cantidad de autores. La imputación dejó de lado al problema de la discriminación y la violencia de género. “Hoy esas personas están libres y no hay causa todavía”, explicó Claudio Orosz, el abogado de la familia Moyano.

Apoyo y participación

Tras la situación de violencia atravesada por Gonzalo se convocó a una movilización y radio abierta en la Plaza de la Intendencia para apoyar su denuncia. Diferentes agrupaciones y personas autoconvocadas acompañaron la causa.

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El MST, Las Rojas, Agrupación 1969, la Izquierda Socialista,  el  PTS conjuntamente con Pan y Rosas, entre otras, concurrieron al lugar con carteles y banderas reclamando a las autoridades una solución. Durante la radio abierta hablaron de la necesidad de igualdad legal y social, de visibilizar cada caso de violencia que sufre el colectivo LGBTI y valorizaron la movilización social.

Diana Fonss, artista autoconvocada a la marcha, dijo: “Lo que le pasó a Gonzalo es un tema de todos como comunidad. De algo que estoy segura es que no somos minoría sino que formamos parte de esta sociedad que en muchos casos nos discrimina y nos hace sentir  menos. Así que propongo un compromiso más leal hacia la comunidad que me vio nacer, que me dio lugar, y por la que hoy puedo trabajar en otros lugares independientemente de si es un boliche gay o no. Creo que la aceptación también pasa por entender que no todos somos iguales, que somos distintos que podemos pensar distinto, pero que seguimos siendo personas, que tenemos ideas y que si podemos trabajar todos juntos esto va a ser mejor”.

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Por su parte Laura Vilches, representando a Pan y Rosas y  al PTS agradeció la solidaridad que recibió Gonzalo y el partido. Señaló que “no hay una responsabilidad individual, sino que es un sistema que perpetua la opresión del colectivo LGTBIQ y las mujeres. Hay organizaciones y partidos políticos, que están en los gobiernos que son responsables de que sigan ocurriendo estos crímenes, al igual que la justicia que hace oídos sordos. Salvo que estemos movilizados y organizados como lo venimos haciendo y como lo hicimos, y con la confianza en nuestra fuerza y nuestra organización podemos pelear por los derechos mínimos y elementales”.

Gonzalo Valverde habló no sólo como militante del PTS, sino también como víctima de la violencia: “Pensaba referirme a algunas cosas, en primer lugar que en más de 70 países la homosexualidad sigue siendo ilegal, en 8 países está penada con la pena de muerte, vemos y vimos todos estos años movilizaciones en contra de cualquier intento de avances en la conquista de derechos de la comunidad LGTB”.  Añadió que a pesar de que en Latinoamérica se realizaron grandes movilizaciones que vienen conquistando derechos, no se ha logrado la igualdad ante la vida. “Una libertad que nos permita vivir libremente nuestra sexualidad”, reafirmando la necesidad de la organización y la lucha en las calles peleando por esa libertad. Además agradeció a todas las personas que se solidarizaron por diferentes medios, desde otros países -como España, Costa Rica, Canadá, EEUU- organizaciones y referentes de diferentes espacios. Cerró sus palabras citando a sus compañeras: “Si nos tocan a uno/una nos organizamos miles. Asique a no bajar los brazos y a seguir luchando”.