Un mes atrás, un municipio de Córdoba ofreció recibir a refugiados sirios cuando entonces la ley lo dificultaba. Hoy se modificó esta ley para facilitar la ayuda.
Por Andrea Monge Roncal. Estudiante ECI UNC
Desde Argentina somos espectadores del movimiento migratorio que está teniendo la comunidad Siria, quienes decidieron huir del lugar a fin de salvaguardarse de la guerra civil que desde 2011 azota aquella parte del hemisferio.
Ante este contexto internacional a principios de septiembre, Diego Bechis, intendente de la ciudad de Pilar, Córdoba, anunció que la localidad estaba preparada para alojar 50 familias de refugiados Sirios, para lo cual se había elevado un petitorio a las Naciones Unidas a fin de manifestar la intención de ayudar en la causa.
Martin Biagiola, secretario de Gobierno de Pilar, nos explicó que esta decisión surgió luego de repercusiones que cobró en medios internaciones y nacionales la aparición de un niño fallecido en la playa. Luego del anuncio que realizó el Municipio de la intención de refugiar familias afectadas por el conflicto, elaboró distintos planes de acción relacionados al tema de vivienda, trabajo y asistencialismos ante esta posible llegada.
Los medios naciones y locales hicieron eco de este anuncio y generaron una serie de rumores y especulaciones sobre la llegada de grandes contingentes de refugiados a nuestra Provincia.
Por el contrario el Cónsul de Siria en Córdoba, Abdala Saddi, respondió a través de Radio Pulxo que esta información era falsa aunque manifestó su agradecimiento con toda la comunidad por las muestras de ayuda ante este posible hecho.
Sucede que a pesar de las buenas intenciones manifestadas, la disposición de la Dirección Nacional de Migraciones Nº 3915/2014, B.O 21/10/2014 que establece el Programa Especial de Visado Humanitario para Extranjeros Afectados por el Conflicto de la Republica Árabe Siria lo impedía. El programa que tenía vigencia hasta el 21 de octubre del presente año, establecía que las personas de nacionalidad Palestina o Siria afectadas por el conflicto pudieran obtener el visado humanitario, a través de un solicitante que pueda acreditar vínculos de parentesco familiar o afectividad, así como también cierta documentación expedida por el país de origen.
En el caso del Municipio de Pilar carecía de los vínculos requeridos por lo cual en la práctica la ley era imposible de cumplir.
Ley que mejora.
Luego de distintos petitorios se logró extender la ley por el plazo de 1 año en la vigencia del Programa Siria. Dicha extensión obedece a la Disposición DNM N° 4499/2015 (BO 22/09/2015) en la cual no exige que el “llamante” o “requirente” acredite ser familiar o tener algún lazo de afinidad. Con esta medida, las instituciones y organizaciones interesadas podrán avalar como garantes el compromiso de los “llamantes” de manutención, argumento y acompañamiento.
El caso Siria no es nuevo, ha estado latente por el duro desenlace que va escribiendo su historia. Un niño sin vida en la playa despertó una serie de intenciones que en realidad revelan la necesidad de una política estatal más integradora ante el caso de refugiados. Al menos este caso logró tal alcance que llevó a revisar la ley en Argentina.
Ante este nuevo escenario, ¿Pilar retomará su plan inicial?
Links de interés
Wilson Liévano, periodista de CNN explica la raíz del conflicto sirio