“El déficit de la ejecución de la Ley de Medios es culpa del Gobierno”, afirma Jorge Navarro, gerente del servicio informativo de los SRT.

Por Mirco Sartore. Estudiante de 3º de la ECI.

Subimos las escaleras del edificio nuevo de la Escuela de Ciencias de la Información y  Navarro, responsable de contenidos de los Servicios de Radio y Televisión (SRT) de la Universidad Nacional de Córdoba, se detiene a criticar unos afiches que han colgado algunos militantes de partidos de izquierda sobre las políticas de los  medios de la universidad. Cuando llegamos al aula asignada durante la Jornada de Periodismo, comienza la nota.

¿Con qué se encontró cuando llegó a los SRT?

Me encontré con una empresa que recién había comenzado un proceso de reorganización administrativa. Los SRT habían sido abandonados por la universidad, no contemplados en el Estado nacional y frente a una concentración de medios muy importante  en Córdoba. No teníamos dinero ni para pagar los sueldos. En febrero del 2009, cuando llegué, se producían dos horas y media de información diaria. Había una situación en la cual la inercia de esa realidad era imposible de romper. La única posibilidad de ruptura tenía que asentarse en tres cuestiones que se dieron al mismo tiempo: la decisión política de la UNC de hacerse cargo; apostar por una política comunicacional que superase lo cánones habituales de los SRT; y gestiones a nivel nacional para que el Estado Nacional aportase dinero.

Usted comentó hace algún tiempo que el problema en Córdoba con respecto a los medios era la falta de “pantallas”.

Eso no tiene que ver con los SRT, sino con el gran debate nacional en torno a la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual. Allí apareció que entre la UNC, escuelas como el Colegio Universitario de Periodismo, entidades privadas y las facultades de arte, etc.,  se “producen” anualmente 2.000 comunicadores en distintas ramas. Si uno produce miles de nuevos licenciados y tiene la misma cantidad de medios, no hay posibilidad de que los primeros tengan una salida laboral. La discusión giraba en torno a que sin ley de comunicación audiovisual no se podían crear polos de desarrollo audiovisual. La posibilidad de tener más señales de televisión pasaba por transformar la tecnología analógica en tecnología digital. Argentina decidió en los años 2006/2007 que la digitalización sería con norma japonesa. Nosotros, con el directorio, definimos que era el momento en que estábamos en condiciones de armar el primer canal digital de noticias de la Argentina: CBA24n.

¿Cómo ve la educación en la ECI? ¿Faltan prácticas?

Mi impresión es que debería haber mayor relación entre los profesores y los SRT. Se ha comenzado a instrumentar esa relación por la creación hace tres años del Centro de Producción Audiovisual (CEPIC). La idea es seguir ampliando la relación para que esa experticia en la práctica en radio, televisión y ahora web de los SRT sea debatida, discutida con las cuestiones teóricas de los profesores. Creo que hay algunos aspectos del quehacer periodístico cotidiano que no son tenidos en cuenta en la enseñanza/aprendizaje en la Escuela.  Brinda muy buena capacitación teórica y mi impresión es que debería adoptar nuevas tecnologías de realización cotidiana.  Mi lectura es que las prácticas en gráfica, institucional y radio son bastantes buenas. Lo más retrasado es la televisión. Sin embargo, con los nuevos avances yo creo que de acá a dos, tres años van a estar en las mismas condiciones con los chicos que van a hacer directamente la práctica o la beca en los SRT.

¿Cree que la Ley de Medios ha servido para desconcentrar los medios de comunicación, tanto en Córdoba como en el país?

A ver, creo que obtuvimos uno de los mejores instrumentos de regulación de medios de comunicación audiovisual en el mundo.  Es un orgullo para aquellos que luchamos porque se tenga en un mismo pie de igualdad el derecho a la expresión con el derecho a la información. La Ley de Servicios de Comunicación vino a plantear que no hay posibilidades de que el derecho a la información se concrete si no es desconcentrando los medios. El déficit mayor de la ejecución de la Ley es culpa del GobiernoNo se han desconcentrado los medios de comunicación. Y esto no solamente ha pasado porque el grupo Clarín, en connivencia con sectores de la Justicia, ha impedido la desconcentración. Falaz (remarca). Eso es una parte; la otra cara es que el Gobierno todavía no ha elaborado el plan directorio de frecuencias para que sepamos cuántas frecuencias hay en el espectro radioeléctrico de la Argentina. Pero, además ha habido conformación de grupos mediáticos amigos del Gobierno. Doy un ejemplo: CN23, Tiempo Argentino y distintas radios.

¿Cuáles serían los canales para conseguir una desconcentración plena?

La única manera es que, primero, se arme el plan directorio de frecuencias. Después que se armen las licitaciones públicas que se tengan que hacer, siempre con la posibilidad que se pueda competir. Yo creo que hemos perdido una enorme oportunidad; soy escéptico con respecto al futuro de la aplicación de la Ley de Medios. Ha habido una exacerbación pro K o anti K en relación a la ley 26.522.

¿Cuál es el aporte que de los SRT a la sociedad cordobesa?

Creo que han sido históricamente los medios con mayor rigurosidad periodística, con mayor precisión en relación a la cobertura de hechos extraordinarios. Han tenido la posibilidad de plantear una visión no comercial de la realidad. Nuestro aporte ha sido visibilizar la violencia institucional, la inconstitucionalidad del Código de Faltas, la estigmatización de los jóvenes de los barrios periféricos de la ciudad, las cuestiones de género, poner en evidencia los conflictos urbanos de Córdoba. En definitiva, ampliar la agenda periodística.