Entrevista a Martín Apaz, dirigente de la diversidad cordobesa.

Por Agustín Nicastro. Estudiante ECI UNC.

Martín Apaz es uno de los referentes más conocidos de la lucha LGBT en Córdoba. En 2010 fundó  la Asociación Civil Devenir Diverse junto a un grupo de amigos que buscaban un lugar para luchar por el matrimonio igualitario. Su energía le permite trabajar todo el día sin descanso como militante de la diversidad. En esta entrevista el ex candidato a concejal por el Frente Para la Victoria nos habla de la actualidad de la comunidad LGBT, los medios de comunicación y la iglesia.

-¿Cuál es tu mirada sobre el aporte que hacen los medios de comunicación para incrementar o tratar de erradicar el prejuicio sobre la comunidad LGBT?
-Los medios de comunicación son un aparato ideológico que generan sentido común, reproducen esquemas de acción, de percepción, de apreciación. Reproducen estereotipos que quedan grabados en la subjetividad de las personas y de esa manera en la cultura de una sociedad. Obviamente, la diversidad no escapa a eso. Si uno revisa históricamente el lugar que ha tenido la diversidad en los medios, siempre ha sido como un sujeto de burla o desde el vedetismo; también desde una visión de criminalización ligada a la prostitución y a la droga, al VIH/SIDA y a otras enfermedades de transmisión sexual. Inclusive se ha representado la propia homosexualidad o la transexualidad
martinapaz2como una enfermedad.
El único momento de sensibilidad de los medios llega a medias, cuando matan a alguno de nosotros, pero incluso cuando esto sucede hay una construcción monstruosa de la víctima. En el caso de Natalia “Pepa” Gaitán lo vimos cuando desde los medios se la quería mostrar como una persona peligrosa, violenta y no lo era; se la describía como alguien corpulenta que hacía lucha libre, como si hacer eso justificara que alguien te fusile de un escopetazo a un metro y medio de distancia.
Lo peor es la operación simbólica y política que se resuelve en ese momento, quieren mostrar como si las personas LGBT en general, pero las personas trans en particular, de alguna manera no tuvieran humanidad. Desde esa visión, como no son seres humanos no merecen dignidad.

-¿Creés que hubo algún cambio en los últimos años?
-Me parece que sí ha habido algún cambio en un sentido positivo. Un cambio todavía inacabado, lleno de contradicciones y muy parcial en el contenido. Pero me parece que la sociedad ha cambiado y el Estado ha cambiado en la última década gracias a los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner. Muchos medios se han visto obligados a cambiar porque hubo un estado presente controlando, sancionando la discriminación. Ya no pueden discriminar con tanta impunidad, lo cual no quiere decir que no se siga haciendo, pero en menor medida.

-¿Qué logró el colectivo con los gobiernos kirchneristas?

-Me parece que las transformaciones que hubo en los últimos años tienen que ver con tres factores. Uno es un cambio estructural y cultural, pero que también es socioeconómico, que tiene que ver con las transformaciones en las estructuras sociales y familiares. La familia nuclear hoy representa una minoría.
El segundo factor tiene que ver con la visibilización del sector LGBT en Argentina y en el mundo que ha generado las condiciones para que ese cambio cultural haya tenido una traducción en materia de derecho.
Y, en tercer lugar, en el caso de Argentina, la voluntad política de un gobierno que ha incorporado nuestra agenda y ha tenido la capacidad de transformarla en política pública, eso es fundamental. Fuimos el décimo país que aprobó el matrimonio igualitario, hemos sido pioneros en un contexto de cambio de época mundial. Lo más importante que conquistamos durante estos años es dignidad.

-¿Y qué es lo qué falta? 
– Para mí lo más urgente es la inclusión social de las personas trans y acelerar el acceso a la salud integral, particularmente los tratamientos hormonales y las cirugías en el sistema público de salud.
Otra gran cuestión tiene que ver con los derechos de familia, quedaron fuera del Código Civil dos temas que necesitan una regulación urgente. Una es la Ley de Regulación de Técnicas Médicas de Reproducción Asistida que tiene media sanción en diputados, servirá para regular el tema de los embriones. El otro tema es la gestación por sustitución, que vendría a ser la única forma de que los varones gay y las personas que no puedan atravesar por un embarazo puedan, a través de una tercera persona, gestar a su hijo o hija.
Otro punto que falta es la separación del Estado y la iglesia. Ellos hacen algo que es completamente legítimo para un culto, pero el Estado es una cosa y la religión otra, no tenemos porque estar todos los argentinos financiando a esa o a ninguna religión, no se le debería exigir al conjunto de la sociedad que haga tal esfuerzo fiscal.

-Justo sacaste el tema de la iglesia, ¿qué opinión te merece Francisco?
-Bergoglio es un gran político, tiene una cintura política y un discurso impresionante. Ha sacado a la iglesia católica de la peor crisis histórica en la que haya estado después de dos papas absolutamente conservadores. Esa postura intransigente, te diría, fundamentalista, ultra conservadora, que estigmatizó no solamente a la diversidad sexual o de género. De todas formas, que nos pegue la iglesia es parte del paisaje, no nos asombra ni nos duele, al contrario, debe ser motivo de orgullo que nos pegue una institución que ha sido cómplice de dictaduras y ha tapado abusos y violaciones a lo largo y ancho del mundo.
Con ese mensaje de odio permanente alejaron a millones de fieles, lo cual no es solo un problema en términos simbólicos o políticos, sino también, un problema económico. Y digo que Bergoglio es un gran político, un gran sofista, martinapaz un gran orador, muy inteligente en la selección de las palabras, porque es un tipo que mantiene exactamente la doctrina conservadora de la iglesia con la sutileza que logra generar otra percepción, como mandando dos mensajes opuestos.
En la mirada católica el que juzga es Dios, cuando dice “yo no soy quién para juzgarlos” no está diciendo que los homosexuales no merecen juicio, sino que el juicio viene después. Tenés que vivir toda tu vida con culpa, en el ocultamiento, en el armario, en el arrepentimiento, ir a misa todos los domingos a pedir perdón por tu pecado, dejar el diezmo. Es lo mismo de siempre, nada más que con carisma.

Para finalizar, ¿qué le dirías a un adolescente que esté queriendo “salir del closet”?
Primero que no crea ni por un segundo que no vale, que no le importa a nadie, y que sepa que tiene dignidad, que no hay nada de malo en amar a alguien del mismo género ni en querer ser una persona de otro género. La maldad no está en quien ama, sino en quien odia.
En segundo lugar que no está solo y que particularmente Devenir Diverse tiene un lugar de contención para adolescentes que están atravesando la salida del closet, es un espacio al que pueden acceder gratuitamente y de manera anónima, que van a encontrar gente en la misma situación.
Hay un montón de personas que pasaron por lo mismo. Les diría que no se dejen atropellar, que no se callen, que le busquen la vuelta, que no se coman el dilema que es una obligación “salir del closet”. Las personas sentimos y somos lo que somos por personas, no porque seamos gays, lesbianas o trans, eso es un aspecto más de nuestra vida. Los momentos malos, tristes de frustraciones que a veces atravesamos en ese período son transitorios, la vida sigue. Claramente duelen, pero no son lo único, hagan la vida que ustedes quieran hacer.
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*Todas las fotografías son cortesía de

la Asociación Civil Devenir Diverse