Naturalizar la muerte violenta y el rol del Estado en retirada: el mal de los tiempos que vivimos. Una visión desde los comunicadores.

Por Anabella González. Estudiante ECI

Sería atípico despertar un día, prender el televisor, detener el zapping en un canal de noticias,  y no encontrar la tragedia de la novedad expuesta. La violencia urbana a simple vista se difunde en los medios y se consume y repite en loop como cualquier otra noticia de implicancia menor. Por alguna razón que quizás desconocemos, nos vamos habituando. A veces nos sorprende, a veces no tanto. ¿Eso es naturalizar?

“La naturalización puede considerarse como un discurso dominante en la mayoría de las formas de sociedad actuales. Al atribuir a causas naturales los hechos sociales, los individuos y los grupos se alejan de la comprensión de las reglas sociales que guían los comportamientos en sociedad”. (Josep Vicent Marqués, 1981)

En busca de alguna explicación para entender este hecho, dos periodistas que cubren noticias policiales, y que tienen en su mente la geografía social de lo que pasa como así también de la respuesta del Estado, reflexionan al respecto.

“La violencia urbana en los barrios periféricos se ha convertido en algo diario. Es habitual leer en los partes de prensa de la Policía que un joven fue herido de arma blanca, otro recibió un disparo de arma de fuego, y siempre por causas no establecidas”, sentenció Martín Pedoni, jefe de la sección Policiales y Judiciales de La Mañana de Córdoba.  

Una visión similar a lo que dijo Juan Federico, el  periodista de Sucesos de La voz del Interior en una charla previa “hay una necesidad social de tener la mejor información posible para evitar que sea algo natural, una necesidad personal de no quedarse en el qué, para buscar explicar el por qué, a través de un periodismo interpretativo”.

Y es así que sin forzarlo se establece inevitablemente un diálogo entre ambas entrevistas:de un hecho puede haber mil interpretaciones.

“Por detrás de los hechos además generalmente hay otras historias, en las que el aspecto social no está muy alejado. No es escribir, narrar o mostrar los hechos porque sí cómo por estos días muchos de los periodistas y los medios han caído, donde el sensacionalismo se interpone a la responsabilidad de informar” explicó Martin Pedoni.

MEDIOS Y MIEDOS

Ambos comunicadores coinciden en que la responsabilidad y el sentido común son dos cuestiones principales al momento de tratar los homicidios.

La responsabilidad primero por la víctima, y por la familia que hay detrás de esa víctima, que debe tolerar la exposición de verdades y especulaciones que se vuelven de dominio público.

En cuanto al sentido común, Juan Federico indicó que “hay que trabajarlo, porque lo que se escribe, no se borra más”. Y agregó: “Al estar en contacto todos los días con estas noticias, por ahí bajás las defensas y eso es lo que no hay que tratar de hacer”.

Ver el noticiero muchas veces nos deja a la deriva. La sensación de que estamos solos, que no podemos cuidarnos a nosotros mismos y que menos es lo que  podemos hacer para evitar que algo le pase al otro. Las noticias a veces funcionan como “advertencia” sobre ciertas situaciones, aunque en ocasiones pueden ser un instrumento peligroso que contribuye a la estigmatización aún mayor de muchos barrios o sectores.

“Lamentablemente creo que en los últimos tiempos la constante difusión de la inseguridad y cada vez más muertes por estos hechos, o la violencia urbana, inciden en forma negativa en la sociedad. Sumado a las constantes promesas políticas sobre remediar un problema que es mucho más complejo que poner más policías o patrulleros en las calles de la ciudad”, dijo Pedoni.

“La gente ya está harta, no porque lo lea en el diario, porque lo está viviendo. Eso excede a los medios. La gente vive con miedo”, opinó Juan Federico. El egresado de la ECI, también manifestó su preocupación porque no se trabaja para la violencia en las escuelas ni en los dispensarios, “nadie lo hace”, dijo. “No tenemos cohesión social, somos una sociedad violenta”, planteó el periodista de La Voz del Interior.

De ahí la importancia de pensar en lo esencial que es la educación y la contención social en todos los ámbitos porque cuando las cosas pasan una y otra vez, es esperable que nos volvamos permeables a todo, tanto a lo bueno como a lo malo

“Hay una presencia nociva del Estado”, comentó al cierre de nuestra charla Juan, para quien a veces el Estado interviene, pero lo hace de mal modo, porque está presente pero no puede mitigar los efectos negativos de las cosas que afectan a la sociedad. Ver: Pulpo

Por su parte, Pedoni, aportó que “violencia siempre hubo, pero por estos días cualquier motivo lleva a que la violencia se apodere de ciudadanos comunes, desprotegidos por el Estado, que están cansados de padecer esa falta de contención”. Frente a ello, el periodista propuso un abordaje interdisciplinario de la seguridad, “en la que el papel de los medios de comunicación y los periodistas seguramente será trascendente”.

¿Lo que esperamos de los medios? Que contribuyan para que algo cambie.